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Asociación de Colorado y Nebraska gestiona ayuda para niños inmigrantes

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Funcionarios públicos y dirigentes comunitarios de Colorado y Nebraska intensificaron esta semana la ayuda a niños inmigrantes no acompañados en puestos fronterizos para promover su eventual traslado a hogares y centros de acogida en esos estados.

Una delegación con representantes de ambos estados, convocada por la Asociación Cristiana de Desarrollo Comunitario (CCDA) de Denver, visita hoy un centro de ayuda de niños y adolescentes inmigrantes en McAllen (Texas) para hablar con las autoridades locales sobre la manera de satisfacer las necesidades inmediatas de esos menores centroamericanos.

Por su parte, el reverendo Fidel “Butch” Montoya, director de la Iniciativa de Fe Latina en Denver, inició una “campaña informativa” para distintos grupos comunitarios vean “qué se puede hacer para ayudar a esos niños” y aclaró que no trata de proyectos religiosos.

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La delegación de CCDA incluye a funcionarios públicos, artistas, educadores, religiosos y dirigentes de organizaciones caritativas que “quieren ver en persona cómo las comunidades pueden trabajar juntas para responder a las necesidades de esta crisis humanitaria”, explicó Michelle Warren, directora de políticas públicas de CCDA.

Warren dijo a Efe que se reunirán con representantes de las agencias federales de inmigración y de las fuerzas de seguridad y con funcionarios públicos para determinar la mejor manera de satisfacer las necesidades de los menores no acompañados.

La visita incluye además de iglesias, centros comunitarios y bancos de comida en McAllen, una mesa redonda para genera “un diálogo de colaboración que nos ayude a desarrollar una perspectiva más fuerte sobre cómo ayudar a los niños que llegan a nuestras comunidades locales”, comentó Warren.

Según la Oficina de Administración de Niños y Familias del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, 37.477 inmigrantes menores de edad estarían al cuidado de las autoridades federales.

De ellos, casi 5.300 permanecen alojados en Texas (por eso CCDA visita ese estado), mientras que hasta el 31 de julio pasado 263 de esos menores fueron trasladados a Colorado y otros 232 a Nebraska.

El alcalde Denver, Michael Hancock, ha solicitado un subsidio federal para recibir a 600 menores centroamericanos al año durante los próximos tres años, con la meta de encontrarles familias de crianza.

Por otro lado, el gobernador de Nebraska, Dave Heineman, ha expresado su oposición a la llegada a ese estado de estos menores y hace un mes solicitó información sobre los más de 200 que ya están en su jurisdicción. Ese trámite aún no se concretó debido a que la Ley de Protección de Víctimas de Tráfico Humano de 2008 prohíbe dar a conocer esa información.

Debido a la ambigua respuesta de los políticos y funcionarios públicos sobre la ayuda a estos inmigrantes, y al “relativamente poco éxito” en la interacción con éstos, “ahora nos enfocamos en trabajar directamente con pastores, empresarios y líderes de las fuerzas del orden”, explicó Warren.

“Vemos poca evidencia de que los legisladores trabajen a favor de los inmigrantes, de los niños, de nuestro futuro y del progreso del país”, aseveró.

“Pero somos gente de esperanza y seguiremos luchando por nuestros hermanos y hermanas inmigrantes, esperando con ansiedad que se apruebe una reforma migratoria justa y compasiva”, agregó.

Montoya consideró que quienes quieran ayudar a los menores deberían informarse adecuadamente sobre los problemas que esos menores enfrentan, incluyendo detención, alojamiento y deportación, y la conexión de esos problemas con seguridad fronteriza y reforma migratoria.