Austin Beutner es nombrado superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles

Austin Beutner, un filántropo y ex banquero de inversiones, fue nombrado superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), el segundo sistema escolar más grande del país.

Su selección, por un voto de 5-2, fue el movimiento más importante hasta la fecha hecho por una mayoría de la junta escolar de Los Ángeles elegida con el apoyo de los defensores de las escuelas chárter.

Los miembros de la Junta George McKenna y Scott Schmerlson votaron no.

La junta aprobó un contrato de tres años, que le otorga a Beutner un salario base anual de $ 350,000, además de un conductor privado y seguridad.

La decisión se tomó después de un largo testimonio público, la mayor parte en apoyo del otro finalista, la superintendente interina Vivian Ekchian, quien es bien conocida dentro del sistema escolar.

Beutner, de 58 años, no tiene experiencia dirigiendo una escuela o un distrito escolar. Hace menos de dos años y medio, una junta escolar con un equilibrio de poder muy diferente eligió a Michelle King, una ex maestra que ascendió en el distrito a lo largo de su carrera, hasta llegar al trabajo más importante de LAUSD.

King anunció en enero que tenía cáncer y que se retiraría. La superintendente había estado de baja médica desde septiembre sin que se hicieran públicos los detalles de su enfermedad.

Ekchian, como King, ha pasado toda su carrera en el distrito. King había elegido a Ekchian para reemplazarla cuando se retiró por incapacidad médica, y la junta apoyó mantener Ekchian temporalmente cuando King pidió que la licencia fuera permanente.

La asignación para Beutner será muy similar a la de King: enfrentar un déficit presupuestario a largo plazo que podría llevar a una crisis financiera y mejorar el desempeño académico del distrito.

Pero el enfoque de Beutner probablemente será diferente.

Un enfoque principal de la misión de King, según lo establecido por la mayoría de la junta de ese tiempo, fue aumentar la inscripción tratando de recuperar estudiantes de las escuelas autónomas y, en lo posible, impedir la expansión de las escuelas chárter.

Las chárters son escuelas privadas que compiten con el sistema escolar público por los estudiantes y por los fondos que aportan. Su rápido crecimiento ha sido un factor importante en los problemas financieros del distrito porque la gran mayoría de los fondos estatales y federales se basan en la inscripción.

Es poco probable que Beutner y la mayoría de los miembros del consejo continúen apuntando a las escuelas autónomas como parte del problema. Por el contrario, se espera que tomen medidas para alentar su crecimiento como parte de una gama de opciones de educación para las familias.

Eso significa que el distrito tendrá que buscar otras formas de aumentar sus ingresos, un objetivo común con el consejo anterior, y puede tratar de reducir el gasto del distrito reduciendo el sistema escolar tradicional. Los ahorros podrían venir a través de despidos de empleados, el cierre de algunos planteles y la congelación o reducción de salarios y beneficios.

Si King se hubiera mantenido saludable, podría haber tenido que afrontar algunos de estos mismos problemas, porque no pudo detener el descenso de la inscripción, pero parece que Beutner está llegando listo para actuar.

El currículum de Beutner tiene una mezcla extraña para los tradicionalistas, pero algunos miembros de la junta creen que su perspicacia financiera lo convierte en el líder correcto para el momento. Beutner también ha demostrado una preocupación de larga data por los estudiantes y tiene una profunda historia de participación cívica.

Ha tenido dos interacciones directas y recientes con el Distrito Escolar Unificado de Los Angeles (LAUSD). El primero fue a través de la organización sin fines de lucro que fundó, Visión para aprender, que ofrece gafas para estudiantes de bajos ingresos. El segundo, a través de un grupo de trabajo externo que él codirige, que hasta ahora ha hecho sugerencias para mejorar la asistencia de los estudiantes, obtener más ingresos de bienes inmuebles propiedad del distrito y operar de manera más transparente.

