Anuncio
Anuncio

La mexicana Bianca Marroquin regresa a Nueva York de la mano de West Side Story

Share

La historia de amor, intolerancia y discriminación de West Side Story será contada de nuevo con una puesta en escena, producida por el consorcio del Carnegie Hall, que ha traído de vuelta a Nueva York a la mexicana Bianca Marroquín.

El famoso centro de espectáculos celebra su 125 aniversario con diversos eventos que incluyen la obra de Arthur Laurents con partitura de Leonard Bernstein, letra de Stephen Sondheim y coreografía de Jerome Robbins, con Marroquin como Anita, que han interpretado Chita Rivera en el musical y que le valió un Oscar a Rita Moreno en el cine.

“Seguir los pasos a esas leyendas, esos iconos..., lo hago con humildad”, dijo a Efe la primera latina no nacida en EE.UU que protagonizó “Chicago”, que no oculta su emoción por ser parte de la obra, del 4 al 6 de marzo en el Knockdown Center, una rehabilitada fábrica en el distrito neoyorquino de Queens convertida en sala para espectáculos, para la que están teniendo “ensayos muy fuertes, intensos”.

Anuncio

“Cada día es una lesión nueva porque son movimientos a los que no estamos acostumbrados. La coreografía original de Robbins es muy compleja, muy exigente y muy precisa”, indicó la actriz, cantante y bailarina, quien aseguró que estaba “en las nubes” cuando le eligieron para el papel.

La mexicana actuará junto a Skylar Astin (“Pitch Perfect”, “Pitch Perfect 2”) que comenzó su carrera en el teatro y que dará vida a Tony, Morgan Hernández, estudiante de 18 años del Conservatorio de Boston como María, en su debut en un escenario de Nueva York, y Donald Jones será Bernardo.

Destacan 14 estudiantes de escuela superior de Nueva York y Nueva Jersey en la coreografía, a cargo del puertorriqueño Julio Monge, y de otros 200 de la Gran Manzana en un coro, un nuevo elemento en esta obra.

“En el primer ensayo con los músicos lloramos al escuchar la música original de Bernstein. ¡Son 40 músicos! No podíamos creer lo que estábamos viviendo. Fuimos bendecidos de haber sido escogidos para volver a contar esta historia”, indicó la mexicana, que hizo su debut en Broadway con “Chicago” en 2002.

“West Side Story tiene muchos mensajes que están vigentes por décadas, temas con los que lidiamos siempre: discriminación, violencia, racismo, hostigamiento, esperanza, amor, traición. Esta obra viene en este momento a despertar conciencia, a tocar corazones de lo que sucede en el mundo”, argumentó.

Esa vigencia motivó al Carnegie a revivir la pieza, que se ubica en esta ciudad en la década de 1950 basada en la trágica historia de amor de Romeo y Julieta, cuya puesta en escena dejó en manos de Amanda Dehnert, que la dirigirá, y de Marin Aslop, exprotegida de Bernsteinla, la directora musical.

Ambas aseguran que la pieza tiene tanta vigencia hoy como la tuvo en su momento de estreno en Broadway, el 26 de septiembre de 1957, cuando llegó al escenario la rivalidad entre dos pandillas de adolescentes, los Sharks de Puerto Rico, perseguidos por los Jets, de jóvenes blancos. Tony, de los Jets, se enamora de María, hermana de Bernardo, líder de los Sharks, desencadenando el conflicto.

“El mensaje atemporal de West Side Story y los temas atemporales de Romeo Julieta son tristemente relevantes en el mundo de hoy. Cuando la gente no puede conseguir razonar y comunicarse los resultados son con frecuencia trágicos”, ha señalado Alsop.

Para esta celebración, el Weill Institute, brazo educativo del Carnegie, creó el Somewhere Project, que toma el nombre de “Somewhere” uno de los temas del musical que invita a artistas y público en general a unirse a la celebración a través de diversos eventos y echar una mirada analítica a West Side Story.

Uno de esos proyectos incluye el trabajo de arte de un grupo de jóvenes, en su mayoría latinos, que pintaron sobre zapatillas blancas inspirados en escenas de la película, que llegó al cine en 1961, luego de analizar los personajes y problemas sociales que plantea la historia.

“Escogí a María y pinté un revólver y un corazón porque la historia se trata de amor y luego se torna en violencia. En la otra zapatilla pinté el Upper West Side para ubicarla dónde ocurre”, dijo a Efe la colombiana Nancy Gómez.

Las zapatillas serán exhibidas en el Knockdown Center durante los días que se presente la obra.