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Sin las multas de Obamacare, muchos están planeando abandonar sus planes de salud. Las consecuencias podrían ser nefastas

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El seguro del coche de Dana Farrell está vencido. También lo está el seguro de su casa. Debe los impuestos sobre la propiedad. Y ahora es tiempo de renovar su cobertura de salud. Pero ahí es donde Farrell, un ex trabajador social de 54 años, está llegando a su límite.

“He estado retirado dos años y mis ahorros se han terminado. Estoy al límite”, dijo este hombre residente de Murrieta. Así que Farrell planea –aunque no le gusta mucho la idea— cancelar su cobertura de salud en 2019 porque la multa de la Ley de Cuidado de Salud Asequible por no tener seguro, desaparecerá.

Esa multa —que puede llegar a miles de dólares anuales— fue una razón clave por la que Farrell, que se considera saludable, mantuvo su cobertura. Ahora, “¿por qué hacerlo?”, se pregunta. “No tengo ningún problema de salud importante y tengo muchas facturas que acaban de aparecer. No puedo permitirme el lujo de seguir pagándolo”.

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Farrell se encuentra entre los millones de personas que probablemente abandonarán su seguro médico debido a una disposición en el proyecto de ley fiscal republicano del 2017, que deroga la sanción fiscal de Obamacare, a partir de 2019, mediante la desaparición de las multas.

La Oficina de Presupuesto del Congreso estimó que la revocación de la sanción movería a 4 millones de personas a abandonar su seguro de salud el próximo año —o a no comprarlo— y a 13 millones en 2027.

Algunas personas que desde el principio odiaban la Ley de Cuidado de Salud Asequible u Obamacare como a menudo se le llama; dejarán su cobertura como una declaración política. Para gente como Farrell, es simplemente una cuestión de dinero.

Desde que Farrell comenzó a comprar su propio seguro a través del mercado abierto en 2016, su prima mensual se ha incrementado en alrededor de $200, dice, y soporta el costo total de su prima porque no califica para los créditos fiscales federales ACA. En 2019, dice, su prima habría subido a unos $600 al mes.

En cambio, planea pagar en efectivo por sus visitas al médico a unos $80 cada una, y por cualquier medicamento que pueda usar, todo el tiempo rezando para que no tenga un accidente automovilístico o una emergencia médica.

“Es una situación en la que mucha gente se encuentra”, dijo Miranda Dietz, autora principal de un nuevo estudio que proyecta cómo la finalización de la pena afectará a California.

En marzo, el 88% de los 1.4 millones de personas inscritas en el programa Covered California, recibieron ayuda financiera en forma de créditos fiscales. Sin embargo, personas como Farrell, cuyos ingresos son demasiado altos para calificar para créditos tributarios, son especialmente vulnerables, dice Dietz, un asociado de investigación y políticas del Centro de Investigación y Educación Laboral de la UC en Berkeley. Individuos con sus características deben pagar la totalidad de la prima ellos mismos.

Las primas, incluso para un plan de bronce con un deducible de más de $6,000, son enormes en algunos casos, dijo Dietz. “El estado ha hecho un gran trabajo al implementar la ACA”, dijo, “pero todavía hay californianos que encuentran el seguro fuera de su alcance”.

Hasta 450,000 californianos más podrían no estar asegurados en 2020 como resultado del fin de la multa, y hasta 790,000 más para 2023, lo que aumenta la tasa de falta de seguro del estado para los residentes menores de 65 años a 12.9%, según el estudio. El mercado individual sería el que sufriría las mayores pérdidas.

Covered California predice que la inscripción en el mercado individual —tanto dentro como fuera del mercado— podría caer en un 12% en 2019, dijo el portavoz de la agencia James Scullary.

Los funcionarios de Covered California también culpan al final de la sanción del 3.5% de un total de 8.7% de aumento medio de las primas, porque la salida de algunas personas sanas del mercado conducirá a un fondo de seguros con más personas enfermas y por lo tanto más costoso.

El seguro de salud puede ser difícil de pagar, pero estar sin seguro, puede ser una “mala apuesta”, aseguró Scullary. Téngalo en cuenta: Más de 22,000 personas inscritas en Covered California se fracturaron, dislocaron o torcieron brazos u hombros en 2017, y 50,000 fueron diagnosticadas o tratadas por cáncer, explicó.

“Sabemos que ninguna de esas personas comenzó el año pensando, ‘me voy a romper el brazo’ o ‘este año me va a da cáncer’” dijo.

Si está considerando abandonar su plan y arriesgarse a las devastadoras consecuencias financieras de un gasto médico inesperado, verifique primero si puede reducir su prima. “Un gran error para la gente es mirar el aviso que reciben por su seguro de salud actual y ver que está subiendo mucho y luego levantan las manos y deciden que van a quedarse sin nada”, dijo Donna Rosato, una editora de Consumer Reports con sede en Nueva York que cubre temas relacionados con los costos de la atención médica.

“Antes de hacer eso, busque otras opciones”, añadió.

Lo más importante es buscar ayuda gratuita de un agente de seguros certificado o de un “navegador” de inscripción. Puede encontrar opciones locales haciendo clic en la pestaña “Find Help” en el sitio web de Covered California, www.CoveredCA.com.

Luego, vea si puede calificar para recibir más ayuda financiera. Por ejemplo, si sus ingresos están cerca del umbral para calificar para créditos de impuestos a través de Covered California u otro intercambio de seguros de Obamacare —alrededor de $48,500 para un individuo o $100,000 para una familia de cuatro personas este año— consulte con un profesional financiero acerca de cómo ajustarlo, sugiere Rosato. Usted podría contribuir a una cuenta IRA, 401(k) o cuenta de ahorros de salud para reducir el total, dijo.

Más allá de eso, sea flexible y esté dispuesto a cambiar de planes, aconseja. Considere diferentes niveles de cobertura, tanto dentro como fuera de los mercados de intercambios de seguros de salud. Si usted está en un plan de nivel plata (el segundo nivel más bajo), podría ahorrar dinero comprando un plan de nivel de bronce menos costoso que tiene costos de bolsillo más altos pero que lo protegería en caso de una emergencia médica.

Este año, Farrell recibió el visto bueno de su médico después de una ronda de pruebas. Está nerviosa por estar sin cobertura el próximo año, pero siente que no tiene otra opción.

“Va a ser la primera vez en mi vida que no voy a tener seguro”, dijo.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

Emily Bazar es columnista de Kaiser Health News, una publicación editorialmente independiente de la Kaiser Family Foundation. Si tiene preguntas para ella, envíe un correo electrónico a AskEmily@kff.org.

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