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Una nueva aplicación astrológica quiere sacudir el ‘sector de los servicios místicos’

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Cualquier entidad creada en este planeta viene al mundo con una carta astral, dominado por un signo solar, que refleja el movimiento de los planetas al momento de su nacimiento.

Facebook, por ejemplo, es de acuario, mientras que Google, Snap y Netflix son todos de virgo. Microsoft y Twitter, ambos arianos. ¿Amazon? Un típico canceriano.

Sanctuary, una nueva empresa de astrología digital respaldada por $1.5 millones en capital de riesgo, tomó la decisión de lanzarse el pasado miércoles: el comienzo del nuevo año astrológico, cuando Piscis da paso a Aries en el ciclo astral.

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Con veteranos de capital privado, famosos astrólogos y una de las primeras empleadas de Snapchat a bordo, sus inversores prevén fortunas.

Siempre se ha hecho dinero en torno a la guía de los astros. El antiguo rey Creso, a quien se le atribuye haber inventado el dinero acuñado, entregó un trozo de oro de 500 libras al oráculo de Delfos como tributo a los buenos pronósticos. Tycho Brahe, el científico del Renacimiento cuyas observaciones de las estrellas sentaron las bases para los avances de Galileo, se ganaba la vida como astrólogo real.

Varios siglos después, la red telefónica de psíquicos bajo la responsabilidad de Miss Cleo, recaudó cientos de millones de dólares en los años 1990 y fue multada por la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) por prácticas desleales. Astrology.com declaró recientemente a Digiday que sus ingresos rondan las “ocho cifras” y que siguen aumentando, basados principalmente en lo que se obtiene por publicidad.

En 2018, los estadounidenses gastaron $2.200 millones en “servicios místicos”, según la firma de investigación IBISWorld. Internet, en especial las redes sociales, la cual está inundada de astrología. Los influencers posan con cristales, los memes sobre Mercurio retrógrado (un momento tumultuoso y supuestamente poco propicio) se propagan a través de Instagram, y los horóscopos han resurgido como un pilar en sitios de mujeres como Cut, Bustle y Broadly.

“La astrología ha existido desde hace mucho tiempo y realmente se adapta a la lengua nativa de la gente”, comentó Aliza Kelly, astróloga de Sanctuary y redactora de horóscopos para la revista Cosmopolitan. “Hoy en día, el lenguaje es la tecnología, los memes y la conectividad”.

Los modelos de negocio se adaptan también. Kelly aprovecha su éxito en los medios y sus seguidores en Instagram para vender lecturas telefónicas de 60 minutos por $149 cada una; su agenda tiene reservaciones hasta principios de mayo.

Steph Koyfman, una astróloga que dirige el sitio web The Daily Hunch como trabajo paralelo (su empleo principal es en la nueva empresa de aprendizaje de idiomas Babbel), afirmó que la demanda de habilidades interpretativas de astrólogos se ha mantenido fuerte desde que lanzó el sitio, en 2015.

En respuesta al flujo de mensajes privados de seguidores con preguntas urgentes, Koyfman actualizó su lista de servicios a principios de año: “Estoy ofreciendo una lectura de $10 para esos casos cuando te dicen ‘Google no puede ayudarme’, y sólo quieren una respuesta muy corta”.

El informe de IBISWorld detectó que el mercado estaba dividido entre más de 88.000 negocios individuales, la mayoría de los cuales son manejados por profesionales en solitario, como Kelly y Koyfman (en su mayoría estos servicios son ofrecidos por mujeres).

El equipo de Sanctuary apuesta a la idea de poder convertirse en una plataforma central para unificar este mercado fragmentado y atender a aquellos clientes que estén dispuestos a pagar por una gratificación astrológica instantánea.

“Los inversionistas están realmente entusiasmados con la dimensión del mercado disponible, el potencial de crecimiento, el hecho de que está tan fragmentado y que no hay una marca establecida o conocida”, consideró Ross Clark, director ejecutivo de Sanctuary.

