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Al abogado de Beverly Hills propuesto para liderar el IRS le gusta la magia; la necesitará para dirigir la agencia

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El Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) tendrá este año que escribir e interpretar un conjunto de reglas a medida, mientras la agencia implementa el paquete más amplio de cambios al código tributario realizado en una generación.

En dicho proceso, el líder de la agencia podría ser un comisionado del IRS con un currículum completamente diferente al de sus predecesores.

Charles “Chuck” Rettig no posee un título de las universidades Ivy League, nunca ha sido ejecutivo corporativo, y es casi seguro que ningún comisionado anterior del IRS ha sido -como él- miembro de la Academia de Artes Mágicas, el club que administra el Magic Castle de Hollywood.

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En cambio, él tiene fama de ser un abogado impositivo gregario quien, durante casi una década, fue asesor del IRS y de recaudadores de impuestos estatales, a pesar de especializarse en representar a contribuyentes con disputas contra esas mismas agencias.

La semana pasada, el presidente Trump nominó a Rettig, un abogado especialista en temas impositivos en Beverly Hills, como el próximo comisionado del IRS. Si el Senado de los EE.UU. lo confirma en el cargo, sería el primer comisionado del IRS en décadas proveniente del mundo de los impuestos, y se encargaría de supervisar la agencia mientras ésta redacta decenas de normas para implementar la nueva ley tributaria.

Ello implicará tomar cientos de decisiones, que abarcarán desde cómo deberían verse los nuevos documentos impositivos hasta cómo definir con precisión los tipos de ganancias corporativas en el extranjero que estarán sujetas a impuestos, detalló Mark Mazur, director del Tax Policy Center, un grupo no partidista.

“La forma en que se redactó esta ley, apresuradamente y sin mucho debate, implica que haya muchas, muchas disposiciones que necesiten de mucha interpretación”, advirtió.

El nuevo comisionado del IRS se enfrentará a esa tarea, a la vez que liderará una agencia que se vio agobiada en los últimos años por recortes presupuestarios y una relación tensa con el Capitolio.

Rettig, quien reside en Encino, rechazó una solicitud de entrevista, pero le dijo a The Times a través de un correo electrónico que se siente honrado por la nominación. “De confirmarse, haré todo lo posible para mejorar el servicio al contribuyente y proteger sus derechos según la ley, así como asegurar la aplicación justa, eficiente e imparcial pero rigurosa de nuestro código impositivo”, escribió.

En el pasado reciente, los presidentes generalmente seleccionaron ejecutivos para administrar la agencia recaudadora de impuestos del país, una entidad que cuenta con 80,000 empleados y tiene cientos de oficinas en todo el territorio.

John Koskinen, el comisionado más reciente -designado por Obama- había pasado dos décadas como ejecutivo de la firma de consultoría de gestión Palmieri Co. antes de ocupar ese puesto. Su antecesor, designado por Bush, Douglas Shulman, llegó a la agencia después de fungir como vicepresidente del ente regulador de la industria financiera, Finra.

Rettig, sin embargo, ha dedicado su carrera a la práctica de la ley tributaria, un rasgo que lo diferencia.

“La analogía más simple para el IRS es una gran compañía de servicios financieros”, consideró Mazur. “Procesan información, cobran facturas, mantienen cuentas. Los últimos cuatro comisionados han sido gerentes. Esto rompe con esa tradición”.

Nacido y criado en Los Ángeles, Rettig se educó en escuelas públicas de L.A. en el Valle de San Fernando. Obtuvo una licenciatura en economía en la UCLA y asistió a la escuela de derecho en Pepperdine.

Durante mucho tiempo estuvo registrado como republicano, antes de cambiar de partido en 2012, poco después de la reelección de Barack Obama.

Luego, en mayo pasado, volvió a inscribirse como republicano, de acuerdo con la Oficina de Registro del condado de Los Ángeles. Con los años, ha donado a candidatos de ambos partidos.

Sin embargo, en su carrera profesional, Rettig se mantuvo estable. Lleva 35 años con el bufete de abogados de Beverly Hills Hochman Salkin Rettig Toscher & Perez, conocido en el medio como una firma polémica, que se concentra en representar a contribuyentes que mantienen disputas con el IRS o las agencias tributarias estatales.

Aunque por la naturaleza de su práctica, él y el IRS suelen estar en lados opuestos, también fue miembro de larga data de los comités que asesoran a dicha agencia, así como a la California Franchise Tax Board. Los abogados que lo conocen afirman que tiene un profundo respeto por la institución y por el sistema tributario.

“Al entrenarme para convertirme en la abogada que hoy soy, me dijo: ‘Debes respetar al IRS. Ellos hacen su trabajo, y esa es su responsabilidad’”, relató Sharyn Fisk, profesora de contabilidad en Cal Poly Pomona, quien trabajó con Rettig en Hochman Salkin.

Phil Hodgen, un abogado fiscal de Pasadena, aseveró que Rettig, a quien conoce desde hace casi 30 años, tiene la reputación de “tomar muy en serio todo el sistema tributario y su integridad”, incluso cuando aboga por clientes en desacuerdo con el IRS. “Él cree fervientemente que el sistema impositivo es algo bueno”, resaltó. “Cuando escucha que la gente critica al [IRS] por razones políticas, desde cualquier bando, siente que ello es inconsistente con la forma en que él ve las cosas”.

El IRS sufrió la disminución de su presupuesto a lo largo de los años, y su reputación en el Capitolio no se ha recuperado desde que, en 2013, se divulgó que la agencia había apuntado a los grupos afiliados al Tea Party para efectuar un escrutinio adicional cuando solicitaron la exención de impuestos. La polémica condujo a un acuerdo, el año pasado, entre el Departamento de Justicia y dos grupos conservadores.

Mazur, del Tax Policy Center, destacó que la agencia necesita un líder que pueda “interactuar con los miembros del Congreso y el personal del Capitolio, para garantizar que [los empleados del IRS] tengan los recursos que necesitan para hacer su trabajo”.

El año pasado, el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, durante su audiencia de confirmación para el cargo, manifestó que quería aumentar la dotación de personal de la agencia después de enterarse de que había disminuido considerablemente con el tiempo.

Dennis Brager, abogado tributario de Los Angeles y exabogado litigante del IRS, consideró que el gregario y modesto Rettig -quien destaca su membresía en la Academia de Artes Mágicas en su currículum- podría ayudar a calmar las tensiones y quizás convencer al Congreso de aumentar el presupuesto para la agencia. “[Él] se preocupa por las personas y, como resultado, las personas se preocupan por él. Eso lo convierte en un gran líder”, estimó Brager. “Creo que, al menos, tiene la oportunidad de reparar parte de la disputa entre el IRS y el Congreso”.

Traducción: Valeria Agis

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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