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El temor a la bacteria E. coli sigue atormentando la cosecha de lechuga romana del desierto

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Los campesinos que cultivan lechuga en los desiertos de EE.UU. especialmente en el sudoeste del país, afrontarán el escrutinio federal durante el período de cultivo de invierno, con el objetivo de prevenir el tipo de contaminación con la bacteria E. coli que en 2017 provocó la muerte de cinco y enfermó a otras 205 personas.

La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) por primera vez probará rutinariamente las muestras de lechuga romana que vienen del Río del Colorado, entre Arizona y California, que comenzará su cosecha en noviembre y seguirá hasta abril.

Los campesinos en ambos estados también han prometido que tratarán el agua de regadío por canales que pasan a menos de 400 pies de una zona ganadera, y triplicarán la distancia entre sus campos y las zonas de alimentación de ganado.

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El FDA ha dicho que en Wellton, Arizona, un almacén de comida para ganado podría haber sido la causa del brote de la bacteria que se extendió a 36 estados durante la primavera pasada.

Después de un edicto de administración Trump para aliviar las regulaciones en todas las industrias, la agencia anunció en octubre más retrasos en las regulaciones que se expedirían como normas de seguridad para el agua con la que se irrigan las cosechas.

El 1 de noviembre, la FDA envió una advertencia a los departamentos estatales agrícolas en la que resaltó que el brote “muestra que nuestras formas de prevenir la contaminación de vegetales deben cambiarse para proteger la salud pública”.

Los grupos cuasi gubernamentales formados por ambos estados para hacer cumplir reglas federales de seguridad, contestaron el 2 de noviembre que ellos están muy por delante de las regulaciones de la FDA.

“La industria tomó la situación muy seriamente. Tomamos medidas para levantar una elevada barra para la seguridad alimentaria”, dijo Scott Horsfall, presidente de California Leafy Greens Marketing Agreement, que fue formada después del brote mortal de E. coli en los cultivos de espinaca del Valle de Salinas, en 2006.

“Pienso que los consumidores pueden tener la seguridad de que la industria hace todo esto para garantizar que sus productos son seguros”, añadió Horsfall.

Los expertos de seguridad alimentaria sin embargo están escépticos, en gran parte porque el peligro se extiende a áreas donde FDA ha limitado su jurisdicción, incluyendo alimentos para ganado que son supervisados por el Departamento de Agricultura.

“Sarah Sorscher, Directora Adjunta de Asuntos Regulatorios del Centro para la Ciencia en el Interés Público dijo que “no hay nada ilegal en tener O157: H7 en tu ganado. Simplemente no puedes tenerlo en tu carne”.

Horsfall dijo que los productores de verduras y la industria de la carne de res están al menos hablando sobre el problema.

“Ciertamente hay más comunicación entre la industria de la carne y la industria de productos agrícolas de la que he visto en el pasado, y creo que eso es algo bueno”, dijo.

Horsfall dijo que la FDA se ha sometido a la ley de seguridad alimentaria. “Todos nuestros productores de verduras de hoja verde deben aprobar su examen mensual”, dijo. “Le corresponderá al gobierno tener sus registros finales a tiempo y en orden”.

El Departamento de Alimentos y Agricultura de California dijo que ha aumentado sus auditorías de la producción de alimentos en un 30% y está presionando para garantizar que no fracasen.

La cepa mortal de E. coli que enfermó a 210 personas se encontró en varias muestras de prueba a lo largo de un tramo de 3.5 millas de un canal de riego centrado alrededor de un lote de alimentación de ganado en Wellton, según el informe final de la FDA.

El canal se usó para mezclar pesticidas que se rociaron en los cultivos, que también se dañaron durante una helada, lo que los hace más susceptibles a las infecciones, dijo la FDA en el informe.

La agencia dijo que cree que la fuente de la bacteria estaba de una zona cercana.

La FDA no identificó el lote, pero su mapa coincide con las imágenes satelitales del lote de alimentación McElhaney, entonces propiedad de la sucursal estadounidense de JBS de Brasil, el mayor procesador de carne de res y de cerdo del mundo. Ningún otro lote está ubicado a lo largo de la curva del canal, y varias fuentes confirmaron su identidad a Los Angeles Times.

El brote se reportó por primera vez en marzo, según la FDA, que agregó que las bacterias podrían haber estado en el canal durante varios meses antes de los primeros casos.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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