¿Cómo manejan las estrellas jóvenes la fama repentina?

Allí estaba él: en tu vaso de soda, en tu quiosco de periódicos o pegado a un costado de tu autobús. Su rostro aparecía en todas partes.

A los 19 años, Hayden Christensen casi tenía aún cara de niño cuando fue seleccionado cuidadosamente por George Lucas para protagonizar las nuevas precuelas de Star Wars. El adolescente canadiense, jamás había puesto un pie en un set de filmación importante antes de filmar Episode II en el 2002. Todos, incluyendo a Lucas, le dijeron que interpretar a Anakin Skywalker iba a cambiar su vida.

Pero Christensen no se encontraba preparado para la fama repentina. No se sentía capaz, como si no hubiera ganado su reconocimiento de una manera significativa. Así que a pesar de que tuvo un papel protagónico en el aclamado drama del 2003 Shattered Glass, y apareció esporádicamente en otras películas, después del lanzamiento de Episode III en 2005, el actor compró algunas tierras de cultivo y se retiró alejado de Hollywood.

“Supongo que sentí como si tuviera esta gran cosa en ‘Star Wars’ que me proporcionó todas estas oportunidades y me dio una carrera, pero todo parecía que me lo habían dado demasiado fácil”, dijo el actor este otoño, promocionando su primer película en cinco años, un drama basado en la fe llamado 90 Minutes in Heaven. “Yo no quería pasar mi vida sintiendo como si estuviera montado en la misma ola”.

Es difícil imaginar a Daisy Ridley o John Boyega, las estrellas de 23 años protagonistas de The Force Awakens revelar algún día una confusión interna similar. Como Christensen, cada uno de los actores británicos estaba en gran medida en el anonimato antes de ser audicionados por J.J. Abrams el año pasado. Ridley ni siquiera tenía una página de créditos en IMDb. Sin embargo, ambos parecen estar abrazando su recién descubierta fama.

Desde que la máquina promocional de Star Wars comenzó a levantar vuelo en abril, en el evento para admiradores organizado por Disney: Celebración de Star Wars, los dos, antes desconocidos, han estado prácticamente en todas partes. Ridley ha aparecido en las portadas de Elle y Glamour de Reino Unido, a pesar de que los lectores todavía no había llegado a ver la película en la pantalla grande. Ella y Boyega aparecieron en un sketch en Saturday Night Live parodiando el proceso de audición de la película.

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Para cuando caminaron por la alfombra roja en el estreno de la película en Los Ángeles, los jóvens actores ya eran adorados por los diseñadores: Ridley llevaba un vestido que había sido diseñado para ella por Chloé Atelier, mientras que Boyega lucía un traje hecho a la medida de tres piezas de Versace con un solo guante de cuero.

Es raro, por supuesto, para los actores noveles generar esta cantidad de publicidad. Cada año en el Festival de Cine de Sundance, por ejemplo, siempre hay alguien bastante joven en quien los medios de comunicación se fijan, pero el frenesí se disipa rápidamente una vez que todo el mundo deja Park City, Utah. Lo mismo pasa en la temporada de premios. Los expertos se apresuran a nombrar a la próxima Meryl Streep, pero después de que los Óscar se entregan, muchos – recuerden a Catalina Sandino Moreno (Maria Full of Grace) o Haley Joel Osment (The Sixth Sense)- luchan para continuar contando con la atención del público y los medios.

Tener el protagónico de una franquicia de películas de gran presupuesto, sin duda le da un joven actor una mejor oportunidad para el estrellato. Por un lado, los aficionados al cine tienen garantizado el encontrarse cara a cara con sus películas cada dos años. Pero por cada Kristen Stewart, hay un Taylor Lautner -un actor que en un momento dado fue capaz de causar pandemonios de admiradoras, pero más recientemente se le ha visto en una película de Netflix de Adam Sandler haciendo cosas inapropiadas con un burro.

¿Cómo se determina el destino de las jóvenes estrellas?

En primer lugar -y, sí, esto puede parecer obvio- puede ser una cuestión de talento. Antes de que Jennifer Lawrence, ahora de 25 años, fuera seleccionada en The Hunger Games, ya había recibido elogios de la crítica y una nominación al Óscar por su papel en la dura producción independiente Winter’s Bone. Shailene Woodley, de 24 años, tenía un Globo de Oro por The Descendants en su haber antes de que ella firmara en la franquicia Divergent. Y Stewart, que cuando era niña coprotagonizó con Jodie Foster Panic Room, se ha probado a sí misma después de Twilight, no solo con la siguiente de gran presupuesto Snow White and the Huntsman (una de las primeras 20 películas del 2012 en la taquilla), sino también con los roles inteligentemente escogidos en películas independientes como Still Alice y Clouds of Sils Maria, que está generando rumores de Óscar para la actriz.

