Anuncio

Demandan a Uber y Lyft en California por discriminar a usuarios en silla de ruedas

Two new lawsuits filed in Northern California allege that Uber and Lyft aren't doing enough to serve people who use wheelchairs.
(Gene J. Puskar / Associated Press)
Share

Si una persona quiere conducir para Uber o Lyft pero no tiene coche, ambas compañías de solicitud de transporte les proporcionan vehículos de alquiler.

Si un conductor no desea ponerse al volante cuando llueve, ambas compañías endulzan las condiciones ofreciendo al conductor un pago adicional.

Si el coche de un conductor no es accesible para minusválidos, ¿deberían Uber y Lyft incentivarlo para que maneje un vehículo que sea más accesible?

Anuncio

Esa es la cuestión que tratan dos demandas que abogados de Disabilites Rights Advocates, un grupo legal sin ánimo de lucro, presentó en las últimas semanas contra Lyft y Uber.

Las demandas, presentadas ante la Corte Suprema de California en el Condado de Alameda, estiman que ambas compañías han fallado para extender adecuadamente sus servicios a pasajeros que usan silla de ruedas, y que está completamente en su poder rectificar este problema. Ninguna demanda busca compensaciones económicas; ambas piden a las compañías que cambien sus prácticas actuales.

“Estas compañías de transporte han intentado extender este mito de que son solo hombres corrientes que ayudan a que los verdaderos empresarios -los conductores- conecten con sus clientes, y eso simplemente no es verdad”, dijo Melissa Riess, una abogada que representa a los demandantes.

Las compañías, dice Riess, “ejercen un gran control sobre conductores y clientes, desde qué tipo de vehículo maneja el conductor, en qué condición, los precios, y cómo se comunican con el cliente”.

“Si pueden usar ese control para servir a los intereses de Uber y Lyft, pueden ejercer ese control para crear condiciones para que el servicio accesible para usuarios de silla de ruedas sea una realidad”, dijo Riess.

Ambas compañías ofrecen actualmente viajes accesibles a minusválidos a través de sus apps, pero las demandas describen esos esfuerzos como inadecuados.

Los clientes que quieren solicitar un Uber accesible para silla de ruedas pueden seleccionar “UberWAV” desde la propia app, pero la demanda califica esto de “ficción” porque esos viajes en el área de la Bahía de San Francisco raramente están disponibles. Los usuarios de silla de ruedas también acaban inevitablemente pagando más por sus viajes ya que las opciones más baratas como UberPool y UberPool Express no están disponibles para ellos, afirman las demandas.

La demanda contra Lyft es igualmente crítica por su “modo de acceso”, el cual, en lugar de conectar a un pasajero con un vehículo de Lyft adaptado para silla de ruedas, “envía un mensaje de texto al pasajero con un enlace a una web de números de teléfono para transporte público, agencias de transporte y compañías de taxi locales de todo el país”, dice la demanda. “Casi un cuarto de los enlaces no funciona, o dirigen a webs que son irrelevantes para personas que necesitan transporte accesible”.

En una declaración enviada por email al Times, un portavoz de Lyft dijo que la compañía tiene acuerdos y programas en marcha para proporcionar vehículos accesibles para silla de ruedas “en varias partes del país, y estamos explorando vías de expandirlas a nivel nacional”.

Un portavoz de Uber dijo que la compañía está “continuamente explorando vías para facilitar la movilidad y la libertad a través de la app de Uber para todos los pasajeros, incluyendo los pasajeros que utilizan sillas de ruedas motorizadas”.

La industria de taxis se ha enfrentado a demandas similares que resultaron en órdenes de ser accesibles para silla de ruedas en algunas compañías de taxi y limusinas (sobre el 10% -o casi 230 vehículos- de la flota de LA Yellow Cab de Los Ángeles es accesible para silla de ruedas, por ejemplo). Ni Uber ni Lyft tienen esas órdenes.

Aunque muchas compañías tecnológicas disfrutan de una regulación más laxa que los titulares de las industrias contra los que compiten, incluso las start-ups más modernas han podido tener problemas bordeando leyes de discapacitados sin enfrentarse a acciones legales, según Thomas Cooke, un profesor de la Escuela de Negocios McDonough de Georgetown.

Las compañías que son golpeadas con demandas similares suelen moverse rápidamente para resolver estos problemas porque “nadie quiere la publicidad extremadamente negativa que generaría una litigación prolongada”.

Mientras ambas compañías pretenden dictar el futuro del transporte -ya sea a través de vehículos compartidos, vehículos autocontrolados o incluso la aviación- los defensores de los derechos de los discapacitados esperan que las cortes obliguen a servir a todos.

Ambas firmas se enfrentaban ya a demandas por accesibilidad de minusválidos en otras partes del país, con casos en la ciudad de Nueva York, Chicago, y Washington D.C.

“Esta es una industria donde la gente con discapacidad está siendo abandonada”, dijo Rebecca Williford, otra abogada que representa a los demandantes. “Cuanto más avancen las compañías de transporte compartido sin incluir a personas con discapacidad, más difícil será arreglarlo”.

Anuncio