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En Cal-State, los estudiantes negros de primera generación enfrentan las mayores necesidades

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Los estudiantes de Cal State que son afroamericanos y los primeros en sus familias en asistir a la universidad sufren más con la inseguridad alimentaria y la vivienda -incluida la falta de ésta-, según una nueva encuesta del sistema de universidades públicas más grande del país.

Los investigadores sondearon una muestra de la población en los 23 campus de Cal State y entrevistaron a los alumnos para explorar sus experiencias en las dos áreas.

El resultado del informe, dado a conocer en una conferencia de Cal State en Sacramento hace unos días, descubrió que aproximadamente dos de cada 10 afroamericanos que son los primeros en sus familias en asistir a la universidad a veces carecen de un lugar fijo, regular y adecuado para pasar la noche, condiciones que los definen como desamparados, según las definiciones federales. La cifra fue de uno en 10 para los estudiantes encuestados en general.

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Los alumnos negros de primera generación también reportaron la mayor tasa de inseguridad alimentaria. Casi dos tercios de los encuestados dijeron que carecían de una fuente constante de comidas nutritivas y variadas, en comparación con aproximadamente cuatro de cada 10 estudiantes de todas las razas.

Los jóvenes señalaron que sus problemas para proporcionarse comida y vivienda adecuadas afectó negativamente su rendimiento académico, así como su salud mental y física, según el estudio realizado por Rashida Crutchfield, de Cal State Long Beach, y Jennifer Maguire de Humboldt State.

El estudio marcó la segunda fase de una iniciativa llevada a cabo en todo el sistema y lanzada por el rector Timothy P. White, en 2015, para abordar la inseguridad alimentaria y de vivienda entre los alumnos. White publicó un informe por separado, esta semana, que detalla cómo cada campus ofrece apoyo al respecto.

Por ejemplo, ahora en cada campus funciona una despensa de alimentos o un programa de distribución de comidas, y la mayoría proporciona viviendas de emergencia a corto plazo.

Se trata de un problema que crece en todo el país, pero es particularmente grave en California, donde las rentas en muchas comunidades universitarias se han disparado. La Universidad de California también lanzó una iniciativa en todo el sistema para abordar la falta de viviendas estables y el acceso regular de los estudiantes a los alimentos nutritivos. La presidenta de la UC, Janet Napolitano, concedió a cada campus $3 millones para emplear en asistencia de alojamiento.

Los informes de Cal State sobre la inseguridad alimentaria y de vivienda están disponibles aquí; en este enlace se detalla la acción de cada campus al respecto.

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

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