Columna: Recordar es volver a vivir… la infancia mexicana, por ejemplo, en dos museos de Tijuana

En abril, como a muchos mexicanos, me entra la nostalgia cuando empiezo a recordar mi infancia.

Durante todo el mes en que se celebra el Día del Niño, los recuerdos de mi niñez en la Sinaloa de los 1980 vienen a mi mente.

Desde andar correteando afuera con mis amigos, jugando a las escondidas o a “la traes”, hasta la música de Timbiriche y Flans y las caricaturas de los Thundercats y Los Pitufos.

Hace un año, en abril del 2017, en Tijuana abrieron un par de museos, ubicados en las mismas instalaciones en el centro de la ciudad, que hicieron que me transportara a mi infancia: el Museo de la Lucha Libre Mexicana (MULLME) y el Museo del Coleccionista de Tijuana (MUCOTI).

Al entrar al edificio de tres pisos donde están albergados ambos museos, fue como si se proyectara una película de mi niñez donde muchos de los personajes, productos y programas estaban presentes.

Eso fue precisamente una de las razones por las que Mauricio Pino fundó el MULLME: preservar parte de la cultura popular mexicana a través del mundo mágico de la lucha libre para que los mayores recuerden y los más jóvenes conozcan.

“Todo el mundo sale muy contento de los museos”, dijo Pino, un hombre de 53 años que ha coleccionado artículos relacionados con la lucha libre desde que era un niño. “La gente comienza a platicar anécdotas del pasado, de su niñez. La verdad es una satisfacción muy grande que nos cuenten como el museo les hace recordar la tiendita típica de barrio donde compraban las estampitas para sus álbumes de luchadores”.

En el MULLME hay todo lo que puedas imaginarte sobre la lucha libre mexicana: las coloridas máscaras, juguetes de luchadores, hasta un ring donde puedes tomarte fotos posando como tus luchadores favoritos (en mi caso, Rayo de Jalisco Jr., Tinieblas y Mil Máscaras).

“Los luchadores son los superhéroes mexicanos. Son el equivalente de Batman y Superman para los niños mexicanos”, aseguró Pino.

Mientras que el MULLME se enfoca en todo lo relacionado con lucha libre, el Museo del Coleccionista de Tijuana (MUCOTI) presenta una diversidad de artículos en su colección. Entre mis favoritos están los relacionados a productos, como el Osito Bimbo, las promociones de Sabritas y Pancho Pantera de Choco Milk. Pero la colección de artículos de El Chavo del Ocho y otros personajes de Chespirito hizo que me diera una chiripiorca como al Chapulín Colorado.

“Las colecciones exhibidas tratan de crear en cada persona algún vínculo de nostalgia al retroceder a su infancia, ya sea en la botella de leche de vidrio, el algún personaje de la televisión o de los cuentos de Memín, Pancho Pantera, Capulina”, dijo Miguel Ángel Pérez, fundador del MUCOTI.

¿Y qué mejor que abril, mes en el que en México se celebra a los niños, para volver a ser morrito a través de los recuerdos en estos museos?

El fin de semana del viernes 27 al domingo 29 el MULLME y el MUCOTI estarán celebrando su primer aniversario y celebrando a todos los niños (chiquitos y grandotes) con una diversidad de actividades, incluyendo una función de lucha libre el sábado 28.

Entre los dos museos, la colección de artículos asciende a unas 20 mil piezas, incluyendo cuatro luchadorcitos de juguete que fue con los que Pino comenzó su colección.

Para muchos mexicanos como yo, que emigramos a Estados Unidos en nuestra infancia tardía, eso significa miles de recuerdos de nuestra niñez en México. Ahora mi hijo Bruno puede ver de cerca las imágenes de las muchas historias de mi infancia sinaloense que le cuento a la hora de dormir.

Detalles

El Museo de la Lucha Libre y el Museo del Coleccionista de Tijuana están ubicados en Calle Galeana 8186 (Calle Septima), en el centro de Tijuana. Los museos abren de viernes a domingo de 10 a.m. a 5 p.m. con un costo de 50 pesos (unos 3 dólares) por adulto y 25 pesos (1.50 dólares) por niño para ambos museos.

Sáinz escribe sobre diversos temas en San Diego. hoy@sduniontribune.com