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Peligro extremo de incendio por vientos de Santa Ana, falta de humedad y calor récord en el sur de California

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Cuando el incendio Charlie estalló en Castaic durante el fin de semana, creció a 3,000 acres en cuestión de horas a medida que las llamas devoraban la maleza seca.

A pesar del rápido movimiento del fuego, los bomberos dijeron que podría haber sido mucho peor si los vientos de Santa Ana hubiesen soplado. Sin los vientos, los bomberos pudieron mantener las llamas lejos de las casas, y para el lunes 24 de septiembre ya estaba contenido en un 30%.

“Podríamos haber estado allí mucho más tiempo”, dijo Tony Imbrenda, un capitán del Departamento de Bomberos del condado de Los Ángeles.

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Sin embargo, no se espera que la suerte dure mucho más. El sur de California está entrando en su temporada de incendios más destructiva, cuando los vientos cálidos del este se mueven hacia las costas. Los vientos de Santa Ana representan un peligro de incendio cada año. Pero 2018 ha sido particularmente brutal porque las altas temperaturas y la falta de lluvia se han combinado dando como resultado gigantescos incendios.

Desde octubre de 2017 hasta el 24 de septiembre de 2018, el centro de Los Ángeles recibió aproximadamente 4.7 pulgadas de lluvia, lo que la convierte en la tercera más seca en 141 años, dijo el ex climatólogo del JPL William Patzert.

En los siete condados del sur de California, este año fue el verano más caluroso en 124 años de registros, según datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica. En el condado de Los Ángeles, las temperaturas promedio entre junio y agosto en 2017 y 2018 estuvieron empatadas con las más altas registradas en la historia.

Estos factores, combinados con los ominosos vientos de Santa Ana, son motivo de preocupación, dijo Patzert.

“Este es el momento en el que realmente tenemos que estar atentos”, dijo. “En el otoño, suceden dos cosas. Uno es el comienzo de la temporada de lluvias y el otro es la llegada de los vientos de Santa Ana. Entonces es una carrera para ver cuál llega primero”.

En 2017, las lluvias nunca llegaron, y eso significó un desastre. En diciembre, una serie de incendios generados por el viento, destruyeron cientos de casas desde el norte de San Diego a Sylmar, Bel-Air y en los condados de Ventura y Santa Bárbara.

El peor de ellos, el incendio de Thomas, se convirtió en el mayor incendio forestal en la historia moderna de California, ya que pasó de Ventura a Montecito. Quemó más de 280,000 acres y destruyó más de 1,000 estructuras. Fue superado en tamaño este verano por el incendio del Complejo Mendocino en el norte de California.

Los vientos de Santa Ana comienzan en septiembre y lentamente ganan velocidad e intensidad hasta diciembre. Este ha sido el período de algunos de los peores incendios del sur de California, incluido el de octubre de 2003 que destruyó miles de hogares.

Los vientos de Santa Ana son fuertes, extremadamente secos, con vientos en pendiente descendente. Se originan en el interior en las regiones desérticas del sur de California y el norte de Baja California y se producen principalmente en el otoño y el invierno.

La mayoría de los eventos de Santa Ana son causados por la alta presión en la Gran Cuenca y la menor presión frente a la costa. El aire de las áreas de alta presión fluye hacia las de menor presión, y el gradiente o diferencia causa los intensos vientos.

Cuando ese aire se mueve sobre las crestas y valles y hacia la costa de California, se calienta porque está bajo una presión creciente y una elevación más baja, dijo Mike Wofford, pronosticador del Servicio Meteorológico Nacional.

“Nuestros incendios más grandes y destructivos se producen en el mes de diciembre debido a los vientos”, dijo Imbrenda, la capitana de bomberos del condado de Los Ángeles.

El Servicio Meteorológico Nacional dijo que no puede predecir qué tan severos serán los vientos esta temporada, pero enviará alertas cuando las condiciones se vuelvan potencialmente peligrosas.

“Estamos empezando a entrar en ese período ahora”, dijo Wofford. “Si vemos que se desarrolla un patrón climático, tenemos un proceso en marcha para informar a los bomberos y darles la mayor cantidad de información posible”.

Los vientos de Santa Ana son más problematicos algunos años. El 2017 fue considerado particularmente un año muy malo, con ráfagas que alcanzaron 70 mph en el área del incendio de Thomas. En octubre de 2017 hubo 14 días de Santa Ana, más del doble que el promedio.

Como es típico durante el otoño, los departamentos de bomberos están preparando personal. El Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles pre-despliega equipos compuestos por varios camiones de bomberos en áreas propensas a la ignición y propagación rápida, como Santa Clarita y Malibu, donde las áreas de maleza se encuentran con estructuras y viviendas urbanas, dijo Imbrenda.

Las agencias están en constante comunicación con los departamentos de bomberos para ayudarlos a determinar dónde y cuándo desplegar sus recursos. Típicamente, el desarrollo de un viento de Santa Ana se puede pronosticar con una semana de anticipación, lo que da a los bomberos tiempo suficiente para reunir recursos.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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