Anuncio

Busca Justin Timberlake el resurgimiento

Share

Cuando la estrella del pop durante un gran concierto cae de rodillas, tu piensas que se esté conectando con alguna emoción primitiva, o al menos caracterizando esa experiencia de una manera convincente.

Esa no fue la sensación que Justin Timberlake transmitió durante su último concierto en el Staples Center.

Arrodillado al final de “Mirrors”, el cantante conocido como uno de los intérpretes más dinámicos del pop en vivo, hizo que nos preguntaramos si necesitaba un poco de descanso para terminar la canción.

Anuncio

El concierto del pasado domingo fue parte de la gira mundial de Timberlake detrás de su álbum “Man of the Woods”, que salió el año pasado con críticas tibias, y muchas, muchas bromas sobre su guardarropa campirano, poco antes de su aún más criticada actuación de medio tiempo en el Super Bowl LII. (Recordarás la proyección de Prince sobre lo que parecía una sábana gigante).

Para empeorar las cosas, una lesión en sus cuerdas vocales el otoño pasado obligó a Timberlake a posponer muchas fechas, incluyendo la del Staples, donde originalmente estaba programado para tocar en noviembre.

Ahora que está de vuelta en el camino, la tarea que tiene por delante es muy importante. Claramente está buscando un resurgimiento.

“Sé que me llevó un tiempo llegar, pero ahora estamos aquí”, dijo, después de interpretar “Mirrors”.

Al mismo tiempo, no quiere que lo vean cediendo ante quienes se burlaron de su arraigo en “Man in the Woods”, donde se buscaba mostrar el origen de este nativo de Memphis como un orgulloso sureño, pero sólo ofrecían clichés superficiales en apoyo a esa idea.

Cantó ocho canciones del álbum, como para insistir en que no se ha dado por vencido.

Sin embargo, Timberlake no estaba a la altura del difícil trabajo que se había propuesto.

Para empezar, su voz está obviamente dañada. Una y otra vez el pasado domingo, cantaba la primera mitad de una línea, y luego dejaba que sus coristas (o el público) tomaran el relevo.

Y su baile era igualmente débil, con prácticamente nada de las chispas que mostró por primera vez a finales de los 90 como miembro de ‘N Sync; estaba marcando movimientos en lugar de ejecutarlos completamente, y el resultado fue que se sentía como si se estuviera viendo un ensayo.

La falta de energía de Timberlake no estaba en sintonía con la de su banda en vivo, los Tennessee Kids, y con el impresionante diseño de producción, que incluía un escenario largo en forma de S que se extendía de un extremo a otro de la arena.

También hubo una verdadera fogata, alrededor de la cual Timberlake y sus músicos se reunieron, después de haberse sumergido entre bastidores para ponerse jeans y franelas, para una versión acústica de “Morning Light”.

Por supuesto, los ingeniosos trucos escénicos sólo podían distraerte hasta cierto punto de canciones tan endebles como “Midnight Summer Jam” y “Montana”, esta última acompañada en una pantalla de vídeo con imágenes dolorosamente fiel a la realidad de alces y bisontes.

¿No aprendió nada Timberlake cuando salió “Man of the Woods”?

Afortunadamente, no hizo cambios a los viejos éxitos como “SexyBack” y “Señorita”. Pero incluso cuando las canciones eran más fuertes, sus interpretaciones no lo eran; cerca del final del espectáculo, cantó “Rock Your Body” y “Like I Love You” con tanta prisa que prácticamente se podía oler el Vicks VapoRub que le esperaba en su camerino.

Debo decir aquí que miles de personas parecían estar pasando un gran momento. De hecho, la capacidad de Timberlake de llenar un espacio del tamaño del Staples en una noche de escuela, es prueba de que “Man of the Woods” no dañó tanto su carrera.

Hubo varios momentos culminantes, incluyendo un encantador “Until the End of Time”, para fomentar la promesa de que recuperará su magia creativa.

Pero lo que es indiscutible es que Timberlake, después de años de estar a la vanguardia del pop comercial, ha caído del frente; ya no compite con Lady Gaga o Ariana Grande o Beyoncé (su compañera de dúo en una versión de estudio de “Until the End of Time”), sino que simplemente satisface la demanda del mercado de entretenimiento moderado. Lo que puedes imaginarte que es duro para él, tal vez más duro que perder su instrumento vocal por un tiempo.

Además de lo que podría haber sucedido con su salud, se podía sentir esa ansiedad durante todo el concierto; Timberlake tenía el aspecto de alguien que no quería estar allí, pero que sabía, que no estar allí sería aún peor.

Así que quizás de rodillas, mientras cantaba “Mirrors”, estaba accediendo a un sentimiento primario después de todo, no amor o arrepentimiento u obsesión, sino el miedo sigiloso a la irrelevancia.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí

Anuncio