Ahora es el propio Beutner el que tratará de llevar a la práctica estas recomendaciones. También puede tener que desentrañar un desacuerdo entre L.A. Unified y Vision to Learn sobre quién es responsable de las demoras en los servicios, sin fines de lucro, contratados este 2018.

Los partidarios de Beutner dicen que tiene las habilidades y la motivación adecuadas.

“He trabajado en organizaciones sin fines de lucro durante más de 35 años y recientemente me jubilé, y trabajar con Austin ha sido una de las experiencias más placenteras de mi vida”, dijo Jan Sobel, quien dirigió el Boys & Girls Club del West Valley y forma parte del consejo asesor de Vision to Learn. “Es un gran líder organizacional, siempre mantiene su misión y visión a la vanguardia de todo lo que hace, contrata a las personas adecuadas en los empleos adecuados, motiva a todos a seguir adelante y es amable”.

Los partidarios de Ekchian afirmaron que su origen diverso dentro del distrito la calificaba casi exclusivamente para ser superintendente, y que se había desempeñado bien después de que King la nombrara para ocupar el puesto en 2017.

Una serie de oradores, principalmente padres del distrito, hicieron ese comentario en inglés y español durante la parte pública de la reunión del 1 de mayo.

“Ya estaba todo arreglado y bajo la manga”, dijo Luz María Montoya, una madre de familia, en español.

Después del anuncio, el miembro del consejo Scott Schmerelson publicó una declaración que sugiere que sus preocupaciones tenían fundamento.

“Me disculpo con los padres y constituyentes dedicados que han estado abogando por una voz en el proceso de selección del superintendente”, dijo Schmerelson. “Me dirijo especialmente a quienes han expresado su frustración por la falta de transparencia durante los últimos 10 días, cuando todos los miembros de la Junta sabían que ya se había tomado una decisión mientras fingían mantener una actitud abierta hacia todos los candidatos que fueron considerados finalistas. Estos 10 días han sido extremadamente dolorosos para mí personalmente”.

Schmerelson dijo que Beutner consiguió el trabajo en una votación de 4-3, el 20 de abril. Dijo que la reunión del 1 de mayo, cuando se hizo el anuncio, se trataba de aprobar el contrato de tres años del nuevo superintendente.

Al igual que otros escépticos, Schmerelson habló de la falta de experiencia de Beutner en educación. También acusó a la junta directiva de negarse a “ejercer la debida diligencia en relación con los ‘enredos’ comerciales del Sr. Beutner”.

En la reunión, antes de que se anunciara la votación, cinco ex miembros de la junta escolar criticaron la aparente opción pendiente. El ex miembro de la junta directiva, Jeff Horton, calificó a Beutner de ‘inconstante que “se ha trasladado de una posición a otra sin una historia particular de éxito”.

Beutner también tenía partidarios en la sala, pero tendían a hablar de manera más indirecta, sin mencionar el nombre de Beutner, sino al hablar de la necesidad de un cambio radical, así como de un liderazgo audaz y valiente. Beutner no había hecho ningún anuncio formal de su candidatura o de que había obtenido el trabajo, y sus partidarios decidieron no mencionarlo directamente en sus comentarios públicos a la junta.

El historial reciente de Beutner en el sector público y privado está marcado por estancias breves en trabajos importantes.

En 2010, Beutner se convirtió en el primer vicealcalde de Antonio Villaraigosa, supervisando negocios y relaciones laborales. Formó parte de la administración de Villaraigosa durante aproximadamente un año, y también se desempeñó como director interino del Departamento de Agua y Energía.

Se postuló para la alcaldía en 2012, cuando Villaraigosa decidió no participar, pero su campaña nunca llegó a buen puerto y se retiró temprano.

En 2014, Beutner copresidió la Comisión 2020, que hizo recomendaciones para el futuro de Los Ángeles. Luego se convirtió en editor y director ejecutivo de The Times, pero fue despedido después de un año por desacuerdos sobre la dirección del periódico.

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