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Kim Dotcom está furioso por el nuevo romance de su exmujer

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El empresario informático Kim Dotcom, reclamado por EEUU por supuesta violación a los derechos de autor, expresó hoy su enfado por el nuevo romance de su exmujer Mona, de quien se separó hace menos de un año.

“Yo ayudé y contraté a un niño problemático de 17 años para jugar con los hermanos de Mona en la Xbox. Un año después él decidió jugar con Mona”, ironizó Dotcom en un mensaje de Twitter.

Mona Dotcom, de 26 años y madre de cinco hijos, mantiene un romance con el neozelandés Jeriel Manapori, de 20 años, según la revista “Woman’s Day”.

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Esta publicación además informó de que la exmujer del fundador del portal de descargas Megaupload le ha comprado a su nuevo compañero sentimental un lujoso coche Mercedes Benz.

Mona y Kim Dotcom contrajeron matrimonio en julio de 2009, casi tres años antes de la detención del informático alemán en la mansión que alquilaba en las afueras de la ciudad de Auckland en un vasto operativo internacional orquestado por el FBI.

La unión terminó cuando, según el diario New Zealand Herald, Mona huyó de noche de la casa común en un cochecito de golf.

Dotcom, de 41 años, saltó a la fama internacional a raíz de su espectacular detención en Nueva Zelanda, donde espera en libertad condicional a la espera del inicio de su juicio de extradición, aplazado en múltiples ocasiones y cuya nueva fecha está prevista para el próximo 2 de junio.

La semana pasada el estonio Andrus Nomm, que es uno de los siete miembros de Megaupload acusados por EEUU, fue condenado a poco más de un año de cárcel tras admitir su participación en la violación de los derechos de autor.

Además de Nomm y Dotcom, también están imputados los alemanes Mathias Ortmann (cofundador), Finn Batato (técnico del portal) y Sven Echternach (jefe de desarrollo de negocios), el holandés Bram van der Kolk (jefe de programación) y el eslovaco Julius Bencko (diseñador).

A Megaupload se le atribuye haber causado más de 500 millones de dólares en pérdidas a la industria del cine y de la música al transgredir los derechos de autor de compañías y obtener con ello unos beneficios de 175 millones de dólares.