Jabari Blash: arma secreta de los Padres

Apenas 12 jugadores nacidos en las Islas Vírgenes habían participado en las Grandes Ligas antes del Opening Day de 2016. Jabari Blash, jardinero de los Padres de San Diego, se convirtió en el número 13 de la lista en la aplastante e histórica derrota 15-0 que sufrieron los frailes ante los Dodgers de Los Ángeles el día inaugural.

Aunque Blash comenzó el juego desde la banca, el manager Andy Green no tardó en darle oportunidad de debutar en las mayores. El caribeño ingresó como reemplazo defensivo en la pradera derecha en el octavo inning y fue uno de los tan solo seis bateadores que logró embasarse ante el pitcheo angelino, negociando una base por bolas en la parte baja de ese episodio. Su primer turno oficial en Grandes Ligas llegó en el segundo juego de la temporada entrando a batear como emergente por el abridor James Shields. Falló con rodado a tercera base.

En principio, salvo alguna lesión o titularidad esporádica, ese será el rol que tendrá Blash en 2016: jugador de banca. Una opción para los Padres como bateador emergente de poder, especialmente ante lanzadores zurdos. Poseedor de una fuerza asombrosa, el joven de 26 años puede cambiar el rumbo de un partido en un abrir y cerrar de ojos, factor que fue determinante a la hora de hacer el equipo.

“Durante los entrenamientos primaverales vimos todo el poder de Jabari, algo de su paciencia en el plato y obviamente también algunas de sus limitaciones”, comentó A.J. Preller, gerente general de los Padres. “Pero es un bateador que puede causar impacto en el juego con un solo swing”.

Blash pegó 32 jonrones en 2015 y lideró Triple-A en slugging con .640, pero se ponchó 123 veces en 406 turnos entre Doble-A y Triple-A. En seis años en ligas menores acumuló 230 extrabases y 614 abanicados. En resumen, el nativo de Saint Thomas ofrece un poder descomunal, pero también un alto promedio de abanicados.

Favorito de la afición

Gracias a su tremendo poder, Blash se convirtió rápidamente en uno de los favoritos de la fanaticada de los Padres. Sobre todo en las redes sociales, pues desde su irrupción en los entrenamientos primaverales en Peoria sus dantescos cuadrangulares empezaron a ser llamados “Blashtoffs”, una combinación de su apellido y la palabra blastoff, que se utiliza en inglés para referirse al despegue de un cohete. También son varios los que ya se han subido al tren del oriundo de las Islas Vírgenes, o “Blashwagon”, como le denominan.

Blash conectó cuatro jonrones y se ponchó en 23 de los 53 turnos que tomó durante el Spring Training, dejando un bajo promedio al bate de .189, con .310 de porcentaje de embasado y .370 de slugging. Números bastante discretos, a excepción de los cuadrangulares, pero que fueron suficientes para hacerse un espacio en el roster, ayudado por su condición de jugador de “Regla 5”.

Hay que recordar que los Atléticos de Oakland tomaron a Blash de los Marineros de Seattle como sexta escogencia del draft de Regla 5 el pasado mes de diciembre, e inmediatamente lo enviaron a los Padres como el jugador que sería anunciado más adelante en el cambio que trajo a Drew Pomeranz y al prospecto José Torres por Yonder Alonso y Marc Rzepczynski. Este estatus obliga a San Diego a mantener a Blash en el roster de 25 jugadores toda la temporada, u ofrecerlo de regreso por 25 000 dólares a los Marineros, equipo que lo seleccionó originalmente en el draft de 2010.

“Con este tipo de jugadores hay que ver los beneficios a futuro más que su producción actual”, explicó Preller ante la posibilidad de que Blash y otros jugadores de Regla 5, como el joven lanzador dominicano Luis Perdomo, no cumplan con las expectativas. “Creemos que pueden ayudar en este momento. Si llegamos a ese punto en la campaña, entonces decidiremos qué es lo mejor para ellos y el equipo”.

La banca de un equipo de la Liga Nacional –que utiliza con frecuencia bateadores emergentes-, no es el mejor de los lugares para esconder a un jugador de Regla 5 que aún no está listo para las Grandes Ligas. Tampoco hay opción de bajarlo a las menores. Por ello, el poder que ha mostrado en las primeras de cambio, podrían asegurarle a Blash su puesto en el roster de los Padres por el resto de la temporada.