Columna: Con $100 millones, Magic Johnson devuelve el favor y continúa la cadena
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Magic Johnson, el conserje.
Antes de hablar sobre los $100 millones en préstamos que su compañía de seguros está financiando para empresarios de negocios de minorías y mujeres, primero debemos hablar del joven de 16 años que limpiaba los inodoros en un edificio de oficinas de Michigan.
El adolescente, intelectualmente curioso y ambicioso, se colaba en las oficinas ejecutivas, tomaba asiento en una silla reclinable y pateaba los pies sobre el escritorio, fingiendo dar órdenes a un asistente imaginario.
“Fue entonces cuando mis sueños pasaron de no solo estar en la NBA a querer dirigir mi propio negocio”, dijo el martes en una entrevista con Los Angeles Times.
“Siempre he dicho: Si no lo sueñas, no puedes convertirte en ello”.
Esa experiencia a una temprana edad trabajando para dueños de negocios afroamericanos me mostró lo que era posible. Es por eso que tengo mi negocio”.
Con demasiada frecuencia, las conversaciones sobre diversidad e inclusión se pueden simplificar demasiado. El ver a alguien que se parece a a tí ocupando un puesto particular siempre ha significado más que marcar un cuadro de acción afirmativa en una hoja de trabajo de Recursos Humanos.
Se trata de dejar que las minorías sepan que no solo hablas de Estados Unidos, eres Estados Unidos y que tus contribuciones son necesarias para su éxito.
“En mi época, no veía afroamericanos en los negocios”, dijo Joel Ferguson, quien junto con el empresario Gregory Eaton empleó y fue mentor de Johnson antes de ser Magic. “Es muy importante que haya modelos a seguir, tener personas que estén donde quieres estar”.
“Pero tener modelos a seguir no es suficiente. También tienes que ser un gran trabajador. [Johnson] fue realmente bueno haciendo todas las cosas que le pedimos. E hizo muchas preguntas buenas y relevantes sobre lo que se necesita para ser un hombre de negocios exitoso”.
Johnson atribuye su inicio a la limpieza de edificios de oficinas como la razón principal por la cual, al escuchar que las empresas pertenecientes a minorías estaban luchando por recibir la asistencia necesaria durante la pandemia de coronavirus, elaboró un plan para ayudar.
“Si cierran debido a la falta de fondos, crearía una gran cantidad de personas negras y cafés desempleadas, y eliminaría el acceso a los recursos que la comunidad necesita”, dijo Johnson. “Entonces tendríamos que salir de nuestra comunidad para obtener nuestros bienes y servicios, y eso no solo ejerce presión sobre las personas, sino que podría dañar el valor de la propiedad”.
Así es como funciona el plan: EquiTrust Life Insurance Co., propiedad de Johnson, distribuirá los préstamos a través del Programa federal de protección de sueldos de la Administración de Pequeños Negocios en asociación con MBE Capital Partners, un prestamista no bancario con sede en Nueva Jersey que trabaja en estrecha colaboración con empresarios de sus propios negocios. En general, si las empresas retienen su fuerza laboral, los préstamos PPP pueden funcionar más como donaciones, respaldados por la SBA.
Según los informes, los fondos de Johnson se destinarán a unos 5,000 préstamos que ya han sido aprobados. Los beneficiarios de los préstamos obtendrán acceso a capital que no han podido obtener de los principales bancos y cooperativas de crédito.
Al inicio del cierre, el Centro para Préstamos Responsables proyectó que era poco probable que más del 90% de las empresas propiedad de afroamericanos, latinos y hawaianos nativos o isleños del Pacífico obtuvieran un préstamo PPP a través de un banco o cooperativa de crédito importante. Para los asiáticos americanos, fue del 75%.
Estas empresas han visto a la SBA distribuir cientos de millones de dólares a compañías con accesos a mejores mercados y mucho menos necesidad.
¿Uno de esos negocios? La franquicia con la que Johnson se identifica más estrechamente, los Lakers.
El mes pasado, el equipo recibió una distribución de $4.6 millones antes de devolverlo tras la reacción pública. Todos clamamos por volver a la normalidad, pero si los restaurantes, salones, contadores e iglesias de una comunidad continúan siendo ignorados en los momentos más terribles, eso no debería ser lo normal.
De hecho, es un recordatorio de cómo el COVID-19, que ya se ha llevado vidas de minorías a un nivel desproporcionado, ha devastado una comunidad.
“Conocemos aquellos lugares donde todos los conocen por su nombre, donde tu mamá, papá, tío o hermana trabajan allí, y eso nos hace sentir bien a todos y es una fuente de orgullo”, dijo Johnson, quien no solo mantiene el contacto con sus primeros mentores, pero también con socios en negocios con ellos.
“Los lugares que permiten que los niños de minorías sueñen. Al igual que para mí en Lansing, el que [Ferguson y Eaton] sean dueños de negocios y que me hayan dado una oportunidad es realmente la razón por la que tengo la suerte de poder ayudar a las personas hoy. Así es como funciona esto”.
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