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Expertos de UCLA predicen que la economía de EE.UU. se desacelerará en 2019 y 2020

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Estados Unidos está “jugando con fuego” al iniciar una guerra comercial con China, y su crecimiento económico caerá en picada en los próximos dos años a medida que el estímulo de los recortes impositivos y los aumentos en el gasto decrezcan, y las tasas de interés se incrementen, según un nuevo pronóstico de la UCLA Anderson School of Management.

“La economía está en proceso de desacelerarse del 3% en el crecimiento del PIB real de este 2018 al 2% en 2019, y al 1% en 2020”, advirtió el economista sénior David Shulman, autor del pronóstico nacional del grupo.

¿Y las repetidas predicciones del presidente Trump de que la economía crecerá del 4% al 6%? “No va a suceder”, respondió Shulman. “Creemos que va a desacelerarse mucho más de lo que sostiene el equipo del presidente. Por lo general, las administraciones, ya sean republicanas o demócratas, son más optimistas que otros pronosticadores. Pero la administración Trump ha exagerado más que otras”.

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Junto con la reducción del producto interno bruto, es probable que el crecimiento del empleo se hunda del alza promedio de 190,000 al mes este 2018 a 160,000 al mes el próximo año, y a un mucho más débil 40,000 al mes en 2020, según la perspectiva de UCLA.

En cuanto al desempleo, se predice que disminuirá a 3.5% durante la mayor parte de 2019, desde el actual 3.7%, y luego crecerá gradualmente al 4% para fines de 2020.

El informe trimestral de la UCLA, una de las perspectivas económicas más consultadas de California y la nación, se presentará en una conferencia en el campus, brindada por expertos financieros de la industria y académicos.

El pronóstico, aunque es más pesimista que otros, señaló Shulman, se correlaciona aproximadamente con las evaluaciones de diversos economistas privados.

“Es probable que el crecimiento se desacelere significativamente el próximo año”, según Goldman Sachs, en su perspectiva para 2019, que fue dada a conocer en noviembre. “Consideramos que las condiciones financieras más estrictas y un estímulo fiscal decreciente serán los motores clave de la desaceleración”.

La actualización económica de J.P. Morgan de diciembre advirtió sobre varios riesgos. “Las tensiones comerciales pueden dar por resultado una desaceleración en el crecimiento global”, señaló. “La Reserva Federal podría restringir la política monetaria de manera demasiado agresiva. El débil crecimiento de la fuerza laboral podría obstaculizar la expansión económica en el futuro”.

La sección de California del pronóstico, redactada por los economistas Jerry Nickelsburg y William Yu, predice que la tasa de desempleo del estado aumentará a un promedio de 4.5% en 2020, en comparación con el 4.1% de noviembre. Se espera que el incremento de la nómina disminuya del 2% este 2018 al 1.5% el próximo, y al 0.9% en 2020.

“Estamos en pleno empleo, por lo que nos estamos quedando sin trabajadores”, expuso Nickelsburg. “No hay una gran cantidad de personas desempleadas a las que se pueda recurrir”.

Y el hecho de que la nómina esté creciendo más rápido que la fuerza laboral puede significar que las empresas pasan a los trabajadores contratados a empleados de planta para retenerlos, agregó.

Se prevé que el crecimiento de los ingresos personales de California, ajustado por inflación, se ubicará en el rango superior del 3% en 2019 y se enfriará a poco menos del 3% en 2020. La construcción de viviendas se acelerará a aproximadamente 140,000 unidades por año para el final del horizonte del pronóstico en 2020, desde las 125,100 este 2018.

Shulman, exdirector administrativo de Lehman Bros. y exdirector de investigación y estratega de capital de Salomon Bros., ve una “turbulencia financiera por delante” para Wall Street. “La reciente volatilidad en los precios de las acciones parece indicar que la era de los mercados financieros benignos a los que nos hemos acostumbrado en los últimos años está llegando a su fin”, escribió.

¿Los riesgos más graves? “Las empresas con exceso de apalancamiento y la escalada de las tensiones comerciales, especialmente con China”, remarcó. “Si bien la política de tasas de interés en cero y bajas de la Reserva Federal ayudó a sacar a la economía de la Gran Recesión y luego estimuló el crecimiento, indujo a las corporaciones a apalancarse” o a adquirir deuda.

“Por ejemplo, AT&T pidió prestados $190 mil millones para financiar sus adquisiciones de Time Warner y DirecTV. La compañía está lejos de ser la única; Bayer, Verizon Communications, Abbott Laboratories, Walgreens Boots Alliance, CVS y Broadcom también hicieron adquisiciones similares, financiadas con deuda”.

La oleada de compras financiada por deuda “tiene el potencial de desencadenar la próxima recesión”, explicó Shulman. “Tengamos en cuenta que las últimas tres recesiones tuvieron su origen en los mercados financieros. La de 1990 fue causada por los préstamos demasiado entusiastas en bienes raíces comerciales y la construcción excesiva de centros comerciales. En 2001, fue demasiada exuberancia del mercado de valores en acciones de tecnología y telecomunicaciones. En 2007, fue el mercado hipotecario. Esta vez el tema es el crédito corporativo”.

Trump puede tomar crédito por una economía en auge este año, expuso Shulman, “pero vamos a pagar con déficits de billones de dólares por mucho tiempo. El estímulo de los recortes de impuestos y los aumentos en el gasto fueron exagerados, y sus efectos disminuirán el próximo año. Toda la economía lo pagará con una amortización de deuda más alta en déficit”.

En el frente comercial, agregó, “las guerras comerciales suelen escalar. Una guerra arancelaria significa un crecimiento más lento y precios más altos, una fórmula para la estanflación. No es una imagen alegre, y puede terminar con inflación y recesión”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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