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TU SALUD: confirman en 22 estados casos de enfermedad similar a la poliomielitis que afecta a los niños

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Los funcionarios federales de salud están preocupados por el aumento de una rara y misteriosa enfermedad que afecta principalmente a los niños y puede paralizar los brazos y las piernas. Hasta el 16 de octubre, se habían registrado 127 casos confirmados o presuntos de dicha condición.

Sesenta y dos episodios de mielitis flácida aguda (AFM, por sus siglas en inglés) fueron confirmados en 22 estados, destacó Nancy Messonnier, una de las principales autoridades de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Más del 90% de las ocurrencias confirmadas se registraron en niños menores de 18 años, con una edad promedio de cuatro años.

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El aumento de episodios desconcertó a los funcionarios de salud, quienes el 16 de octubre dieron el paso inusual de anunciar un cambio en la forma en que la agencia contará éstos. También buscarán aumentar la conciencia pública acerca de la atemorizante enfermedad, para que los padres puedan solicitar atención médica si sus hijos presentan síntomas y, así, los informes de la enfermedad lleguen más rápidamente a los CDC.

“Entendemos que las personas, particularmente los padres, están preocupados por la AFM”, reconoció Messonnier, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias. A pesar de las pruebas de laboratorio y otros análisis exhaustivos, los CDC no han podido encontrar la causa de la mayoría de los episodios.

“Hay mucho que desconocemos sobre la AFM; me siento frustrada porque, a pesar de todos nuestros esfuerzos, no hemos podido identificar la causa de esta misteriosa enfermedad”, dijo Messonnier.

Los incrementos en los casos de AFM se registraron en 2014 y 2016, generalmente en agosto y septiembre, indicó Messonnier en una conferencia de prensa. Los CDC registraron el caso de un niño que murió a raíz del trastorno, en 2017. Dado que los funcionarios hasta ahora no han podido determinar cómo se propaga la enfermedad, comenzaron a contarse tanto los episodios sospechosos como los confirmados, para anticipar mejor los incrementos en las ocurrencias confirmadas durante los próximos meses, señaló la funcionaria.

Hasta el momento, no existe un tratamiento específico para la afección, y se desconocen los resultados a largo plazo. El trastorno, inusual pero grave, afecta el sistema nervioso de un individuo, específicamente la médula espinal. Las alteraciones neurológicas como ésta pueden tener una variedad de causas, entre ellas virus, toxinas ambientales y trastornos genéticos.

Entre los casos investigados se informaron cinco a los funcionarios de Maryland en las últimas semanas, detalló el 16 de octubre una vocera del departamento de salud. El primer caso en ese estado fue reportado el 21 de septiembre pasado. No se informaron casos conocidos en Virginia ni en el Distrito de Columbia este 2018, pero sí hubo tres confirmados en Virginia en 2016, advirtieron funcionarios del departamento de salud.

“Sabemos que esto puede ser aterrador para los padres, y que muchos de ellos quieren saber qué signos y síntomas deberían observar en sus hijos”, expresó Messonnier. Los adultos deben buscar atención médica de inmediato si un niño presenta una debilidad repentina o pérdida del tono muscular en los brazos y las piernas. Aunque algunos pacientes diagnosticados con esta afección se han recuperado rápidamente, otros continúan con síntomas de parálisis y requieren atención continua, afirmó la funcionaria.

Los CDC comenzaron a rastrear la afección en 2014, cuando se confirmaron 120 casos. Luego, en 2016, se informaron 149 episodios confirmados. Según los funcionarios, es demasiado pronto para saber si el total de 2018 superará el de años anteriores. Sin embargo, los datos reportados a mediados de octubre representan “un número sustancialmente mayor que en los meses previos”, dijo Messonnier.

La funcionaria remarcó que es importante que padres y médicos recuerden que se trata de una enfermedad inusual, que afecta a menos de una en un millón de personas menores de 18 años. “Como madre, entiendo lo que es sentir miedo por sus hijos”, afirmó. “Los padres deben saber que la AFM es inusual, incluso con el aumento de casos que estamos notando ahora”.

Aún así, debido a que es una “enfermedad bastante dramática”, Messonnier explicó que los funcionarios de salud quieren crear conciencia sobre los síntomas, para asegurar que los padres busquen atención médica de inmediato si sus hijos muestran una repentina debilidad en brazos y piernas.

La agencia sabe que el poliovirus no es la causa de estos casos, porque los CDC analizaron todas las muestras de heces de pacientes y ninguno dio positivo. Messonnier explicó que el virus del Nilo Occidental, que había sido incluido como una posible causa en el sitio web de los CDC, tampoco es el causante de la enfermedad.

Los funcionarios de salud determinaron que, en algunas personas, la afección se debió a una infección con un tipo de virus que genera una enfermedad respiratoria grave.

Hasta ahora, los CDC no hallaron una relación entre las vacunas y los niños diagnosticados con AFM en los casos de 2014. Los funcionarios realizarán análisis adicionales sobre los episodios de 2018.

“Nuestro equipo médico ha revisado los registros de vacunas disponibles durante la investigación de este año y no advirtió una correlación”, informó Kristen Nordlund, portavoz de los CDC. La enfermedad fue diagnosticada en niños que recibieron algunas de las vacunas recomendadas y en otros no vacunados, expuso.

La agencia no sabe quién puede estar en mayor riesgo de desarrollar esta condición, o las razones por las cuales un individuo puede tener mayores probabilidades de contraerla. Los CDC han analizado muchas muestras de pacientes con esta afección para detectar una amplia variedad de patógenos o gérmenes que pueden causar la enfermedad. Pero hasta ahora, no se ha detectado sistemáticamente ningún patógeno en el líquido cefalorraquídeo de los enfermos.

Los padres pueden proteger mejor a sus hijos de enfermedades graves tomando medidas preventivas como el lavado de manos, mantenerse al día con las vacunas recomendadas y usar repelente de insectos para prevenir las picaduras de mosquitos, remarcó Messonnier.

No existe un tratamiento específico para la AFM, pero los neurólogos que se especializan en enfermedades del cerebro y la médula espinal pueden recomendar ciertas intervenciones, como la terapia física u ocupacional, según cada caso.

Benjamin Greenberg, un neurólogo que ha tratado a pequeños con AFM en la Universidad de Texas Southwestern, en Dallas, destacó que la AFM es “extremadamente inusual”. Pero, cuando se diagnostica a un niño, sus padres deben prepararse para una terapia física extensa, que no siempre está cubierta por el seguro médico, advirtió. Algunos menores paralizados por la AFM finalmente recuperaron su capacidad de caminar, pero necesitan tiempo. “Las familias que realmente siguen adelante observan una recuperación lenta, pero constante”, remarcó.

Los CDC no publicarán una lista de los 22 estados con casos confirmados y sospechosos, debido a cuestiones de privacidad. No obstante, algunos departamentos de salud estatales hicieron públicos sus episodios informados. Los estados no están obligados a proporcionar esos datos a los CDC, pero lo han hecho voluntariamente.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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