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El desinterés marca las elecciones primarias en California

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Los colegios electorales californianos abrieron a las 7 de la mañana de hoy para celebrar una jornada de elecciones primarias dominadas por un marcado desinterés de los votantes, la mayoría de los cuales no acudirán a las urnas.

La convicción de que los demócratas con cargos públicos, encabezados por el gobernador Jerry Brown, se asegurarán continuar en la carrera por su reelección y la falta de carismáticos nuevos candidatos capaces de movilizar a los ciudadanos han descafeinado unos comicios que habitualmente no despiertan gran entusiasmo.

En liza está desde el puesto de gobernador, hasta los de vicegobernador, el secretario de Estado, contralor, tesorero, procurador general y comisionado de seguros, todos ellos gestionados actualmente por demócratas, entre centenares de posiciones abiertas entre la legislatura, el senado y el congreso.

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Las disputas más intensas son la de secretario de Estado, dado que queda vacante por la baja de Debra Bowen tras agotar el máximo de años en el cargo permitidos por la ley, así como las de puestos locales como el de supervisor y el de alguacil, ambos en el populoso condado de Los Ángeles.

La particularidad de estas elecciones es que por primera vez se aplica en unas primarias el sistema de “dos vencedores” desde que los californianos lo aprobaron hace cuatro años.

Este método permitirá que sean los dos candidatos más votados en las primarias los que disputen el cargo en las elecciones generales del 4 de noviembre, esto será así independientemente de su afiliación política, por lo que podría darse el caso de que dos aspirantes de un mismo partido se midan en segunda vuelta.

La fórmula, que aún está por ver si conseguirá su objetivo de desbloquear el férreo bipartidismo, tampoco ha servido para captar la atención del electorado, que podría ignorar las primarias de una forma “embarazosa”, como atestiguó hoy un artículo del diario San Francisco Chronicle.

Los analistas estiman que 7 de cada 10 de los 18 millones de votantes californianos no depositarán su papeleta en las primarias, lo que acercaría los números al récord histórico de baja participación en unos comicios similares establecido en 2008, cuando solo un 28,2 % de los electores ejercieron su derecho democrático.

Los colegios electorales cerrarán sus puertas a las 8 de la tarde y hasta entonces se espera un lento goteo de personas por las urnas dado que al desinterés se junta que más de la mitad de los votantes prefieren depositar su papeleta por correo.

Superadas las primarias, es de esperar que las campañas aumenten de intensidad para las elecciones generales de noviembre, en las que se decidirá quiénes ocuparán los cargos públicos en juego por los próximos cuatro años.

Los demócratas aspiran a tener el control total de las instituciones californianas, para lo que necesitan mantener la supermayoría dominar dos tercios de la cámara en la Asamblea y recuperarla en el Senado, mientras que los republicanos, que pasan por una de sus horas más bajas en este estado, intentarán impedirlo.

En la carrera por gobernador, donde Jerry Brown, de 75 años, parte como favorito indiscutible a la reelección en el que sería su cuarto mandato (ya ejerció como tal entre 1975 y 1983), todo apunta a que un republicano, Neel Kashkari o Tim Donnelly, conseguirá el apoyo suficiente para estar en las elecciones de noviembre.

Entre la lista de elegibles están también dos latinos, el republicano Richard Aguirre y Luis Rodríguez, del Partido Verde.