Anuncio

La junta escolar de L.A. establece un nuevo objetivo: preparar a cada graduado para que pueda inscribirse en Cal State o UC

Share

El mes pasado, el presidente de la junta escolar de Los Ángeles propuso una serie de mandatos muy ambiciosos, destinados a garantizar que cada graduado del distrito sea elegible para una de las universidades estatales con carreras de cuatro años, para 2023.

La junta escolar unificada de L.A. aprobó por unanimidad la resolución, este martes. El objetivo ya no es que en cinco años el 100% de los alumnos cumplan la larga lista de estándares, que incluye no solo la elegibilidad de los graduados sino también competencias de lectura en primer grado y fluidez en inglés en sexto grado para todos los niños que ingresan al kínder o primer grado hablando otra lengua.

El objetivo original de preparación para la universidad, por ejemplo, exigía que “el 100% de los estudiantes” de preparatoria “fueran elegibles para postularse a una de las universidades [con carreras] de cuatro años del estado. Ahora la meta parece ofrecer más margen de maniobra: “Preparar a todos los graduados de preparatoria para para ser elegibles a una universidad de California con carreras de cuatro años”.

Anuncio

No está claro cuánto mejorarán las escuelas para que cada graduado califique para un campus de Cal State o de la Universidad de California. El motivo es que no hay un punto de referencia claro.

La presidenta de la junta, Mónica García, debió corregir un error en la resolución durante la reunión. El distrito estimó que el 56% de todos los estudiantes en la clase de 2017 obtuvieron una calificación ‘C’ como mínimo en las clases necesarias para aplicar a Cal State, dijo, no el 56% de todos aquellos en la clase que se graduaron.

El solo hecho de obtener una ‘C’ en esas clases tampoco garantiza la elegibilidad de Cal State. Los estudiantes con un promedio de calificaciones por debajo de 3.0 también deben alcanzar ciertos puntajes mínimos en los exámenes estandarizados SAT o ACT. En el año escolar 2016-2017, el 46% de los alumnos en la clase de 2017 tomó el SAT, indicó la portavoz del distrito, Barbara Jones, quien no pudo dar cifras de cuántos habían tomado el ACT.

Al presentar la resolución, el martes, García expresó: “La educación es el camino para salir de la pobreza e interrumpir los ciclos de opresión”.

Los oradores públicos se enfocaron en la necesidad de altas expectativas y recursos para todos los estudiantes, sin importar el código postal, la raza o el origen étnico. “Ningún alumno debería tener que luchar para no caer en las grietas de un sistema educativo injusto”, aseveró Kevin Ramírez, coordinador del programa de educación sin fines de lucro Educators 4 Excellence, parte de la coalición que impulsó la resolución.

Ramirez agregó que, cuando era estudiante de una preparatoria del LAUSD, un consejero descartó su idea de asistir a la Universidad de California. El personal de apoyo en una escuela de continuación, dijo, lo ayudó a llegar a UC Berkeley.

A pesar de votar a favor de la resolución, el miembro del consejo George McKenna señaló persistentes brechas en el rendimiento entre estudiantes blancos y de color, y expresó dudas de que el distrito pueda alcanzar los objetivos de la resolución. “Prefiero trabajar con mis colegas para desarrollar una estrategia reflexiva y sustantiva, en lugar de un documento (...) que puede convertirse en otra decepción”, aseguró McKenna.

El superintendente Austin Beutner acordó en que las palabras no son suficientes. “El LAUSD tiene que hacer cambios y hacer las cosas de manera diferente para avanzar en estas áreas”, agregó.

Para leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

Anuncio