Anuncio
Anuncio

Padres arrancan la pretemporada llenos de juventud

Jugadores de los Padres de San Diego llegan a la cancha de entrenamiento en Peoria, Arizona, para su preparación para la liga del 2017.

Jugadores de los Padres de San Diego llegan a la cancha de entrenamiento en Peoria, Arizona, para su preparación para la liga del 2017.

(Hayne Palmour IV / San Diego Union-Tribune)
Share

Este sábado 25 de febrero los Padres se miden ante los Mariners de Seattle en el Sports Complex de Peoria, en Arizona, en el primer juego de los entrenamientos primaverales. La novena de San Diego comienza su puesta a punto para la temporada 2017 con uno de los rosters más jóvenes de todas las Grandes Ligas.

“Cada Spring Training tiene su particularidad”, comentó Andy Green, quien afronta su segunda campaña como manager de los Padres. “Tenemos muchos jóvenes este año, sobre todo en cuanto a jugadores de posición. Hay algunos lanzadores establecidos en el bullpen, otros de mayor edad que compiten por puestos en la rotación, pero en líneas generales hay mucha juventud en este equipo”.

Para muestra un botón. El antesalista venezolano Yangervis Solarte (29 años) y el segunda base Ryan Schimpf (28 años), son los únicos jugadores de posición en el roster actual de los Padres nacidos antes de 1990.

Anuncio

Veteranos como Tyson Ross, Derek Norris, o el venezolano Alexi Amarista no están más con el equipo. Jóvenes como el lanzador dominicano Luis Perdomo, que sorprendió a propios y extraños en 2016, el receptor Austin Hedges, el outfielder dominicano Manny Margot y el slugger Hunter Renfroe, han tomado el testigo en una organización como los Padres, que continúa su proceso de reconstrucción.

Esta nueva estructura gira en torno a Wil Myers. Con tan solo 26 años de edad, el inicialista pasó a ser la cara de la franquicia tras firmar una extensión de contrato por las próximas seis temporadas, además de ser uno de los jugadores más experimentados en el clubhouse de los frailes. La del 2017 será apenas su quinta campaña en las mayores.

Caras nuevas

El venezolano Jhoulys Chacín y el oriundo de Oceanside, Trevor Cahill, llegaron como agentes libres para esta temporada. Son dos de los lanzadores con más rodaje en este Spring Training y ambos se apuntan como candidatos a engrosar la rotación de abridores junto a Perdomo, Christian Friedrich, Paul Clemens o Clayton Richard. Este último, con 33 años, es el jugador de mayor edad en el rejuvenecido roster de los Padres.

Otro veterano que probará suerte en Peoria será el campocorto dominicano Erick Aybar, quien firmó con contrato de ligas menores e invitación al campo de entrenamiento. Aybar, de 33 años, aportaría experiencia al infield de San Diego y peleará por el puesto de shortstop con los venezolanos Luis Sardiñas y José Rondón. Con menos opciones parte el panameño Allen Córdoba, joven de 21 años tomado en el draft de Regla 5.

Carter Capps, obtenido en el cambio por Andrew Cashner con los Marlins de Miami la temporada anterior, viene recuperándose de una cirugía Tommy John y podría ser de los brazos importantes en el bullpen de los frailes en 2017.

Margot y Renfroe, prospectos número dos y tres en la organización de los Padres, probaron las mieles de las Grandes Ligas a finales de la temporada anterior y para 2017 se espera que ambos compitan por un puesto en los jardines junto a Travis Jankowski y Alex Dickerson.

Por su parte, el lanzador dominicano Miguel Díaz y el receptor venezolano Luis Torrens –ambos tomados en el draft de Regla 5-, también pelearán por un puesto en el roster de los Padres.

Superar expectativas

San Diego terminó la zafra anterior con récord de 68-94, en el último lugar de la división oeste de la Liga Nacional. Tampa Bay y Cincinnati registraron la misma marca y sólo Minnesota (103) tuvo más derrotas.

Para esta temporada, el panorama tampoco luce alentador. Las proyecciones ubican a los Padres de nuevo en el foso de su división y algunos incluso le auguran el peor récord de las Grandes Ligas.

“Desde afuera se generan ciertas expectativas y no tengo problemas con eso”, comentó Green. “Pero dentro del clubhouse, para este grupo de muchachos que se prepara para la temporada, debe existir una cultura de superar esas expectativas”.

“Nunca he entrado a un terreno de juego, a una cancha de baloncesto, o cualquier lugar en mi vida esperando perder”, agregó el estratega. “Quieres ganar cada juego. Haces lo humanamente posible para colocar a tus jugadores en una posición que los haga exitosos a la larga. No hay otra manera de asumir esto”.

Figueroa es periodista independiente.