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Demanda dice que un tercer hombre estuvo involucrado en la confusión de un cuerpo en el Médico Forense

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El Sheriff-Forense del Condado de Orange tiene que explicar cómo las autoridades identificaron a un vagabundo encontrado muerto junto a una tienda de teléfonos en mayo pasado y como Frankie M. Kerrigan, de 57 años, apareció con vida una semana después de que supuestamente fue enterrado.

El forense admitió más tarde un error y dijo que el cuerpo era en realidad el de John Dickens, de 54 años, otro vagabundo. El cuerpo de Dickens fue exhumado, y cremado y sus cenizas fueron enviadas a su familia en Kansas.

Ahora la familia Kerrigan sostiene que un tercer hombre no identificado estuvo involucrado en la confusión de los cuerpos y que la identificación “errónea” no fue tal.

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En una demanda presentada el martes, la familia alegó que personal del forense sustituyeron el cuerpo de Dickens por el de un hombre desconocido para encubrir su identificación fallida.

El cuerpo de Dickens fue elegido porque se parecía a Kerrigan y el médico forense creía que “a nadie le importaría porque los fallecidos eran desamparados”, dice la demanda.

“El cuerpo de John Dickens no fue el cuerpo recuperado en la tienda de Verizon, en su lugar un tercer individuo desconocido fue encontrado muerto en ese lugar”, alega la demanda.

“Esto es un espectáculo que da terror”, dijo el padre, Francis J. Kerrigan, de 82 años, en una entrevista en la oficina de su abogado el martes.

El forense no respondió al mensaje en busca de comentarios. En julio pasado, un portavoz dijo que una investigación sobre el incidente tomaría alrededor de un año, y los resultados podrían nunca hacerse públicos.

Frankie Kerrigan enfermó mentalmente y quedó sin hogar a los 40 años, pero la familia siempre estuvo cerca, dijo su padre. Frankie está actualmente protegido y no comprende lo que sucedió.

Francis Kerrigan y su hija, Carole Meikle, dijeron que no sabían a quién pertenecía el cuerpo que encontraron en los arbustos detrás de la tienda de teléfonos de Fountain Valley el año pasado, o por qué los funcionarios lo identificaron equivocadamente.

Pero dicen que han surgido tantas preguntas con la identificación, que están convencidos de que la víctima no era Dickens.

Un informe de incidente del Departamento de Bomberos de Fountain Valley describió al hombre muerto como de 65 años, que pesaba 250 libras, y la policía dijo que lo encontraron junto a una silla de ruedas.

Los empleados de la tienda telefónica dijeron que el hombre, que había estado rondando por la tienda durante varios días, era bajo y “grueso”, con cabello largo y oscuro y usaba una silla de ruedas, dijo Meikle.

Frankie Kerrigan, de 57 años, pesaba como máximo 170 libras, tenía cabello corto de color gris pardusco y “no usaba silla de ruedas. Podía caminar 50 millas”, dijo Meikle.

La ropa que proporcionó para el funeral se ajustaba al cuerpo, pero era demasiado pequeña para un hombre de 250 libras, dijo.

El médico forense le dijo al anciano Kerrigan que las huellas dactilares de su hijo coincidían con el cuerpo, y la oficina le dijo a Meikle que encontraron la tarjeta de identificación de su hermano, lo cual era falso, dijeron los miembros de la familia en su demanda.

Meikle dijo que corrió a la escena después de la notificación de la muerte y encontró un cuadro perturbador. “Había sangre por todas partes y cobijas sucias”, dijo. “Ni siquiera limpiaron”.

Durante una breve visita antes del entierro, Francis Kerrigan dijo que no cuestionó si era su hijo. “Estaba convencido al 100% de que era verdad de que mi hijo había muerto ese día”, dijo, mientras brotaban las lágrimas de sus ojos.

“Alguien tomó una decisión deliberada para engañar a esta familia”, dijo el abogado V. James DeSimone, quien presentó la demanda en nombre de Kerrigans.

La familia tuvo un funeral católico y enterró el cuerpo cerca de la tumba de Frankie Kerrigan y la madre de Carole Meikle.

“Fue un terreno sagrado para nosotros. Tuve que contarle a 50 personas que asistieron al funeral lo que había pasado y revivir el impacto de la tragedia el mismo número de veces”, dijo Meikle. “La muerte sigue siendo real para nosotros. Todavía estamos en el proceso de duelo”.

Meikle dijo que el sheriff identificó el cuerpo como el de Dickens el día después de que Frankie Kerrigan salió a la luz, antes de desenterrar el cuerpo. Un portavoz admitió públicamente el cambio de identificación solo unas semanas más tarde, después de que la familia decidió ir a los medios, dijo Meikle.

Francis Kerrigan y su hija dijeron que creen que “esto nunca le hubiera sucedido a un ciudadano del Condado de Orange” que no padecíera enfermedades mentales y con hogar.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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