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Un gran jurado investiga al ginecólogo de la USC acusado de abusar sexualmente de cientos de pacientes

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Los fiscales del condado de Los Ángeles convocaron a un gran jurado para escuchar las pruebas acerca del doctor George Tyndall, el ginecólogo de la USC acusado de abusar sexualmente de cientos de pacientes durante tres décadas en una clínica de salud del campus, según dos fuentes familiarizadas con el caso.

El panel comenzó a llamar testigos en noviembre, informaron las fuentes a The Times. El 5 de diciembre, los reporteros observaron al fiscal especialista en delitos sexuales que supervisa la investigación conversar con los empleados de la clínica, en el exterior de la sala del gran jurado, dentro de una corte penal del centro de Los Ángeles. Uno de los empleados de la clínica permaneció en la sala del gran jurado durante más de 90 minutos, mientras que a otros se les pidió que regresaran más tarde para testificar.

El procurador, fiscal adjunto de distrito Reinhold Mueller Jr., declinó hacer comentarios sobre el gran jurado, pero confirmó que él y otros dos colegas fueron asignados al caso.

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“Nuestra oficina está revisando minuciosamente todas las denuncias que nos han presentado”, aseguró Mueller a The Times.

Tyndall, de 71 años, negó todo mal proceder. Su abogado, Leonard Levine, se negó a comentar, pero en una declaración indicó que “Tyndall está dispuesto a cualquier examen justo y objetivo de su conducta mientras fue empleado como ginecólogo en la USC”.

Los detectives del LAPD han recolectado evidencia en el caso desde mayo, cuando The Times reveló que el médico había sido acusado repetidamente de tocar inapropiadamente a las pacientes y hacer comentarios sugerentes sobre sus cuerpos.

Un equipo de investigadores recorrió el país durante este verano y otoño, entrevistando a decenas de exalumnas sobre sus experiencias con Tyndall. Los detectives también examinaron las pruebas incautadas en el departamento del médico y un casillero de almacenamiento, en una redada realizada a principios de 2018.

Finalmente, los detectives presentaron 85 casos a los fiscales por posibles cargos criminales, según un portavoz de la oficina del fiscal de distrito del condado de Los Ángeles.

Una mujer que trabajó con Tyndall durante varios años afirmó que la llamaron para presentarse ante el gran jurado en noviembre. “Tenían muchas preguntas. Muchas preguntas”, remarcó, e indicó que un fiscal le pidió que no discutiera los procedimientos.

Es poco común que los fiscales estatales intenten una acusación de gran jurado. La mayoría de los sospechosos son acusados en documentos judiciales, y los fiscales luego presentan su caso a través de testimonios de testigos en una audiencia pública preliminar. Los acusados pueden presentar una defensa y llamar a sus propios testigos. Depende del juez decidir si hay pruebas suficientes para un juicio.

Sin embargo, los procedimientos del gran jurado son secretos y, en muchos casos, los acusados y sus abogados ni siquiera saben que están ocurriendo. No hay interrogatorios cruzados de testigos.

La exfiscal de delitos sexuales Robin Sax, quien trabajó en la oficina del fiscal de distrito del condado de L.A. durante una década, afirmó que los grandes jurados pueden permitir que los procuradores evalúen la credibilidad de las víctimas con discreción. “Se convierte prácticamente en la imitación del juicio [del fiscal de distrito]”, indicó Sax, quien ahora se dedica a la práctica privada. “Si [una víctima] no puede enfrentarse solo a las preguntas del procurador de distrito, entonces tendrá problemas serios cuando sea un abogado defensor el que haga preguntas”.

Los grandes jurados también pueden acelerar el progreso de los casos, agregó por su parte Patrick Dixon, el exjefe de operaciones especiales y delitos mayores en la oficina del fiscal de distrito del condado de L.A. “Por lo general, una audiencia ante un gran jurado que toma una semana puede demorar dos, tres o cuatro semanas en una audiencia preliminar, debido al contrainterrogatorio”, explicó Dixon.

Parte de la evaluación de la fiscalía de distrito en el caso Tyndall implica volver a entrevistar a cada una de las presuntas víctimas, remarcó Mueller. Esas entrevistas son estándar en los casos de delitos sexuales y permiten que las presuntas víctimas se sientan cómodas con los fiscales, y que estos tengan una idea de su credibilidad y eficacia potencial como testigos, aclaró. “Estamos revisando activamente toda la evidencia”, dijo.

En el caso Tyndall hay aspectos únicos. La mayoría de las cientos de mujeres que lo acusaron formalmente de cometer un delito lo hicieron solo después de leer la investigación del periódico. Algunas afirmaron que Tyndall fue el primer ginecólogo que visitaban y que, en ese momento, no tenían ningún punto de referencia para lo que era apropiado en términos de contacto y comentarios por parte de un médico.

Fueron principalmente los empleados de la clínica que acompañaban a Tyndall durante los exámenes físicos quienes lo reportaron a los administradores universitarios. En noviembre, los detectives de LAPD y Mueller, el fiscal principal, visitaron el campus de la USC para reunirse con el personal del Engemann Student Health Center, según una fuente que asistió a la reunión.

A un grupo de empleados, incluidas enfermeras, auxiliares médicos y doctores, se les explicó a grandes rasgos el proceso del gran jurado y se les dijo que probablemente serían citados para comparecer.

En octubre, la USC anunció que pagaría $215 millones para resolver una demanda colectiva presentada en nombre de las pacientes de Tyndall, la primera en lo que se espera sean una ola de indemnizaciones derivadas del caso.

El reportero Richard Winton contribuyó con este informe.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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