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Promesas de lujo y riqueza que se esfuman: Los contrabandistas adolescentes enfrentan una dura realidad

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San Diego Union-Tribune

Al principio le hicieron muchas promesas.

Al joven de 16 años le prometieron pagar mil dólares por su primer viaje contrabandeando drogas a través de la frontera. Era el tipo de dinero que podría ayudar a la madre soltera del adolescente en Tijuana.

Le prometieron que no lo atraparían. Como estudiante que cruza la frontera diariamente para ir a la preparatoria en los Estados Unidos, era virtualmente invisible.

Le prometieron que lo protegerían si se metía en problemas.

“Pero no me estaban protegiendo”, el adolescente finalmente entendió. “Estaban protegiendo sus drogas”.

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Mientras él cuenta su historia en español en un video, con su rostro protegiendo su identidad en la sombra, el adolescente comienza a llorar.

Lo que lo derrumba no es reconocer que su propia vida fue dañada para siempre por un error de juventud, sino la vergüenza de que su error haya afectado a toda su familia.

“Mi familia no puede obtener SENTRI. Mi mamá está en deuda con el gobierno”, dijo. “Mis sueños se fueron completamente al sur. No tenía planes de estar aquí”.

El adolescente, junto con los agentes federales que produjeron el video, esperan que otros estudiantes aprendan de su error. El video es parte de una presentación que las autoridades están trabajando para llevar a las escuelas de San Diego, a lo largo de la frontera, para disuadir a los adolescentes de caer presos por las mentiras de los traficantes que intentan reclutarlos como mulas de drogas.

Pero cientos de adolescentes arrestados en los cruces fronterizos de California en los últimos años, ya han aprendido de la peor manera.

En el año fiscal 2017, Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) arrestó a 84 menores que contrabandeaban narcóticos. Esa cantidad parece mantenerse en el buen camino este 201, con 41 casos en los primeros seis meses.

San Diego vio un gran auge de contrabandistas adolescentes hace unos 10 años, y en ese entonces, la marihuana estaba siendo cambiada por metanfetamina en gran medida.

Actualmente, ha aumentado el tráfico de fentanilo, un fármaco tan potente que la sola absorción a través de la piel puede matar. Eso no ha impedido que los traficantes lo amarren a los cuerpos de adolescentes dispuestos e ingenuos.

“Los cárteles son como un negocio. Están usando todos los métodos que tienen. En este caso, solo utilizan niños porque pueden reclutarlos fácilmente”, dijo Dave Shaw, agente especial a cargo de las Investigaciones de Seguridad Nacional en San Diego (HSI). “Entonces, simplemente tiran tantos (jóvenes) como puedan en la frontera, esperando que algunos ingresen”.

Y muchos probablemente lo han hecho.

En un caso, un estudiante de Castle Park High School en Chula Vista, dijo a las autoridades que había contrabandeado drogas más de 20 veces, a veces dos veces en un día y que le pagaban alrededor de 400 dólares por viaje. Finalmente fue arrestado en julio, en el cruce peatonal de Otay Mesa, con más de un kilogramo de metanfetamina amarrado a sus piernas, de acuerdo con los registros judiciales. El adolescente también dijo a los investigadores que tenía varios amigos que también contrabandeaban drogas.

Los niños que más a menudo son reclutados para este tipo de trabajo son los que cruzan frecuentemente la frontera, típicamente ciudadanos mexicanos con tarjetas de cruce fronterizo que asisten a la escuela en los Estados Unidos, a menudo en los distritos cercanos a la frontera.

¿Qué los hace decir que sí? Algunos se dejan influir por la presión de los compañeros, al ser reclutados por amigos, mientras que otros pueden haber crecido en la cultura de las drogas y seguir los pasos de un hermano mayor. El adolescente en el video fue reclutado por el novio de su prima. Para la mayoría, sin embargo, es la recompensa lo que hace que valga la pena, el efectivo para la noche del baile de graduación o los nuevos zapatos o entradas para el concierto.

“Se dan cuenta de que su familia tiene problemas y no quieren pedirles dinero para sus propias cosas”, dijo la agente especial de HSI, Cynthia Estrella, quien ayuda a educar a los estudiantes sobre los peligros del contrabando.

El juicio de Phillip Junior Webb, de 18 años, proporciona información sobre cómo funciona el esquema.