“Kristen era una actriz realmente dotada antes de que jamás leyera Twilight”, dijo Nancy Kirkpatrick, quien trabajó con la actriz cuando ella se desempeñó como jefa de mercadotecnia de Summit Entertainment, que hizo las películas de Twilight. “Cuando ella tenga 50, todavía estaremos viendo su trabajo”.

Hace apenas unos años, sin embargo, parecía que Stewart estaba a punto de sabotear su carrera. Historias sensacionalistas acerca de su tumultuosa vida amorosa con su co-estrella Robert Pattinson en Twilight, eclipsaron durante un tiempo las discusiones acerca de su actuación. Y ella estaba tan físicamente incómoda en entrevistas -dando golpecitos con el pie, mirando al suelo, murmurando- que a menudo se le veía como desconectada.

“Ahora la veo en entrevistas y siento que estoy realmente viendo a la verdadera Kristen, pero ha llevado mucho tiempo”, dijo Kirkpatrick de la actriz de 25 años de edad. “Ella tiene un equipo y un publicista increíbles. Ella ha entrenado. Pero también simplemente ha madurado”.

Lawrence, sin embargo, nunca parecía batallar en público. Ella es la estrella rara que apenas la semana pasada se le veía igualmente como en casa en el programa Fresh Air de la Radio Pública Nacional, con Terry Gross como lo hizo en el programa de entrevistas de Andy Cohen Bravo Watch What Happens Live. Ella acierta en lo que cualquier joven actriz querría hacer bien ya sea caminar ligera por las alfombras rojas y ordena pizzas con los periodistas o confesando pretender a coprotagonistas lindos.

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Ella parece seguir un camino estudiado en su carrera haciendo malabarismos incluso con películas de cómics como las de la serie de X-Men o con películas biográfica de David O. Russell. Es obvio que a ella le gusta actuar y quiere ser tomada en serio en Hollywood; este otoño, escribió un ensayo para Lena Dunham sobre la desigualdad salarial en la industria del cine.

Chris Pratt -que acaba de terminar una historia de amor de ciencia-ficción con Lawrence- aparece igualmente a gusto consigo mismo. A pesar de que había sido una estrella de televisión que trabajaba desde hace años, el artista de 36 años de edad se convirtió en un nombre familiar solo después de la emisión en 2014 del éxito de taquilla Guardians of the Galaxy. Al igual que las estrellas jóvenes de otras películas basadas en cómics de Marvel y DC -Chris Evans, Chris Hemsworth, Henry Cavill- Pratt también es guapo. Pero el actor, que protagonizó este verano Jurassic World, sabe cómo presentarse de forma sólida y encantadora. Usted no solo quiere levantar pesas con él, o dormir con él, desea tomar una cerveza con él, o ir a una cita doble con él y su esposa, Anna Faris.

En otras palabras, si se quiere ser una estrella de cine en 2015, se tiene que conseguir un equilibro difícil. Se tiene que ser atractivo, pero hacer que el público se identifiquen con usted. Torpe pero disciplinado. Modesto pero seguro de sí mismo.

Ah, y esa franquicia en la que está tiene que ser buena. Aunque Woodley es una conocida actriz, tal vez la razón por la que aún no es tan reconocible como Lawrence es que las películas Divergent no han sido especialmente bien recibidas por los seguidores ni la crítica.

Eso no es un problema para Ridley y Boyega. Pero por todos los elogios que ellos y la película han recibido, las estrellas deben saber que Walt Disney Pictures, por necesidad, promoverá sus carreras solamente si ayuda a la franquicia. Después de todo, la mayoría diría que The Force Awakens recaudó más de mil millones de dólares en todo el mundo durante las dos primeras semanas de su lanzamiento, debido al valor integrado de la marca Star Wars en sí. Ridley y Boyega necesitarán encontrar sus propias trayectorias de héroes para triunfar en Hollywood.

Christensen, por su parte, todavía se considera afortunado de haber sido parte de una franquicia con tal impacto global -a pesar de que lo abrumó en su momento-. Después de años en su granja de Canadá, acaba de encontrar ahora el equilibrio otra vez en Hollywood a los 34 años.

“No puedes eliminar años y pensar que eso no va a afectar tu carrera”, dijo. “Pero no sé; de una manera extraña y en cierto modo destructiva, había algo atractivo en eso para mí. Había algo en la parte de atrás de mi cabeza que decía: ‘si este tiempo de distancia va a ser perjudicial para mi carrera, pues que así sea. Si puedo volver después y retomar mi camino de regreso, entonces tal vez voy a sentir que me lo he ganado’”.