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SeaWorld se lanza al agua

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Imagínate dando un paseo sobre la arena en la costa y poder ver a solo unos 20 pies de distancia a gigantescas orcas nadando a través de aguas poco profundas rodeado de plantas y formaciones rocosas. Esa imagen es solo una pequeña muestra de la experiencia interactiva que guiará a los visitantes de SeaWorld a lo largo de un camino de 40 pies, que descenderá a un espacio con vistas bajo el agua donde se podrá observar a las orcas nadando y jugueteando.

Blue World, es una iniciativa con un costo de 300 millones de dólares con la que SeaWorld Entertainment espera poder cautivar y educar a sus visitantes, aunque reconoce que es poco probable que calle a sus críticos más fehacientes.

Aunque el expresidente, Jim Atchison dejó oficialmente su cargo la semana pasada en medio de una reorganización planificada, y hace meses que se busca a un nuevo líder, la compañía con sede en Orlando, Florida, sigue avanzando con su plan previamente anunciado de duplicar el tamaño de sus tanques para orcas, iniciando la construcción en el parque marino de San Diego a finales de este año. Después seguirá la construcción de tanques similares en los otros dos parques de SeaWorld.

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Todo ello sin importar que las orcas sigan siendo un blanco de persistentes críticas contra el parque por su práctica de criar y mantener a las orcas en cautiverio. Tampoco sin importar que el presidente aún no nombrado no haya sido consultado sobre si la expansión del hábitat acuático de las ballenas es una estrategia razonable.

Mientras que algunos analistas dicen que no saber si el esfuerzo es un acierto, otros sugieren que se debería haber hecho hace mucho tiempo, incluso si no atrajera necesariamente más visitantes.

“Las piscinas, los estanques, la expansión, se tienen que tener si se quiere permanecer en el negocio, pero no necesariamente refuerzan la asistencia”, dijo el consultor de parques temáticos Dennis Siegel. “Sin embargo, ayudará a disipar los temores y conflictos entre el público en lo que se refiere a mantener a los animales en cautiverio”.

Aunque los planes detallados para el proyecto siguen siendo en gran medida una obra en progreso, recientemente los ejecutivos de SeaWorld describieron con mayor detalle para el U-T San Diego el diseño de la nueva atracción de 1.5 acres. Consideran que le dará al público una experiencia sensorial de la “magnificencia” de las orcas, al permitir que las vean desde abajo y muy de cerca, lo cual no es posible presenciar en la naturaleza.

Sin embargo, la exhibición de varios niveles, una vez que se complete en el 2018, no tomará el lugar de los espectáculos de Shamu que la empresa afirma aun son populares.

“Parte de la razón por la que hacemos lo que hacemos es para que nuestros visitantes puedan ver y experimentar estos animales dentro de nuestros parques, y el concepto de granjas de mar o santuarios del océano no es necesariamente mejor ni permite que cumplamos nuestra misión de inspirar y educar”, dijo Chris Dold, vicepresidente de servicios veterinarios para SeaWorld Entertainment. “La motivación principal es la experiencia con las ballenas. Habrá una variedad de superficies y niveles en este nuevo hábitat, que van desde una profundidad de 50 pies a zonas poco profundas, donde las orcas se deslizan hacia afuera del agua, haciéndolo por su cuenta y trabajando con los entrenadores”.

Nivel de playa

Blue World Experience comienza sobre la superficie, en la “línea costera”, imitando un entorno marino. El objetivo de los diseñadores de SeaWorld es crear un ambiente de playa donde los visitantes podrán caminar sobre arena simulada conforme miran un cuerpo de agua bordeada por rocas y plantas donde habitan las orcas.

En esta área la vista cubre un espacio de 350 pies de largo que conforman el hábitat de las ballenas, montado de forma que se facilita el ver a las orcas jugando y nadando.

“Este proyecto representa una evolución de todos los aspectos de diseño para nuestra empresa, por ejemplo los pasamanos que tendremos que instalar para evitar que los visitantes se metan al agua”, explicó Brian Morrow, director senior de desarrollo y diseño de SeaWorld Entertainment.

“Estamos explorando si vas a (ver las ballenas) al aire libre o a través de acrílico. Los visitantes verán sobre todo agua y roca artificial, que es parte del hábitat que estamos construyendo para las ballenas. Y habrá entradas que permitan que las ballenas lleguen a las zonas poco profundas”.