En septiembre de 2017, dos jóvenes que fueron arrestados con metanfetaminas atadas a sus muslos, dijeron a las autoridades que estaban entre muchos menores reclutados por Webb, un compañero de Castle Park que vivía en Tijuana, según la denuncia. Dijeron que les ofreció 500 dólares a cada uno para cruzar las drogas, y que lo habían hecho con éxito en ocasiones anteriores. En muchos casos, los registros mostraron que Webb había cruzado la frontera minutos después de cada uno de ellos, según la denuncia.

Otro estudiante arrestado con metanfetaminas en la frontera, unas semanas más tarde, tuvo una historia similar: que había sido reclutado por Webb por 300 a 400 dólares, con el pago al menos una vez intercambiado en el baño de la escuela preparatoria. El adolescente dijo que había tratado de dejarlo en un punto, pero Webb lo alentó a continuar.

Luego, en octubre de ese año, un adolescente fue arrestado en San Ysidro con más de 2 libras de fentanilo amarrado a su espalda baja. Dijo que una amiga de Chula Vista High School le había pedido que lo hiciera por un amigo. Unos días después de la solicitud, recibió un mensaje de Facebook de alguien llamado “Anthony”. El adolescente dijo que había cambiado de opinión, pero “Anthony” lo amenazó con seguir adelante y dijo que sabía dónde vivía el adolescente, según la denuncia.

Los investigadores encontraron una conexión entre la amiga y Webb, y también notaron que Webb cruzó en el mismo puerto de entrada minutos después del adolescente, dice la denuncia.

Webb, que luego se transfirió a MAAC Community Charter School en Chula Vista, fue arrestado en mayo de 2018 cuando agentes de CBP encontraron a dos inmigrantes no autorizados en el maletero de su Nissan Maxima en San Ysidro, según la denuncia.

En otro caso reciente, Alejandro Barba, de 27 años, en San Diego, fue arrestado en mayo después de que los investigadores observaran que un adolescente entregaba lo que parecían ser drogas en el estacionamiento de San Ysidro High School, dijeron los fiscales. Una parada de tráfico reveló 11 libras de metanfetamina en el automóvil. El adolescente admitió que había obtenido las drogas de otro estudiante que las había pasado de contrabando a través de la frontera, según la denuncia.

Las drogas más comunes incautadas a los traficantes adolescentes son metanfetamina, heroína y cocaína. Pero el fentanilo, un opioide sintético que es hasta 100 veces más potente que la heroína, ha comenzado a aparecer en la frontera.

Considere el enfoque de guerra relámpago que los traficantes tomaron durante la última semana de marzo.

El martes por la tarde, un ciudadano estadounidense de 16 años caminó a través del cruce peatonal oeste de San Ysidro y fue detenido cuando un oficial de CBP notó un bulto en su espalda. Una palmada hacia abajo reveló dos paquetes de fentanilo, 5 libras en total, atados a su cuerpo.

Un par de días más tarde, una menor de 17 años que cruzaba al mediodía por los carriles SENTRI de San Ysidro en un Volkswagen Beetle, fue arrestada después de que los perros alertaran ocho paquetes de fentanilo y siete paquetes de cocaína escondidos en un panel trasero.

La noche siguiente, un joven de 17 años, de México, fue detenido en el cruce fronterizo peatonal este de San Ysidro con dos paquetes de fentanilo (4 libras en total) atados a su cuerpo.

Y a la noche siguiente, dos adolescentes más, de 15 y 17 años, pasaron por el cruce peatonal oeste con paquetes de fentanilo de tamaño similar.

El valor comercial combinado de los decomisos fue de 1.34 millones de dólares, según CBP.

Las autoridades dicen que los traficantes a menudo envían a las mulas adolescentes en grupos, tal vez para desviar la atención de algunos si otros son atrapados. A veces, las guías también se cruzan con los adolescentes para vigilar de cerca el producto y asegurarse de que nadie abandone el trato.

Consecuencias

Los casos contra adolescentes de 17 años o menos, son procesados por la Oficina del Fiscal del Distrito. Las penas pueden variar según las circunstancias y la persona involucrada, pero pueden incluir multas, semanas o meses en la cárcel para menores —que los padres pagan— y programas de rehabilitación.

Luego están las consecuencias más duraderas que podrían ser menos obvias, pero potencialmente más devastadoras, incluyendo la pérdida de su licencia de conducir, tarjeta de cruce fronterizo, pase SENTRI, pases SENTRI de sus padres, así como oportunidades para obtener préstamos universitarios, enlistarse en el ejército o convertirse en ciudadano estadounidense naturalizado.

