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La guerra comercial de Trump comienza a evidenciarse en las ganancias de las empresas

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La primavera pasada, las empresas advirtieron que los impuestos al acero y aluminio de la administración Trump podrían afectar sus ganancias. Ahora, la cuenta está empezando a llegar.

Varios grandes fabricantes y compañías de bienes de consumo señalaron las crecientes tensiones comerciales como factores de sus resultados financieros, menores a los esperados en el segundo trimestre que recién termina.

El miércoles 25 de julio, General Motors Co. actualizó su guía para todo el 2018 y señaló el “impacto desfavorable de los crecientes costos de los productos básicos”, alegando que los “recientes e importantes” aumentos de precios “afectaron negativamente las expectativas comerciales”.

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GM indicó que esos mayores costos de los productos básicos redujeron sus ganancias en $300 millones en el segundo trimestre, en comparación con el año anterior. La firma redujo su tabla de ganancias para el año en mil millones de dólares. El precio de sus acciones cayó casi un 5% el miércoles.

El mismo día, los ejecutivos de Ford Motor Co. destacaron que el segundo trimestre fue “desafiante”, en parte por los mayores costos de los productos básicos, y también por los “impactos relacionados con los aranceles”. La compañía reportó ingresos de $38.9 millones, en comparación con $39.8 millones durante el mismo período del 2017.

Un día antes, el fabricante de electrodomésticos Whirlpool Corp. informó que los gravámenes eran una de las razones por las cuales sus resultados no cumplían con las expectativas. Sin tomar en cuenta los cargos no monetarios relacionados con sus operaciones en el extranjero, las ganancias cayeron a $3.20 por acción -desde $3.35 el año anterior-, y las ventas descendieron un 4%, a $5,100 millones, en comparación con los anteriores $5,300 millones de dólares.

El alto ejecutivo de Whirpool, Marc Bitzer, expuso que una demanda interna más débil de lo esperado para sus electrodomésticos, además de “vientos en contra relacionados con los impuestos estadounidenses”, ayudaron a elevar los precios del acero y otros costos de las materias primas. Las acciones de Whirlpool cerraron un 3.7% abajo.

“Los gravámenes afectan a las empresas de dos maneras”, expuso Larry Harris, profesor de finanzas en Marshall School of Business de la USC. “Aumentan el costo de los artículos que se compran en el extranjero, sobre los cuales el gobierno de EE.UU. ahora ha aplicado un impuesto. También aumentan el costo para los extranjeros de los artículos que venden afuera. Ambos efectos reducen las ganancias [de las empresas]”.

El presidente Trump anunció planes en marzo para imponer un arancel del 10% sobre el aluminio, y del 25% sobre las importaciones de acero provenientes de la Unión Europea, Canadá, China y México. Varios países prometieron tomar represalias con sus propios impuestos.

Poco después de que el Departamento de Comercio urgiera a Trump a considerar los aranceles, en febrero, el precio semanal del acero y el aluminio aumentó. Ese incremento, al menos para el aluminio, probablemente se trasladó a fabricantes de equipos, como Whirlpool, a fines del segundo trimestre, indicó Doug Hilderhoff, analista principal de aluminio de CRU.

Campbell Soup Co. advirtió a los analistas financieros en mayo que sus márgenes podrían sufrir un golpe en el año fiscal que comienza en agosto próximo, debido a los aranceles de importación anticipados. Un ejecutivo de la firma de Camden, Nueva Jersey, explicó en una llamada que la compañía esperaba ver “aumentos de dos dígitos” en el acero y el aluminio, “todo ello impulsado por el impacto de las tarifas anticipadas”.

A fines de junio, el fabricante de motocicletas Harley-Davidson Inc. anunció que retiraría parte de la producción de Estados Unidos para evitar los aranceles impuestos por la Unión Europea (UE). En un informe de ganancias el 25 de julio, sobre los resultados del segundo trimestre de la empresa, Matthew Levatich, el presidente ejecutivo, describió esa decisión como “clave” para “proteger [el] mercado y la ecuación de valor de nuestros clientes, así como nuestro modelo de negocio de concesionario”.

Los ejecutivos de la compañía remarcaron en ese momento que esperan que el costo de los gravámenes en 2018 sea de entre $45 y $50 millones de dólares y, debido a eso, redujeron sus previsiones de ganancias para el año.

“Estamos haciendo todo lo posible en la empresa para absorber los costos que podamos”, aseveró John Olin, director financiero de Harley-Davidson, durante la llamada. “De cara al futuro, no podemos absorber la totalidad de esos $45 a $50 millones, o no podemos cubrirlo en otras partes de nuestro negocio. Y para eso, estamos bajando nuestra expectativa”.

Bitzer, de Whirlpool, indicó que “la incertidumbre relacionada con los aranceles y las acciones comerciales globales” llevó a un aumento de los costos de “ciertos componentes estratégicos”, así como de los productos terminados, las importaciones y exportaciones. Si bien los gravámenes tuvieron solo un “impacto limitado” en el segundo trimestre, el ejecutivo advirtió en una llamada de ganancias con analistas que podría haber más efectos en el futuro, a medida que los proveedores se vean obligados a pagar los impuestos.

Un informe de Goldman Sachs sobre el efecto potencial de los aranceles sobre las ganancias y los retornos de las firmas del índice S&P 500, descubrió que las industrias que dependen fuertemente de las importaciones, como productos de petróleo y carbón, artículos electrónicos y de computación y transporte, enfrentan el “mayor riesgo en su cadena de suministro” a partir de las tensiones comerciales.

Si bien los impuestos podrían reducir los ingresos, el informe destacó que suponen una mayor amenaza para los márgenes de ganancias de las empresas del S&P 500.

El presidente ejecutivo de UPS, David Abney, declaró que la firma “no ha visto un impacto significativo hasta el momento” en su negocio internacional de envíos de carga, aunque está “monitoreando de cerca” el entorno comercial.

“Si esta guerra comercial continúa, o si siguen estas acciones, siempre habrá cierta exposición o riesgo para nuestro negocio”, dijo. “Pero esa exposición es muy limitada”.

Boeing Co., un gran usuario de aluminio en sus aviones, no mencionó los gravámenes en su conferencia de ganancias, el 26 de julio. Sin embargo, un ejecutivo sí notó que las buenas relaciones comerciales entre Estados Unidos y China -que han impuesto aranceles contra los productos de cada uno por igual- fueron beneficiosas para la industria aeroespacial.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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