Anuncio
Anuncio

Rotarios de National City señalan mala administración del club local

National City Councilwoman Mona Rios speaks at a rally in 2017.
(John Gibbins / San Diego Union-Tribune)
Share
San Diego Union-Tribune

La regidora municipal Mona Ríos fue señalada recientemente por su tiempo como presidenta del Club Rotario de National City, que ha existido desde la década de 1950.

Los miembros actuales acusan a la concejala, a su ex director de campaña y a su asesora del Ayuntamiento de casi destruir al club debido a una contabilidad defectuosa y un liderazgo deficiente.

Ríos fue presidenta en el año fiscal 2014-15 y su director de campaña, Marcus Bush, la sucedió en 2015-16. La ayudante de Ríos, Anita Brinkley, fue tesorera de Ríos, Bush y su sucesor, David García, de acuerdo con un informe del Club Rotario que describe su tiempo en el cargo.

Anuncio

Durante ese tiempo, el Club Rotario no cobró a los miembros por las cuotas, no presentó los formularios de impuestos del IRS y no pagó el alquiler del centro comunitario Martin Luther King Jr. donde el club celebró sus reuniones semanales, según el informe y los registros del IRS.

Como resultado de no presentar declaraciones al IRS, el club perdió su estado de exención de impuestos, esencialmente prohibiéndole recaudar fondos. También fue desalojado del centro comunitario, que es propiedad de la ciudad.

“Básicamente tenemos tres malos presidentes y casi devastó nuestro club porque la gente no hizo una contabilidad adecuada”, dijo el presidente saliente, Bill Wells. “Ni siquiera sabemos dónde está parte del dinero”.

Actualmente hay alrededor de una docena de miembros en el Club Rotario, dijo Wells, quien es homónimo con el alcalde de El Cajón.

Ríos se negó a comentar. Bush dijo que asume la responsabilidad de la contabilidad incorrecta. David García, quien sucedió a Bush, no respondió a las solicitudes de comentarios.

Duane Schirmer, un miembro del Club Rotario que equilibró las finanzas del club, dijo que la contabilidad del club es básicamente inexistente entre 2014 y 2017. No hay registros de cómo se gastó el dinero.

“Los libros tenían dinero entrante, pero nada salía”, dijo Schirmer. “No teníamos nada para mostrar al centro Martin Luther King Jr. que pagamos el alquiler porque no teníamos cheques de dinero saliendo”.

Schirmer dijo que los miembros restantes del Club pagaron algunas de las multas del IRS de su bolsillo.

Brinkley niega haber conservado registros o realizado una contabilidad adecuada durante su tiempo como tesorera. Ella dijo que entregó los registros contables a García antes de que ella dejara el club.

Los registros del IRS muestran que el estado exento de impuestos del Club Rotario fue revocado en noviembre de 2017, una medida que se toma cuando la declaración requerida del Formulario 990 no se presenta por tres años consecutivos. Los registros muestran que el último Formulario 990 fue presentado por el presidente que precedió a Ríos, Jon Halstead.

El Club Rotario también debe presentar formularios ante la Oficina del Fiscal General del estado, que supervisa las organizaciones de caridad. Los registros muestran que el club no presentó formularios requeridos en los últimos cinco años, con la excepción del año fiscal 2014, cuando Halstead se desempeñó como presidente.

Los estados financieros de la ciudad de National City muestran que al Club Rotario se le facturaron 2100 dólares por el uso del centro comunitario Martin Luther King Jr. de septiembre de 2014 a junio de 2016 —durante el tiempo en que Ríos y Bush fueron presidentes. Los registros muestran que el Club Rotario solo pagó 300 dólares de la cantidad adeudada hasta 2017, cuando se pagó el resto.

El Club Rotario pasó el año pasado equilibrando las finanzas. Publicó un informe interno para mostrar a los miembros la situación financiera heredada por el liderazgo actual y los pasos dados para enderezar el barco.

El informe, una copia del cual fue obtenido por The San Diego Union-Tribune, no tenía la intención de hacerse público, dijo Wells.

