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La administración Trump reabre la puerta a algunos refugiados, pero endurecerá las investigaciones personales

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La administración de Trump afirma que levantará una prohibición parcial a los refugiados de 11 países, pero los someterá a medidas de seguridad nuevas y más estrictas antes de permitirles ingresar a los EE.UU.

En octubre último, Trump ordenó una congelación efectiva durante 90 días a los nuevos refugiados provenientes de países que su gobierno denominó de “alto riesgo”, hasta que se establecieran nuevos procedimientos de evaluación. El departamento no nombró dichas naciones, pero los grupos de refugiados y documentos judiciales los identificaron como Egipto, Irán, Irak, Libia, Mali, Corea del Norte, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Siria y Yemen.

La administración redujo el límite al número total de refugiados admitidos en los Estados Unidos de 110,000 a 45,000 este año; sin embargo, las nuevas reglas podrían significar que el número real de personas que ingresen sea mucho menor.

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Las nuevas normas involucrarán investigaciones más intensas y entrevistas familiares para las personas que desean ser admitidas en los Estados Unidos, aunque los departamentos de Seguridad Nacional y del Estado se negaron a proporcionar más detalles.

Diez de las 11 naciones tienen poblaciones predominantemente musulmanas (Corea del Norte es la excepción). Algunas también se incluyen en la última versión de la prohibición de viajes de Trump, que afecta a cualquier extranjero de ciertos países que desee visitar los EE.UU., no solo a quienes buscan tener estatus de refugiado.

Trump impuso severas restricciones de viaje a algunos países de mayoría musulmana poco después de asumir el cargo, lo cual desató manifestaciones en los aeropuertos y batallas en tribunales federales de todo el país. Aunque los jueces inicialmente bloquearon la prohibición, la Corte Suprema desechó en diciembre pasado los requerimientos y permitió que se aplicara la política mientras considera los argumentos. También en diciembre, un magistrado levantó parcialmente la prohibición a los refugiados, pero solo para las personas con relación familiar con alguien que ya reside en el país.

En un discurso, este el lunes, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, consideró que las nuevas medidas evitarán que el programa de refugiados “sea explotado por terroristas, criminales y estafadores”.

“Quiero ser clara; estas restricciones no tienen nada que ver con la raza o la religión”, dijo. “Se trata de compartir información y saber quién, como individuo, ingresa a nuestro país”.

Los funcionarios de Seguridad Nacional también señalaron que la política de refugiados de los EE.UU. probablemente se endurezca. A partir de ahora, explicaron, la administración generalmente dará más peso a los riesgos de seguridad cuando decida quién puede ser admitido por motivos humanitarios.

Con los detalles de las nuevas normas de evaluación aún en tinieblas, un defensor de refugiados consideró que es difícil saber cuántas personas podrán pasar ese examen e ingresar a los EE.UU.

“El diablo estará en los detalles, [y veremos] si esto se trata de una prohibición con otro nombre”, afirmó Jennifer Quigley, defensora de refugiados de Human Rights First, para quien es probable que “sigan en baja las admisiones de refugiados musulmanes”.

La nueva política puso a muchos refugiados en peligro, agregó Quigley, incluidos los iraquíes que trabajaron para el ejército de los EE.UU., contratistas u otras organizaciones, durante la guerra.

Traducción: Valeria Agis

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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