“Tienes todas estas cosas que perder, pero lo más importante es que vas a impactar a tu familia”, dijo la asistente de la fiscalía Sherri Hobson, que procesa casos de contrabando de drogas.

Para los mayores de 18 años, muchos de los cuales son reclutados en clubes nocturnos de Tijuana, puede significar algunos años en prisión y un delito grave en su registro. Esos casos generalmente son procesados por la fiscalía federal.

Las sentencias para los infractores por primera vez pueden variar según el tipo y la cantidad de droga. Por ejemplo, un caso reciente contra un hombre sorprendido con 38 libras de cocaína en su vehículo, terminó con una sentencia de prisión de poco más de tres años.

Algunos adultos jóvenes atrapados como mulas de drogas en el pasado, evitaron el tiempo de prisión en virtud de un programa que se centró más en la rehabilitación que en el castigo. Bajo el programa, los acusados elegibles se declararon culpables de un delito grave, pero al triunfar en la escuela o el trabajo y completar otros requisitos, el delito no se incluirá en su registro.

Samantha, de 23 años, sigue agradecida de que se le haya dado la oportunidad de lo que ella llama “una nueva vida”.

La mujer, de Pennsylvania, estaba sumida en su adicción a la heroína en 2013, cuando fue arrestada en la frontera con 100 gramos de cocaína escondidos en su vagina.

Estaba tan drogada que apenas podía caminar y había seguido las instrucciones de su traficante de drogas, dijo.

Después de completar con éxito el programa, ella continúa trabajando como representante de ventas para una compañía de cuidado de la piel y está libre de su adicción, dijo.

En 2018, los fiscales dejaron de ofrecer el programa para delitos de drogas.

“Los narcóticos, especialmente los narcóticos duros, son una amenaza significativa y no apropiados para el programa”, dijo la asistente de la fiscalía Linda Frakes.

Samantha ofreció esta advertencia a cualquier joven que considere una oferta de contrabando: “No vale la pena. No me importa si te ofrecen 2,000 o 4,000 dólares. No vale la pena”.

Nancee Schwartz, una abogada defensora que comenzó el programa, dijo que fue increíblemente exitoso con los casos de drogas.

“Lo que vemos al final del año es que estos clientes ahora están trabajando, yendo a la escuela. Tienen medios alternativos para ganar dinero. Ese es el objetivo”, dijo ella. “Está destinado a proporcionar responsabilidad y recursos que cambiarían una vida. Eso es lo que vimos, y esa es la verdadera tragedia de no continuar el programa”.

Participación

Cuando las autoridades notaron un repunte en el tráfico de drogas en adolescentes entre 2007 y 2008, las agencias policiales se reunieron y comenzaron a realizar presentaciones en las escuelas preparatorias de San Diego y Chula Vista, cerca de la frontera, para darles una idea de la realidad.

La presentación incluyó fotografías gráficas y sangrientas de las víctimas de la violencia relacionada con las drogas, un recordatorio de la brutalidad con que los adolescentes se exponen a medida que se adentran en el mundo del narco.

El adolescente en el video dijo que trató de salir pero no pudo, hasta que fue arrestado. Incluso ahora dijo que le preocupa que su pasado lo alcance. Los traficantes hicieron una copia de su identificación antes del primer viaje de contrabando.

Después de varias presentaciones, los arrestos de contrabandistas adolescentes en la frontera de California disminuyeron y los funcionarios lo acreditan en gran parte al éxito del programa de extensión.

Desde 2009, CBP, HSI, fiscales y la policía de San Diego han visitado más de 60 escuelas en el condado bajo Project Crossing Guard.

El alcance se ha reducido en los últimos años, pero se está renovando a medida que las detenciones continúan aumentando y el fentanilo sigue representando una amenaza tan grave.

Recientemente, la Oficina del Fiscal Federal, la Administración Antidrogas y la Oficina del Fiscal del Distrito fueron a MAAC para tratar de comunicarse con los menores antes de que salieran de la escuela para el verano.

La presentación incluyó un nuevo elemento: testimonio emocional de padres que han perdido hijos por sobredosis de drogas.

Hobson, el fiscal federal, dijo que obliga a los adolescentes a enfrentar la pregunta: “¿A quién mataste hoy contrabando de drogas?”

Las autoridades esperan realizar varias presentaciones más en el próximo año escolar.

“Las escuelas deben despertarse y aceptar lo que está sucediendo”, dijo Hobson sobre el esfuerzo de divulgación.

Davis escribe para el U-T.

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