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Decenas de personas ocupaban en condiciones miserables un edificio abandonado en Hollywood

More than 60 people who were living illegally in a vacant building without electricity on Hollywood Boulevard were removed by police early Wednesday morning. (Video by Irfan Khan / Los Angeles Times)

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Más de 60 personas que vivían ilegalmente en un edificio vacío y sin electricidad sobre Hollywood Boulevard, fueron retiradas por la policía en la madrugada del miércoles 12 de septiembre.

Investigadores del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) y oficiales de SWAT con equipo táctico llegaron a la construcción, de cuatro pisos, ubicada en la esquina de Cosmo Street y Hollywood Boulevard, alrededor de las 3 a.m.

Con una orden de registro y el apoyo de al menos un vehículo blindado, la policía ordenó a los ocupantes retirarse de inmediato. Ocho personas salieron del sitio por su cuenta, pero decenas más quedaron cuando los agentes comenzaron a recorrer el edificio, habitación por habitación, en el transcurso de varias horas.

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Al final de la búsqueda, 62 adultos, cuatro adolescentes y tres perros de tamaño grande fueron retirados del lugar. La mayoría de los ocupantes quedaron en libertad después de ser citados judicialmente por allanamiento de morada. Quienes tenían órdenes de arresto permanecerían aún bajo custodia, afirmó la detective Meghan Aguilar.

Durante la incursión, se incautaron drogas y dos armas de fuego: una escopeta y un rifle. Para las autoridades quedó claro de inmediato que los ocupantes habían establecido residencia en un edificio que debía estar vacante. El último inquilino más reciente, el teatro de comedia de improvisación iO West, había dejado las instalaciones en febrero pasado.

Aunque el edificio no tenía servicio eléctrico, Aguilar indicó que los residentes habían intervenido los cables para tomar su propia energía, lo cual podría haber desencadenado una situación potencialmente peligrosa.

“Pudo haber sido un desastre absoluto. Pudo haber sido una situación fatal para estas personas”, remarcó la detective. “No estamos intentando dejar a la gente en la calle, pero edificios como éste son refugios para todo tipo de actividades delictivas. No podemos tener sitios así en Los Ángeles”.

El hedor de los desechos humanos abrumaba el espacio, informó la policía, y se habían construido más de una docena de habitaciones improvisadas en el área del sótano. Colchones de aire, mantas y almohadas estaban dispersas en el piso de apartamentos, más arriba. Algunos cuartos tenían microondas y cafeteras. La basura estaba amontonada en el piso.

Algunos residentes dijeron que pagaban un alquiler -de aproximadamente $400 por mes- por una habitación encima del antiguo club de comedia. Según Aguilar, los detectives no confirmaron si las personas le entregaban dinero al propietario o a alguien designado -legalmente o no- como administrador.

Mike Feuer, procurador de la ciudad de Los Ángeles, presentó 25 cargos penales contra el propietario del edificio, Mehdi Boulour, la semana anterior, según Rob Wilcox, un vocero de la oficina del fiscal. Los cargos fueron por varias infracciones de construcción y violaciones a las normas contra incendios. En un comunicado, Feuer evocó lo ocurrido en Oakland en 2016, cuando un incendio en un almacén convertido ilegalmente en vivienda colectiva de artistas, cobró 36 vidas.

“Nuestra oficina continúa trabajando para evitar que ocurra una tragedia como el incendio del Oakland Ghost Ship”, señala el comunicado. “Nuestras acciones en este lugar son una parte del esfuerzo sostenido para hallar las propiedades que representan una amenaza a la seguridad pública”.

Andre Bergerren, un exresidente del edificio quien se mudó a Los Ángeles desde Houston en 2016, comentó que algunos moradores comenzaron a quedarse en la propiedad luego de ser desalojados de un cercano sitio colectivo de artistas. Muchos de los residentes temían que el LAPD perdiera o destruyera sus posesiones después del desalojo, mientras que otros expresaron su preocupación sobre dónde dormirían esa noche. “Esta gente va a estar en la calle”, expuso Bergerren.

El espacio estaba en el radar del LAPD desde el comienzo del verano, cuando las autoridades notaron un incremento en las quejas sobre el aumento del consumo de drogas a lo largo de ese tramo de Hollywood Boulevard. En junio, la policía se concentró en el edificio y retiró a 20 personas que vivían allí. Las autoridades también le dijeron al dueño de la propiedad que asegurara el sitio. Sin embargo, poco tiempo después la gente comenzó a regresar.

Los investigadores recopilaron información sobre drogas y armas que se vendían en el lugar, y utilizaron esos detalles para obtener una orden de allanamiento.

Aproximadamente a las 9 a.m. del miércoles se podía ver a varios residentes del edificio discutiendo con las autoridades sobre el acceso a sus pertenencias o a las mascotas que aún se encontraban dentro.

Jasmine Acosta, de 25 años, detalló que los oficiales ingresaron al edificio alrededor de las 4:30 a.m., y expulsaron a quienes vivían en la estructura. Algunos residentes relataron que oyeron un helicóptero zumbar sobre sus cabezas.

Acosta, quien suplicaba a los oficiales que le permitieran sacar a sus tres perros pitbull del edificio después de la incursión, relató que el espacio se había convertido en una comunidad de artistas.

“Es como un hogar seguro que hicimos en el bulevar”, expresó, y agregó que muchas de las personas que se encontraban en su interior se habían mudado a Los Ángeles para dedicarse a sus actividades creativas. Acosta vivió en el espacio “intermitentemente” durante varios meses y, según detalló, algunos de los residentes intentaban colocar luces y volver a pintar las paredes.

Varios de los ocupantes pedían desesperadamente a la policía que les permitiera reingresar para tomar sus billeteras o identificaciones. Para Acosta, la policía podría haber advertido a los residentes antes de obligarlos a salir a la calle. “Incluso si somos ocupantes ilegales, deberían habernos dado un aviso de desalojo”, afirmó.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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