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Maestros repudian al L.A. Times por publicar datos de eficacia docente

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Sindicatos nacionales y estatales de maestros criticaron duramente al Times el domingo por la publicación en el periódico de una base de datos que califica a 6,000 maestros de tercero a quinto grado en función de su eficacia en la tarea de elevar los puntajes que obtienen los alumnos en los exámenes.

“Es el colmo de la irresponsabilidad periodística dar a conocer juicios tan defectuosos acerca de la eficacia de los docentes”, afirma una declaración emitida por funcionarios del United Teachers of Los Angeles.

La base de datos es parte de una serie de artículos publicada en el Times que calificó a los maestros según un modelo de valor agregado, basado en los puntajes obtenidos por los alumnos en exámenes estandarizados a lo largo de siete años lectivos. Dichos datos se obtuvieron del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD). El valor agregado es una metodología que examina los puntajes que alcanzaron los alumnos en el pasado y calcula cuánto quita o agrega la labor del maestro al progreso de los alumnos.

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Para finales de la tarde del domingo, la página ya había tenido más de 230,000 visitas. Eso da la pauta del interés que genera este asunto, ya que el mayor tránsito en la red informática suele registrarse durante los días hábiles.

A partir de la publicación de esta serie de artículos por el Times, el Distrito Unificado se ha movido con velocidad para llevar a cabo su propio análisis de valor agregado y planeaba dar a los maestros su puntaje de manera confidencial en el mes de octubre. Funcionarios del distrito han dicho que los puntajes se podrían usar como guía para la capacitación de maestros con dificultades.

Además, el distrito y el sindicato de maestros han acordado iniciar negociaciones para establecer un nuevo sistema de evaluación. Altos funcionarios del distrito han dicho que esperan que el valor agregado cuente para un mínimo de 30 por ciento de la evaluación de los maestros. Pero también han dicho que la mayor parte de la evaluación debe basarse en la observación de clases.

En distintas regiones y distritos escolares del país, algunos funcionarios se ocupan precisamente de esa tarea de encontrar la manera de abordar con objetividad la evaluación del desempeño docente, que hoy se basa en visitas breves y anunciadas por parte de los administradores y en otras mediciones subjetivas. Aun los partidarios más incondicionales del análisis de valor agregado creen que sólo debe ser una parte de la totalidad de la evaluación de un maestro.

A.J. Duffy, el presidente del sindicato de maestros de Los Ángeles, viene diciendo desde hace tiempo que hay que reformular las evaluaciones de los docentes. Pero se opone al análisis de valor agregado porque se basa en exámenes estandarizados que él considera deficientes.

Un grupo de investigadores en pedagogía llevó a cabo un estudio altamente crítico de la metodología, según los resultados publicados el mismo domingo por el Economic Policy Institute de Washington, D.C. Esos resultados indican además que el valor agregado puede ser una de varias mediciones aplicables a la evaluación de los maestros.

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“De ser aplicados con cautela, los modelos de valor agregado pueden proporcionar información adicional útil para el análisis integral del progreso estudiantil y pueden servir como sustento de inferencias más fiables acerca de la influencia de los maestros”, explica el texto redactado por el grupo de investigadores.

Randi Weingarten, presidenta de la confederación de agremiados American Federation of Teachers, había pedido al Times que se abstuviera de publicar la base de datos. En una entrevista que dio el domingo al programa “This Week” de la cadena televisiva ABC, Weingarten fustigó al periódico por usar los puntajes de valor agregado “sin contexto”.

Weingarten afirmó en declaraciones posteriores que a los integrantes del sindicato les molesta “pensar que ahora se va a juzgar a los maestros sobre la base de datos incompletos que serán presentados como evaluaciones exhaustivas”.

En una entrevista reciente con el Times, Weingarten afirmó que ella ayudó a negociar 54 contratos con distritos escolares en los que el valor agregado equivalía hasta un 30 por ciento de la evaluación del maestro. Pero a la vez que manifestó que los padres deberían tener derecho a saber si el maestro de su niño tuvo una evaluación satisfactoria, ella indicó que el público en general no debe tener acceso a esos puntajes.

Entre los entrevistados en “This Week” de la ABC estuvo además Arne Duncan, el secretario de Eduación de Estados Unidos. Duncan se ha declarado partidario de que el público tenga acceso a los puntajes de valor agregado de los maestros y que se establezcan canales de comunicación y ayuda con los docentes mismos, ya que muchas veces los administradores no les informan de su desempeño. Duncan ha lamentado el hecho de que muchos distritos no aprovechen mejor la información de los puntajes que los alumnos obtienen en los exámenes.

“En Los Ángeles la tragedia ha sido [que] los maestros … quieren desesperadamente conocer estos datos, y no se los dan”, explicó Duncan a la periodista Christiane Amanpour. “No deberían tener que enterarse por el periódico”.

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Varios maestros expresaron en correos electrónicos su satisfacción de que el Times hubiese publicado la base de datos por considerar que eso va a servir de estímulo para un debate público y para mejorar la comunicación de los funcionarios de las escuelas con los maestros.

“Creo que si trabajas en tu profesión de la mejor manera posible, entonces no tienes nada que ocultar y lo que haces debería ser de dominio público”, escribió Mary Ann Debellefeuille, que el año pasado enseñaba cuatro grado en la primaria Amestoy.

Muchos otros maestros incluidos en la base de datos condenaron el análisis realizado por el periódico y su decisión de hacer pública la información. Los maestros tuvieron la oportunidad de ver sus puntajes antes de que fueran publicados.

Elizabeth Ellen Snyder fue maestra en la primaria Fries Avenue de 2002-03 a 2008-09. Su calificación global fue “menos eficaz”. Snyder escribió lo siguiente en un mensaje electrónico: “Soy culpable de lo que me acusan. Estoy orgullosa de ser ‘menos eficaz’ que algunos de mis colegas porque decidí enseñar teniendo en cuenta las necesidades emotivas y académicas de mis alumnos. Aparentemente se espera de mí que en el futuro me preocupe ante todo por mi imagen pública. Qué triste para todos nuestros niños”.

Otros señalaron su intención de utilizar los puntajes como forma de motivación.

“El hecho de que te hayan calificado como una de las maestras menos efectivas da que pensar”, expresó Monica L. Petit, que el año pasado enseñaba tercer grado en la primaria Woodcrest. “Supongo que lo que significa es que todavía me quedan maneras en que puedo mejorar”.

Funcionarios del sindicato United Teachers Los Angeles advirtieron que a raíz de la publicación de los datos podría surgir desconfianza entre los padres y las escuelas.

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“Va a haber caos en las escuelas por culpa de esta base de datos, cuando todos los padres se precipiten para que sus hijos tomen clases con los maestros que un periódico calificó como ‘eficaces’ ”, asevera la declaración de UTLA. “También podría tener un impacto de largo plazo en las carreras de los maestros”.

El sindicato planea realizar una manifestación de protesta frente al edificio del Times el 14 de septiembre. “Queremos hacer pública nuestra preocupación por nuestros compañeros a quienes están señalando individualmente”, expuso Duffy en una entrevista.

jason.song@latimes.com

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