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Aumenta la ira en México tras los informes de que los estudiantes de cine fueron asesinados y disueltos en ácido

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El espantoso caso de tres estudiantes de cine de Guadalajara que fueron secuestrados, golpeados y asesinados, y sus cuerpos disueltos en ácido, generó gran indignación en todo México y en las redes sociales, el 24 de abril.

Las redes sociales se vieron inundadas de denuncias y sombrías reflexiones sobre la ola de violencia e impunidad que ha invadido a México, donde en 2017 se reportó un número récord de homicidios y donde las “desapariciones” de personas son cosa de todos los días.

Mientras que México ha sido el sitio de innumerables secuestros, asesinatos e incluso masacres en los últimos años, el caso de los tres estudiantes de cine parece haber tocado un nervio nacional fundamental, algo similar a la matanza de Marjory Stoneman Douglas High School en Parkland, Florida, en febrero, que por fin atrajo la atención de la población de Estados Unidos sobre la crisis de los tiroteos en las escuelas.

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Las imágenes juveniles de Salomón, Marco y Daniel (los nombres de los estudiantes asesinados), se han vuelto emblemáticas de la crisis que la escalada de violencia representa para la sociedad mexicana, especialmente para los jóvenes. La espeluznante trayectoria, desde aspirantes a directores de cine hasta restos en recipientes cubiertos con ácido sulfúrico, ha dejado al descubierto la incapacidad de políticos, jefes de policía y generales para solucionar el problema.

“Los mexicanos nos estamos matando unos a otros en niveles nunca antes vistos”, escribió el periodista Luis Pablo Beauregard en una columna en el periódico español El País, después de la noticia de que los tres habían sido asesinados.

Entre los que lamentaban el asesinato de los tres estudiantes estaba Guillermo del Toro, el director ganador del Oscar y nativo de Guadalajara que ha sido un mecenas de los jóvenes realizadores mexicanos.

“Las palabras no son suficientes para comprender la dimensión de esta locura”, dijo Del Toro en un mensaje de Twitter. “Tres estudiantes mueren y disueltos en ácido. El ‘por qué’ es impensable, el ‘cómo’ es aterrador”.

Otros miembros prominentes de la comunidad cinematográfica mexicana también expresaron su indignación y ofrecieron sus condolencias en Twitter.

@GaelGarciaB

“Qué triste”, escribió el actor Gael García Bernal. “Es hora de que termine esta pesadilla”.

Agregó el actor Luis Gerardo Méndez: “Qué angustia y dolor, qué devaluada es la vida en este país. México y el cine están de luto”.

Al igual que Méndez, muchos comentaristas se lamentaron del peligroso estado de seguridad en la nación.

“Ser joven en este país implica que si estás en el lugar equivocado en el momento equivocado, el error más pequeño en tu conducta puede implicar tu tortura, tu muerte y tu disolución en ácido”, escribió José Merino, un analista político.

Según las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley, los tres estudiantes fueron secuestrados el 19 de marzo en un suburbio de Guadalajara y luego torturados y asesinados en un caso de identidad errónea derivada de una rivalidad entre dos bandas criminales. Los hombres fuertemente armados que acecharon a los tres en una calle, se identificaron como policías.

Los fiscales dijeron que los tres habían estado haciendo las tareas escolares en el lugar equivocado en el momento equivocado, en una casa bajo vigilancia de traficantes que anticipaban la llegada de un miembro de una pandilla rival.

Los tres estudiantes no participaban en actividades ilegales y no tenían idea del “grave riesgo” que enfrentaban, según la fiscalía del estado de Jalisco.

La casa donde estaban estudiando los tres estaba listada con el nombre de la tía de uno de los estudiantes, dijo la policía. Pero la tía, que fue arrestada por cargos de prostitución y lavado de dinero luego del secuestro de los estudiantes, estaba actuando como fachada de una figura del crimen organizado, dijeron las autoridades. Los hombres fuertemente armados habían sido observados en el hogar durante 2017, dijeron los fiscales, pero los estudiantes no estaban al tanto del peligro.

El 23 de abril, los fiscales de Jalisco dieron una conferencia de prensa televisada para revelar el destino de los tres estudiantes: Javier Salomón Aceves, de 25 años; Jesús Daniel Díaz, de 20; y Marco García Avalos, también de 20. Todos estudiaron en la Universidad de los Medios Audiovisuales en Guadalajara. Los tres fueron golpeados y torturados antes de ser asesinados, y sus cuerpos fueron posteriormente disueltos en ácido sulfúrico, dijeron las autoridades, quienes citaron evidencia genética reunida en varias escenas asociadas con el crimen.

@Andalalucha

Aparentemente, los estudiantes desaparecidos y disueltos en ácido en México son tan normales que el hecho de que el gobierno de Jalisco haya declarado que este fue el destino de Javier, Marco y Daniel apenas ha llegado a los titulares internacionales y ha causado poca agitación en los nacionales #NoSomosTresSomosTodxs.

Las redes sociales llevaban fotos de momentos felices en la vida de los tres jóvenes: uno tocando en una banda de rock, otro sonriendo junto al mar y otro en un paisaje nevado.

Varios hashtags de Twitter como #nosomostressomostodos y #SalomonMarcoyDaniel han surgido para conmemorar a los estudiantes y exigir respuestas. Muchos comentaristas han expresado escepticismo sobre la versión oficial de los eventos.

Los principales candidatos en las elecciones presidenciales mexicanas del 1 de julio también condenaron el crimen y ofrecieron sus condolencias. Cómo detener la violencia desenfrenada de México ha sido un tema importante de campaña, aunque muchos ciudadanos parecen escépticos de que un nuevo presidente pueda hacer mucho para alterar la dinámica letal.

La desaparición de los estudiantes ocurrida en un momento de creciente criminalidad en Jalisco y en otras partes de México, provocó manifestaciones en gran escala en Guadalajara exigiendo que los estudiantes fueran encontrados y liberados.

Ahora, con la confirmación de que los tres murieron, se planean nuevas marchas de protesta para Guadalajara y otras partes de México.

El lunes 24 de abril por la noche, los manifestantes en Guadalajara pidieron la renuncia del gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, miembro del Partido Revolucionario Institucional. El gobernador dijo que no tiene planes de dimitir.

Las autoridades dicen que dos sospechosos están bajo custodia en relación con el asesinato de los tres estudiantes y se están buscando otros seis. Todos estaban vinculados al cártel de la Nueva Generación Jalisco, uno de los carteles delictivos más poderosos de México.

México ha visto decenas de miles de personas asesinadas y multitudes de otras secuestradas y “desaparecidas” durante la guerra de más de una década del gobierno contra los cárteles que controlan la industria de producción ilícita de drogas y las lucrativas rutas de tráfico hacia Estados Unidos. Los cuerpos de algunas víctimas de secuestro aparecen en fosas clandestinas; los restos de muchos nunca se encuentran.

Uno de los casos más notorios fue la desaparición de 43 estudiantes normalistas en el estado de Guerrero, en 2014. Su destino nunca fue aclarado por completo, a pesar de numerosas investigaciones, manifestaciones, peticiones legales y otras acciones que requieren respuestas.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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