La aplicación se basa en la experiencia de los mensajes de texto: después de que los usuarios la descargan e ingresan su hora y lugar de nacimiento exactos, obtienen acceso a esos contenidos astrológicos gratuitos que son comunes en la web: un horóscopo diario y cierta información básica sobre los rincones más esotéricos de la carta astral, entregada en un formato interactivo.

Pero el modelo de negocio depende de una cuota de suscripción mensual. Por $19.99, los usuarios pueden chatear con un astrólogo en vivo una vez al mes para una lectura de la carta natal, de 15 minutos, durante la cual pueden solicitar información específica sobre sus vidas en base a ese documento.

Actualmente, la compañía cuenta con 30 astrólogos para las lecturas, que trabajan como contratistas independientes y un pequeño personal administrativo de cinco personas.

Aunque los clientes no tienen la garantía de hablar con el mismo astrólogo cada vez, la segunda fase a la que pasó Sanctuary convenció a Clark de que una marca corporativa sólida podría compensar cualquier disminución en la afinidad de las personas.

Como muchos de los que buscan una guía del cosmos, Sanctuary se tomó un tiempo para encontrar su verdadero camino. Comenzó como un proyecto dentro de la incubadora de Broadway Video Ventures, de Lorne Michaels. David Birnbaum, entonces presidente de la firma, había echado un vistazo al mercado de la astrología en línea en el periodo del cambio de siglo, cuando trabajaba en capital privado con Apax Partners.

“En ese entonces, evaluamos una infinidad de sitios de astrología; estas compañías eran muy anticuadas, en su mayoría mercados para conectar a los consumidores con personas de aspecto sombrío”, consideró Birnbaum. “Pero me di cuenta de que era un mercado masivo y que estas empresas estaban amasando fortunas”.

Ross Clark, se unió como director ejecutivo y comenzó a jugar con modelos de negocios. Probaron con lecturas de cartas natales pre pago a través de Facebook Messenger, y vieron que la demanda seguía aumentando. “El 60 por ciento de los usuarios utilizaba el servicio al menos una vez por semana”, detalló Clark. “Me sorprendí un poco cuando vi esos resultados”.

En su ronda inicial consiguió inversiones por parte de la firma de capital privado Greycroft y del emprendimiento personal de Shari Redstone, Advancit Capital y sumó a Kelly a bordo para obtener experiencia astrológica.

Chloe Drimal, quien fue la decimocuarta empleada de Snapchat y comenzó a crear una empresa llamada Yoni Circle, que crea experiencias de meditación guiada para mujeres en Los Ángeles, se convirtió en asesora de la costa oeste de la compañía.

El fundador de Snapchat, Evan Spiegel, reclutó a Drimal en cuanto salió de la universidad, gracias a un artículo en el que ella elogiaba a la naciente aplicación de mensajes breves en un periódico de la Universidad de Yale. Después de una temporada liderando el programa de terapia de grupo corporativo de la compañía, conocido como Council, Drimal se encargó del ambicioso producto Our Story de Snap, que unía videos de usuarios de todo el mundo a guías de viaje y noticias de último momento. “Yo era la chica en Snapchat que tenía salvia en su escritorio y cristales”, afirmó Drimal.

Para ella, Sanctuary es una manera de democratizar el deseo de intercambiar dinero por el consuelo cósmico. “Conocí a una mujer cuando tenía 11 años, que me dijo que yo era de sagitario”, relató. “Investigué todo, quería entenderlo y encontré a un astrólogo: costaba $100 o $125 y eso era lo más económico que había, así que tuve que ahorrar”.

Cuando se les pregunta si creen en el producto que están promocionando, los empresarios describen la astrología más como una chispa para la autoreflexión o conexión social, que como una manifestación del destino cósmico.

“Creo en todo aquello que proporcione a las personas un significado y optimismo en su vida diaria”, respondió Birnbaum. “Para mí, puede ser ver a mi terapeuta semanalmente, lo cual hago, pero para otros es hablar con astrólogos. Además, mi signo es acuario, así que siempre soy un poco escéptico”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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