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Las propuestas para impulsar la inscripción en Cal State fueron aprobadas por el comité clave de consejeros

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Una propuesta para ayudar a encontrar vacantes para los solicitantes de Cal State que quedan excluidos de los campus más populares fue aprobada este martes por un comité clave en la reunión de consejeros, llevada a cabo en Long Beach.

Se espera que los consejeros voten esta semana sobre el plan para eliminar un problema tan serio que, el otoño pasado, cerca de 32,000 solicitantes elegibles fueron rechazados del sistema universitario público más grande del país debido a los programas y campus con exceso de demanda.

Seis de los 23 campus del sistema tienen tanta demanda que todos sus programas tienen más solicitantes calificados de los que pueden aceptar.

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En su presupuesto 2017-2018, el gobernador Jerry Brown otorgó al sistema universitario un impulso con financiación extra por única vez. Pero según el proyecto de ley de presupuesto firmado por la Legislatura, los funcionarios de Cal State debieron comprometerse a trabajar en los problemas de inscripción.

Las políticas que avanzaron esta semana reflejan ese compromiso y ofrecerían a los solicitantes elegibles que fueron rechazados de sus primeras opciones la posibilidad de optar por su segunda alternativa y ser admitidos en cualquier otro lugar del sistema. Los estudiantes locales tendrían prioridad en las admisiones para los programas universitarios con exceso de solicitudes.

Sin embargo, incluso con esos cambios, los miembros del personal esperan que solo se inscriban unos 3,200 estudiantes más.

Los administradores argumentan que la cantidad de solicitantes elegibles supera los fondos estatales para respaldarlos. Algunos consejeros llamaron al esfuerzo por inscribir a los estudiantes adicionales un mandato no financiado, porque los $20 millones que Cal State recibió del estado para impulsar la inscripción, el año pasado, fueron solo un pago único. Su comité de política educativa lo aprobó de todos modos.

La consejera Thelma Meléndez, de Santa Ana, se mostró preocupada por mantener la igualdad de condiciones. Después de la reunión, se alarmó cuando los administradores le dijeron que la prioridad que se daría a los estudiantes locales podría variar de un campus a otro. “Me inquieta que los alumnos, solo por el lugar donde crecieron, no puedan asistir a la universidad que desean”, dijo.

Una de las tensiones es que la Legislatura ve a Cal State como un sistema principalmente regional, consideró Nathan Evans, jefe de gabinete y asesor principal de Asuntos Académicos y Estudiantiles.

Toda la junta directiva votará sobre las propuestas el miércoles.

Los consejeros también están considerando otra ronda de aumentos de matrícula, la segunda consecutiva después de un congelamiento de seis años; dicen que el estado los ha dejado carentes de efectivo y con pocas opciones. El proyecto presupuestario de Brown este año propuso un incremento de $92 millones para el sistema, $171 millones menos de lo solicitado por los consejeros. Las decisiones presupuestarias finales se esperan a principios de este verano.

La propuesta, que se espera que los consejeros voten en mayo, aumentaría la matrícula en $228 para los estudiantes del estado, lo cual elevaría el costo anual a $5,970. Los alumnos de tiempo completo y no residentes verían un incremento en la matrícula de aproximadamente $900, a $12,780 por año.

Algunos universitarios se mostraron en contra del incremento durante los comentarios públicos, esta semana. “Sus recomendaciones sostenibles del grupo de trabajo financiero... están lejos de ser éticamente sostenibles”, aseveró Marissa Mendoza, estudiante de San Diego State, quien mencionó que tiene una deuda de $30,000. “A los futuros alumnos de la CSU se les seguirá fallando con cada aumento de matrícula que aprueben”.

Los funcionarios de Cal State tienen un plan para duplicar la tasa de graduación de cuatro años del sistema al 40% para 2025. En un momento, un puñado de estudiantes corearon: “Cuanto más pagamos, más tiempo nos quedamos”.

El aumento de matrícula del año pasado recaudó $75 millones, precisó Loren Blanchard, vicerrectora de asuntos académicos y estudiantiles de Cal State. Ese dinero le permitió a Cal State agregar 3,200 nuevas secciones de cursos, o 90,000 vacantes para alumnos, señaló. El sistema también contrató a 228 nuevos asesores académicos, un componente clave para aumentar las tasas de graduación.

Cuando el rector de Cal State, Timothy P. White, comenzó a hablar sobre el presupuesto, los estudiantes corearon: “¡Qué vergüenza! ¡Qué vergüenza!”.

Algunos miembros del profesorado también registraron su descontento con un plan para descartar los cursos de recuperación sin créditos, que miles de estudiantes de primer año actualmente deben tomar.

Gina Masequesmay, presidenta de Estudios Asiático Estadounidenses en Cal State Northridge, indicó que los profesores están luchando para desarrollar nuevas formas de adaptar el material necesario a los cursos de crédito que desarrollan sobre la marcha. “Estoy observando el desarrollo de un desastre”, dijo, y los alumnos “experimentarán con clases que nunca hemos probado. Si fuera padre de familia, demandaría a la universidad estatal”.


Para leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

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