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La fundación Livestrong para enfermos de cáncer supera el año del desengaño

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La fundación Livestrong para enfermos de cáncer sufrió en 2013 las consecuencias de las mentiras de su creador, el desacreditado ciclista Lance Armstrong, cuyos fraudulentos éxitos deportivos fueron clave para popularizar esa organización fue víctima de su caída en desgracia.

Tras años de especulaciones sobre dopaje y continuas negaciones por parte de Armstrong, éste terminó por admitir en enero, ya acorralado por las autoridades, que ganó sus siete Tour de Francia haciendo trampas.

La noticia derribó del pedestal a un héroe deportivo y fue una decepción especialmente para quienes trabajaban en su fundación.

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Armstrong era un ejemplo, un superviviente de cáncer que llegó a ser el mejor ciclista de todos los tiempos.

“Me sentí desilusionada. Fue difícil pasar por esa etapa”, confesó a Efe Sarah Gómez, portavoz de Livestrong, que recuerda con viveza aquellos momentos críticos en los que recibieron numerosas llamadas de personas interesadas por lo que estaba ocurriendo y cuál era la realidad de la fundación.

Su familia incluso llegó a temer por su empleo, según admitió, pero Livestrong tenía asegurada su existencia gracias a los fondos acumulados desde que vio la luz en 1997 y, sobre todo, por la recaudación que generaba su identificación con el ciclista.

“Tienen reservas para más de dos años”, confirmó el presidente de CharityWatch, Daniel Borochoff, que fundó esa entidad dedicada a valorar el desempeño de las organizaciones benéficas de Estados Unidos.

Livestrong, que apoya a personas que padecen un tumor, cuenta con una de las calificaciones más altas en el ránking de CharityWatch (A), que no ha tenido en cuenta en su análisis el escándalo de Armstrong, cuyo impacto en la fundación fue más emocional y económico que operativo, y se produjo paulatinamente.

“Hemos seguido ofreciendo los mismos programas y servicios o más que el año pasado. Sí hemos visto una bajada en las donaciones individuales, pero también hay que ver el contexto económico en el que está el país”, apuntó Gómez.

En agosto de 2012 la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA) decidió descalificar a Armstrong de todas las competiciones en las que participó desde el 1 de agosto de 1998, año en el que regresó al ciclismo tras superar un cáncer de testículos que se le diagnosticó en 1996.

USADA tenía pruebas contundentes en contra del deportista, las mismas que empleó la Unión Ciclista Internacional (UCI) para definitivamente anular sus triunfos el 22 de octubre de 2012.

El 17 de octubre, Armstrong renunciaba al cargo de presidente de su fundación que desde el día 30 de ese mes dejaba de llamarse The Lance Armstrong Foundation para tomar su denominación promocional, Livestrong, como nombre propio: Livestrong Foundation.

En noviembre, el ciclista dejaba de formar parte de la junta directiva y la fundación comenzaba a pedalear por su cuenta.

El 14 de enero, Armstrong confesaba el uso de sustancias ilegales para mejorar su rendimiento deportivo en una entrevista realizada por la presentadora Oprah Winfrey que se emitiría días después.

Las palabras del ciclista hicieron que donantes decidieran romper sus lazos con Livestrong, entre ellos la compañía Nike que desde 2004 era el principal distribuidor de los conocidos brazaletes amarillos de esa fundación.

Junto con la empresa deportiva, Livestrong vendió más de 87 millones de brazaletes y recaudó para su causa 100 millones de dólares. Nike anunciaba en mayo que 2013 sería su último año de asociación con Livestrong.

Algunos famosos, como Ben Stiller o Robin Williams, tomaron distancias con la fundación, pero Gómez aseguró que no se quedaron solos.

“Hubo gente que no nos conocía y nos llamó. Se interesó por lo que hacemos, declaró la portavoz que hizo mención al dicho de que “cualquier publicidad es buena publicidad” y para quien hubo personas que en su momento respaldaron la fundación por “las razones equivocadas”, más por “el ciclista que por las personas con cáncer”.

Entre 2012 y 2011, Livestrong vio reducidos sus ingresos por contribuciones y regalías en un 32 % y un 34 %, respectivamente. Borochoff pronostica que esa caída será aún mayor en el ejercicio de 2013.

Gómez mira con ilusión al futuro, no en vano para ella su trabajo es vocacional: “Estudié psicología para ayudar a personas en tiempo de crisis y eso no ha cambiado”. En 2014 Livestrong estará de enhorabuena, su brazalete amarillo cumple diez años, “es algo que hay que celebrar”, afirmó.