California vive este año un inexplicable aumento de casos de fiebre del valle

Este año se perfila como el peor registrado en California para las personas infectadas con la fiebre del valle, una infección pulmonar causada por un hongo que se encuentra en el suelo.

Los funcionarios de salud estatales anunciaron anteriormente que 2016 rompió el récord de casos de esta enfermedad, reportados desde que California comenzó a tener estadísticas, en 1995. Ahora, 2017 está en camino de mostrar aún más infectados.

De enero a octubre último, 5,121 casos fueron reportados al departamento de salud del estado, en comparación con los 3,827 registrados durante el mismo período en 2016.

Las personas contraen la fiebre del valle al inhalar polvo que contiene un hongo llamado Coccidioides, común en las regiones semiáridas del país. Aunque cualquiera puede enfermarse, quienes trabajan en los campos o en los sitios de construcción donde se levanta la tierra corren un riesgo particular.

Funcionarios de salud señalaron el martes que desconocen por qué los casos han aumentado. Los expertos remarcaron que el ascenso de casos de la fiebre del valle, que se incrementó a nivel nacional en los últimos años, podría estar relacionado con el cambio climático o las sequías, porque el clima más cálido y seco genera más polvo en el aire.

“Con el aumento en los casos reportados, es importante que las personas que viven, trabajan y viajan por California estén atentas a sus síntomas, especialmente en el sur del Valle de San Joaquín y la Costa Central, donde es más común”, advirtió la directora del departamento, Dra. Karen Smith, en un comunicado.

Los condados de California con las tasas más altas de infección incluyen San Luis Obispo, Merced, Fresno, Kern, Madera y Tulare. También ha habido brotes fatales de fiebre del valle en las cárceles del Valle Central en los últimos años.

La mayoría de las personas que contraen la enfermedad no tienen síntomas, pero algunos pueden experimentar fiebre, tos, dolor en el pecho, jaquecas y pérdida de peso. La condición a menudo se diagnostica erróneamente porque se parece a muchas otras enfermedades, sostienen los expertos. Los funcionarios de salud recomiendan que si las personas han tenido tos, fiebre o dolor al respirar durante más de dos semanas, consulten a su médico específicamente acerca de la fiebre del valle.

La enfermedad no puede transmitirse de persona a persona. Aquellos con mayor riesgo de ser infectados son los adultos de 60 años o más, las mujeres embarazadas, las personas con sistemas inmunes debilitados -como los diabéticos- y los afroamericanos y filipinos, detallaron los funcionarios de salud.

En todo el país, la fiebre del valle es más común en California, Arizona, Nevada, Nuevo México y Utah, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU.

Traducción: Valeria Agis

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí