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Regresa Trump a casa para enfrentar acusaciones de Cohen, tras cumbre fallida

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El presidente Trump, voló de regreso a casa el pasado jueves después de su fallida cumbre nuclear con Corea del Norte, para enfrentar una nueva ronda de problemas, ya que los miembros del Congreso prometieron dar seguimiento a las acusaciones de Cohen contra el presidente, de haber cometido posibles irregularidades y delitos.

El explosivo testimonio de Michael Cohen, el pasado miércoles, ante el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes, dio material para que los demócratas sigan investigando el papel de Trump en supuestos esquemas de fraude de seguros bancarios y evasión fiscal.

También están investigando los supuestos pagos a finales de 2016, por $ 280.000 a dos mujeres para silenciarlas sobre su relación con Trump. Los fiscales han dicho que el acto violó la ley de financiamiento de campañas.

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Las acusaciones detalladas de Cohen prepararon el escenario para que los comités convoquen a otros miembros de la administración Trump, incluido el principal contador de la Organización Trump, Allen Weisselberg y el ejecutivo Matthew Calamari, para fundamentar o refutar sus afirmaciones.

Donald Trump Jr. e Ivanka Trump, los hijos mayores del presidente, también podrían ser llamados a Capitol Hill para declarar.

“Vamos a dar seguimiento a este testimonio”, dijo el congresista Elijah E. Cummings (D-Md.), presidente del Comité de Supervisión. “Haremos las cosas de manera metódica y cuidadosa”.

Cummings, dijo que, los demócratas no se apresurarían hacia procedimientos de juicio político en la Cámara de Representantes, a pesar de la insistencia de algunos activistas liberales. “Ninguno de nosotros mencionó la palabra juicio político durante la audiencia”, dijo.

Por su parte, Trump le dijo a los reporteros antes de abandonar Vietnam que Cohen “mintió sobre muchas cosas”.

El presidente dijo estar “impresionado” de que Cohen admitiera no tener pruebas directas de una conspiración entre su campaña y el Kremlin en las elecciones de 2016, tal como él siempre ha insistido.

Los republicanos en el comité, intensificaron sus ataques contra la credibilidad de Cohen. En una carta, le preguntaron al fiscal general, William Barr, si investigará que Cohen pudiera haber cometido perjurio en la audiencia diciendo, entre otras cosas, que no quería un puesto en la Casa Blanca tras el triunfo de Trump a la presidencia.

Es poco probable que la medida descarte los planes de los demócratas de usar la aparición de Cohen en el Capitolio como punto de partida para una serie de investigaciones de comités que pronto podrían socavar la administración del presidente.

La audiencia también dejó en claro que Trump podría enfrentar un mayor riesgo legal por parte de los fiscales federales en Manhattan, una vez que obtengan el informe del abogado especial Robert S. Mueller III, quien está investigando principalmente la intromisión rusa en la elección.

Cohen está cooperando tanto con Mueller como con los fiscales de Nueva York, con la esperanza de reducir su sentencia de tres años de prisión por mentir al Congreso, violaciones de financiamiento de campañas, evasión de impuestos y fraude bancario. Está programado para presentarse en prisión el 6 de mayo.

El testimonio de Cohen, obviamente distrajo a Trump en Hanoi. “Traté de ver todo lo que pude” en la televisión, manifestó a los reporteros, entre las reuniones con el líder norcoreano, Kim Jong Un, en una cumbre que finalmente no llegó a ningún acuerdo.

Ni Trump, ni sus aliados en el comité, rebatieron las acusaciones específicas de Cohen sobre pagos en efectivo o irregularidades financieras.

“Ningún republicano ha tratado de defender al presidente sobre estas acusaciones, y en mi opinión, esto es algo que debería preocupar a la Casa Blanca”, afirmó a ABC News, Chris Christie, quien se desempeñó como abogado de Estados Unidos en Nueva Jersey antes de ser elegido gobernador en ese estado.

Abogados y expertos legales dijeron que el testimonio de Cohen no selló el caso contra el presidente.

“La audiencia fue un gran espectáculo, pero legalmente, no ofreció nada nuevo con que pudieran trabajar los fiscales”, dijo Louis Shapiro, un destacado abogado de Los Ángeles que maneja casos federales de alto perfil.

Jonathan Meyer, ex asistente del fiscal general adjunto en el Departamento de Justicia, dijo que lo declarado por Cohen era “una pieza entre muchas otras pruebas que, en conjunto, podrían ser útiles”.

Los investigadores generalmente quieren un rastro tangible, como correos electrónicos y mensajes de texto, para delinear una conspiración criminal. Cohen afirma haber grabado a Trump en el teléfono, pero dijo a los legisladores que no tenía cintas donde Trump le pidiera mentir.

Cohen mostró una copia de un cheque por $ 35.000, firmado por Trump en agosto de 2017. Dijo que era un reembolso parcial por los $ 130.000 que le pagó a Stormy Daniels para que guardara silencio sobre su presunta aventura con Trump. Cohen también hizo los arreglos para que el National Enquirer le pagara $ 150.000 a Karen McDougal, otra supuesta amante.

“Ningún fiscal confiaría únicamente en Cohen para condenar a Trump”, dijo Steve Levin, un ex fiscal federal. “Es por eso que la corroboración es tan importante. Y la tiene”.

Los aliados de Trump minaron la credibilidad de Cohen durante la audiencia, y señalaron repetidamente que había mentido previamente al Congreso, a los bancos y al Servicio de Recaudación de Impuestos.

Cohen, les dió de qué hablar a sus críticos, tras el acalorado intercambio de palabras con el congresista Jim Jordan (R-Ohio), el principal republicano del comité.

Jordan acusó a Cohen de arremeter contra Trump porque “no recibió un tajo del pastel” y no le ofrecieron un trabajo en la Casa Blanca. Cohen lo negó repetidamente e insistió en que obtuvo la posición que quería.

“Obtuve lo que quería, ser abogado personal del presidente”, dijo.

Varios republicanos aliados de Trump intervinieron en Twitter y en entrevistas para sugerir lo contrario.

“Michael Cohen pidió ... no, ¡ME ROGÓ INSISTENTEMENTE, pedirle al presidente de EE.UU que le diera trabajo en la Administración!”, tuiteó el pastor Darrell Scott, un partidario de Trump.

David Bossie, un asesor externo del presidente, tuiteó: “Cohen me pidió que apoyara su esfuerzo para ser Jefe del Estado Mayor, cuando ayudé a dirigir el Equipo de Transición Presidencial. Hoy cometió perjurio”.

Lanny Davis, un abogado de Cohen, dijo que “testificó con sinceridad”. Davis calificó la referencia criminal de los republicanos como “un mal uso del sistema de justicia penal, disfrazado de puro partidismo”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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