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El conductor que atropelló fatalmente a una mujer desamparada no enfrentará ningún cargo

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Los fiscales se negaron a presentar cargos contra el conductor de un camión, sospechoso de atropellar y matar a una mujer desamparada que era conocida en su barrio de Boyle Heights por sus buenas obras.

La oficina del fiscal de distrito del condado de Los Ángeles afirmó que sería muy difícil obtener una condena por la muerte de Cynthia Szukala, de 69 años, que logró cierta notoriedad hace años como la novia de una historia de amor ocurrida en skid row.

Un remolque de 18 ruedas golpeó a Szukala el 21 de diciembre pasado, en un tramo oscuro al 3700 de Union Pacific Avenue, en Boyle Heights. Al parecer, Szukala estaba barriendo el área cercana a la pequeña casa rodante que compartía con su hija y el novio de ésta.

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Una cámara de seguridad capturó una imagen del camión, que los detectives hicieron pública. Nadie acusó al conductor de haber atropellado intencionalmente a Szukala, sin embargo es ilegal abandonar la escena de un accidente sin pedir ni prestar ayuda.

En cuestión de días, los investigadores tuvieron un sospechoso, Daniel Rico, de 52 años y residente de Rialto. El hombre llamó a los detectives el 26 de diciembre, y expresó que un amigo lo había alertado al ver una foto de su camión en las noticias. Rico aseguró que iría a la estación, pero luego se retrasó por varios días debido a problemas de agenda de su abogado.

Los detectives finalmente entrevistaron al sospechoso, quien se presentó con el letrado, el 5 de enero pasado. Rico declaró desconocer que había embestido a alguien y dijo que simplemente se alejó del lugar sin saber nada.

Sin embargo, también hay un relato contrario de un testigo que vive en una casa rodante cercana, según las autoridades: la parte delantera del camión -el tractor, que tiene el motor y la cabina- embistió a Szukala mientras retrocedía lentamente. El conductor estaba inclinando su plataforma para ingresar a un negocio al otro lado de la calle. Rico confirmó esa parte del relato. Los cinco neumáticos en el lado derecho del tractor pasaron por encima de Szukala.

El testigo afirma que alertó a Rico sobre la colisión. “El conductor supuestamente salió y miró, y pudo haber visto el cuerpo y luego abandonar la escena”, expresó el detective Juan Campos, de la División de Tráfico Central.

Las imágenes de la cámara de seguridad muestran que, mientras se alejaba, Rico “dio un amplio giro hacia la izquierda del cuerpo. También debió esperar que los autos se despejaran, a su izquierda”, indicó Campos. “Si el cuerpo no hubiera estado allí, cualquier conductor habría conducido de forma recta en lugar de dar una vuelta. Obviamente, había un obstáculo frente a él: el cuerpo”.

Pero hay problemas con el testimonio y la evidencia de la cámara de seguridad. El dispositivo capturó solo el vehículo, no la colisión, porque se activa por el movimiento y el camión retrocedió más allá del alcance del sensor justo antes del accidente. Después del hecho, otro vehículo que pasaba reactivó la cámara, lo cual permitió a los investigadores ver que el camión de Rico abandonaba la escena. El video en sí tiene calidad pobre y está captado desde la distancia.

“Esa área está oscura”, detalló Campos. “No se puede ver qué intenta esquivar el conductor porque está oscuro y es una toma remota”.

Según un fiscal adjunto, el video también podría interpretarse como un respaldo de la afirmación de Rico, quien indicó que “se fue porque no logró entrar en la tienda, debido a todos los vehículos que estaban estacionados en la calle”.

“El video sí respalda [varios] intentos fallidos de [Rico] para negociar la entrada a la tienda”, escribió José Luis Arias, quien revisó el caso de la fiscalía.

Otro punto de cuestionamiento es la credibilidad del testigo, quien estaba borracho en ese momento e inicialmente negó haber visto el cadáver o enfrentado al conductor. Campos dijo que el testigo alteró su relato en una entrevista posterior, cuando estaba sobrio. El detective sintió que el testigo había quedado traumatizado al ver el cuerpo mutilado de Szukala, quien siempre había sido amable con él. También se mostró reacio a cooperar con los investigadores debido a su pasado criminal, que incluye condenas por posesión de narcóticos, conducta de desorden, robos, violencia doméstica y fuga carcelaria.

El testigo podría haber tenido problemas en el estrado durante el interrogatorio, agregó Campos. “Pero siento que estaba diciendo la verdad”.

Rico no pudo ser contactado a través de su abogado para comentar en este artículo.

Una alegre voluntaria en la iglesia, conocida por muchos como Granny, Szukala solía dar dinero a la gente. Ella también había creado una estación de comida para los gatos del vecindario.

En 1989, su boda en skid row con Raymond Szukala se convirtió en un punto positivo en medio de la desesperanza, y fue reportada por Los Angeles Times. Los dos se habían hecho amigos ocho años antes, cuando estaban empleados como guardias de seguridad en el centro de la ciudad. Incapaces de trabajar debido a problemas de salud, tuvieron dificultades durante un período y sufrieron la falta de vivienda antes de casarse. Años después de la muerte de su esposo, Szukala cayó en la indigencia una vez más.

Su hermano afirmó que se siente como si Szukala hubiera sido victimizada nuevamente. “Él no sabe que la embistió; eso es una gran tontería”, dijo Carl John Arellano. “Uno sabría si atropella a un perro o si golpea un reductor de velocidad. ¿Cómo pudo no haber sentido nada?”.

Traducción: Valeria Agis

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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