Wells dijo que es importante que el público sepa que Ríos y los demás tuvieron un impacto negativo en el club.

“Creo francamente que ella administró mal el club al que pertenezco”, dijo. “¿Se puede confiar en ellos para administrar el dinero de la ciudad y hacer el bien a la gente de National City? No lo creo.”

Además de la mala gestión financiera, el informe del Rotary Club afirma que Ríos usó la organización para su propio beneficio político. Mientras era presidenta y se postuló para la reelección para un puesto en el consejo municipal en 2014, el Club Rotario imprimió camisetas que decían, “Rotarios trabajando” en la parte posterior y “Vote por Mona Ríos”, en el frente, de acuerdo con el informe.

En ese momento, los miembros del Club no conocían las reglas contra la promoción de campañas políticas, dijo Wells.

“No creo que el club se haya dado cuenta de lo que estaba haciendo”, dijo Wells. “Si Rotary International hubiera sabido, habrían retirado nuestra presencia en ese momento porque lo que ella hizo estaba completamente en contra de las reglas de Rotary”.

Ríos se negó a discutir su tiempo en el Club Rotario.

Su abogado, Cory Briggs, desestimó el informe del Club Rotario como “acusaciones infundadas”.

Bush y Brinkley etiquetaron el informe del Club Rotario como una “campaña de desprestigio” contra Ríos, que se reelegirá en noviembre.

Bush, ex director de campaña de Ríos, dijo que no estaba enterado del hecho de que el estado del club estaba sujeto a la presentación de formularios del IRS hasta después de su mandato como presidente.

“Me responsabilicé de eso y me disculpé porque no sabía sobre eso”, dijo.

Bush sostuvo que el Club Rotario tuvo años exitosos bajo su liderazgo y el de Ríos, incluyendo tres recaudaciones de fondos exitosas que recaudaron dinero para programas y becas en cada uno de los dos años.

Anita Brinkley, asesora de Ríos en el ayuntamiento, dijo que el club estaba teniendo problemas financieros antes de que ella se uniera.

Ella disputa ser tesorera mientras Ríos era presidenta. Ríos no tuvo tesorero en 2014-15, lo que dejo que la concejala llevara a cabo los deberes de contabilidad, dijo Brinkley.

Brinkley también dijo que planeó presentar la documentación del IRS en noviembre de 2017 e incluso habló con un abogado de impuestos. Pero dejó el Club Rotario antes de noviembre porque no estaba de acuerdo con el liderazgo del entonces presidente García.

Brinkley dijo que le dijo al Club Rotario qué pasos debían tomar los miembros para presentar las declaraciones de impuestos antes de salir de la organización.

Brinkley no pagó sus deudas cuando se fue y todavía le debe al Club Rotario 100 dólares. Ella dijo que quiere devolver el dinero en persona, pero que no sabía dónde estaba celebrando reuniones el club.

Los miembros actuales del Club Rotario dijeron que Ríos y Bush no les informaron sobre la situación financiera del club. La organización solo se enteró después de que el IRS les envió una carta de revocación y el centro comunitario Martin Luther King Jr. les dijo que serían desalojados.

El club tuvo que pagar 1000 dólares en multas por no presentar documentos del IRS y la Oficina del Fiscal General del Estado. Debido a que no podían organizar eventos para recaudar fondos, parte del dinero provino de los propios miembros, dijo Schirmer.

El año pasado, el club pagó sus atrasos al centro comunitario Martin Luther King Jr. y fueron reintegrados como organización benéfica mediante la presentación de los formularios necesarios en la oficina del Fiscal General del estado. El grupo está trabajando con el IRS para ser reintegrado de manera retroactiva.

“Pensé que el club iba a morir, y estaba listo para irme”, dijo Schirmer. “Pero los miembros restantes están comprometidos. Hemos estado trabajando con el IRS y pagamos nuestra renta, por lo que regresaremos pronto”.

Solís y Hernández escriben para el U-T.