Dentro de esas zonas poco profundas, que tendrán poco más de 4 pies de profundidad, las orcas podrán jugar y frotar sus cuerpos en la superficie, explicó Dold.

“Refleja el concepto del que hemos hablado mucho, esta idea de enriquecimiento dinámico en el que las ballenas tendrán diversas superficies y profundidades”, dijo.

Nivel bajo el agua

Blue World tratará de crear emoción y anticipación al guiar a los visitantes a lo largo de un descenso gradual que los llevará debajo de la superficie hasta un punto donde la experiencia será totalmente bajo el agua y con iluminación más débil.

Situado aproximadamente a una profundidad de 14 pies, este nivel de Blue World permitirá que la gente se incline sobre un pasamanos y vea a los que han alcanzado el nivel más bajo y exploran esta parte más profunda de la atracción.

“En ese nivel del recorrido podrán caminar junto a la pieza más larga de acrílico”, dijo Morrow. “La llamamos ‘pies a aleta’ porque verás (a las ballenas) a los ojos. No es la vista más profunda... pero verás el agua sin fin del hábitat”.

A lo largo de cada uno de los niveles, SeaWorld dice que su objetivo es incluir información sobre las ballenas y su entorno marino natural, presentándolo a través de diferentes medios de comunicación. Los entrenadores, a veces ocultos a la vista, pero bajo el agua en un área separada de las ballenas por un vidrio, en ocasiones guiarán a las orcas a realizar diferentes comportamientos.

“Actualmente estamos en (la etapa de) investigación y desarrollo de experiencias interactivas digitales para ello”, agregó Morrow. “En Blue World, vamos a utilizar todas las herramientas con que nuestra empresa completa cuenta para desarrollar nuevos métodos para comunicarnos con la gente y educarla mientras están dentro de un ambiente de parque temático, utilizando tecnología de proyección, pantallas táctiles y juegos interactivos”.

El descenso final

A SeaWorld le gusta llamarle a éste el “momento piel de gallina”, cuando los visitantes del parque ven por primera vez lo más profundo del nuevo hábitat. Aunque el parque ofrece ya vistas cercanas de las orcas, es en un área no muy grande, y lo más cerca que puede verse a las orcas es cuando están nadando a una profundidad de no mucho más de 10 pies por debajo de la superficie.

Los visitantes del parque llegarán a la parte más profunda a través de una escalera mecánica o un ascensor. No se ha determinado aún qué método se utilizará. La profundidad inferior le dará a la gente una nueva perspectiva donde observar a las ballenas nadar, a veces a altas velocidades, ayudadas por lo que pudiera ser una gran bomba diseñada para crear una corriente de agua rápida. Funcionarios de SeaWorld se apresuran a señalar que Blue World no será un lugar para espectáculos ni entretenimiento programado, sino más bien para ver íntimamente cómo viven, juegan e interactúan las ballenas.

“Blue World no es una reacción a los extremistas de la vida animal”, insiste Mike Scarpuzzi, vicepresidente de operaciones zoológicas de SeaWorld San Diego. “Blue World es la cuarta expansión del medio ambiente para las orcas en el parque y es una demostración de nuestro compromiso continuo de su salud y bienestar”.

Aún está por verse cuánto reforzará la maltrecha imagen del parque el proyecto que incluso todavía está por conformase. Los analistas bursátiles han tomado posiciones variadas sobre si las acciones deben venderse o conservarse.

El precio de las acciones se desplomó durante el último año. A algunos les alienta el cambio previsto en el liderazgo de la compañía, mientras que otros no están seguros sobre la estrategia de expansión de los tanques de orcas.

“En este punto, la opinión está todavía reflexionando sobre si Blue World es una sabia inversión”, dijo Tuna Amobi, analista de renta variable de S&P Capital IQ. “Mi empresa tiene una perspectiva cautelosa, así que no sé si es un jaque mate o un movimiento desastroso.

“Enfrentan interrogantes en cuanto a lo que pueden hacer para mitigar la disminución en la asistencia. Y si ésta sigue disminuyendo, entonces va a generar más y más preguntas acerca de por qué se sigue gastando dinero en esto. Todo eso es lo que un nuevo presidente tratará de abordar. No es probable que veamos un cambio dramático en el corto plazo”.