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No es la primera vez que dirige un largometraje. Pese a que es ampliamente conocida como actriz debido a sus roles en telenovelas y en películas tan prestigiosas como “Plata quemada” (2000), “El aura” (2005), “Truman” (2015) y “La cordillera” (2017), en el 2023, sorprendió al mundo del cine con su debut en la realización, “Blondi”, una comedia irreverente, pero profundamente realista y encantadora, sobre una madre de familia con un apego particular por su hijo adolescente.
“Belén”, su segundo esfuerzo de amplio aliento como creadora, que acaba de ser elegido como representante de Argentina en el Oscar y en los Premios Goya, y que se puede ver desde este fin de semana en el Laemmle Noho 7 de Los Ángeles antes de su lanzamiento del 14 de noviembre en Prime Video, vuelve a encontrarla en las mismas funciones de directora, coguionista y protagonista.
Pero es una película completamente distinta, en el sentido de que se inspira en una sonado caso real para enaltecer la labor de Soledad Deza, la abogada que tomó a su cargo la defensa de una joven tucumana que fue acusada de homicidio agravado luego de sufrir un aborto espontáneo.
Y tiene sentido que así sea, ya que si bien trata una temática muy cercana al corazón de esta porteña, no surgió inicialmente de sus manos, sino que fue un trabajo por encargo que ella terminó haciendo propio.
De alto nivel
Sucede que, en el 2016, cuando ganó el premio a la Mejor Interpretación Femenina en los Premios Platino debido a su papel en “La patota” (2015), Dolores Fonzi llegó al estrado marcada por las noticias que circulaban en ese momento acerca de la muchacha injustamente encerrada, lo que la llevó a sacar en el escenario un cartel que decía “Libertad para Belén” y a emplear sus discurso de agradecimiento para hablar de los derechos reproductivos en Argentina, en momentos en que no se había dictado todavía la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que rige desde el 2020.
La lista de asistentes en esa sala incluía a la reconocida productora Leticia Cristi (“Wild Tales”, “The Two Popes”), quien terminó haciéndose cargo de la actual película, bajo la inspiración de “Somos Belén”, un libro de Ana Correa que se publicó dos años después y cuyos derechos de adaptación fueron comprados por la misma ejecutiva, quien, inicialmente, pensó en Fonzi para la interpretación del papel de Deza.
“Más militancia que eso, imposible”, nos dijo la intérprete y creadora durante la entrevista por Zoom que nos ofreció recientemente. “Estos son casos que siguen pasando en mi país y en el mundo. Fue un regalo a consecuencia de la unión de todas las partes, porque Leticia estaba desarrollando el guión desde el 2019; a mí me llegó en el 2023, y en un año y medio, escribí el guión, pre produje la película, la filmé y la monté”.
El hecho de que Cristi haya confiado en nuestra entrevistada para encabezar un proyecto de estas dimensiones en todas estas áreas se entiende cuando se ve “Blondi” (ojo: está en Prime Video), una cinta que, además de manejar impecablemente el trabajo de actores, se encuentra muy bien filmada.
“Cuando la hice, me dijeron: ‘Hacé plano/contraplano y plano medio, y con eso ya estás’; pero me hubiera aburrido filmando así, porque soy cinéfila”, retomó Fonzi. “Poner la cámara al servicio del relato me parece fundamental, como lo es también el trabajo de comunicación de un director con su equipo en lo que respecta al concepto estético que se quiere manejar”.
La artista sudamericana cita como referencia específica a “Una canta, la otra no” (1977), la emblemática cinta francesa de Agnès Varda que recrea el desarrollo de la amistad de dos mujeres a través de 14 años mientras trata tópicos vinculados a la historia contemporánea del feminismo.
“Después viene lo del encierro [de Belén] y el uso de los lentes Panavision, como los que usaba ‘Ripley’”, dijo nuestra interlocutora, en alusión a la celebrada producción de intriga criminal presentada por Netflix. “No me encantó la serie, pero tenía algo en los planos, en la elegancia y en ese tratamiento seco de todo que me gustaba para las escenas de la cárcel”.
Ricardo Darín y el director Santiago Mitre revisan el juicio contra la dictadura militar de su país en ‘Argentina, 1985’
La chispa adecuada
En concordancia con los temas que maneja, “Belén” es una película militante y feminista en la que aparecen muchas mujeres en la pantalla y en los créditos de producción (incluyendo, por supuesto, a la actriz tucumana que interpreta a la muchacha acusada, Camila Plaate, quien tiene un desempeño notable).
“Eso fue intencional, pero a la vez, creo que la cinta podría estar perfectamente protagonizada por un varón, aunque muestra varias capas de la carga mental de la vida de las mujeres, como los aspectos de la maternidad, que también estaban en ‘Blondi’”, explicó Fonzi. “Pero no hace falta ser militante ni feminista para verla, porque habla de la injusticia y de cómo cada uno, desde el lugar que tiene, puede cambiar la vida de alguien que se encuentra necesitado”.
La argentina reconoce que esta es una película abiertamente feminista y que ella misma lo es, pero considera que la adhesión al feminismo debería ser común a todos los seres humanos, porque significa igualdad de condiciones y de privilegios sin importar el sexo que se tenga.
“Después, creo que la película trasciende el asunto para volverse universal, porque es lo que logras cuando tocas un tema personal -que puede ser la maternidad, la amistad entre las mujeres o la lucha contra la injusticia- desde la mirada de alguien que tiene una vida convencional”, apuntó.
De hecho, en el plano narrativo, “Belén” es una película que parte de un proceso individual, pero que se vuelve progresivamente colectiva, hasta llegar a un punto en el que mujeres de diferentes procedencias salen a las calles a marchar (algo que, por supuesto, sucedió en la vida real). Resulta imposible ignorar el hecho de que una propuesta como esta se esté lanzando en medio de una coyuntura que no parece ser propicia para sus intenciones.
“Más allá de que esté bien hecha, se está diciendo que es necesaria, que es importante para el momento; y eso es lo que hace que una película se vuelva grande”, reconoció Fonzi. “Lo que yo siento, en todo caso, es que está generando mucho agradecimiento. Hay muchas personas que han sido invisibilizadas, muchas mujeres que fueron parte de las movilizaciones o que conocen a alguien que participó en ellas”.
Dentro de la coyuntura
También es sumamente significativo que, fuera de las intenciones de quienes la hicieron, esta película se haya convertido en la apuesta de Argentina tanto para los Premios de la Academia como para los Goya, sobre todo cuando se considera que maneja una línea ideológica que no va precisamente de la mano con la que ha sido enarbolada por el actual gobierno de ese país.
“Es curioso, porque nadie lo vio venir; la película se hizo discretamente, bajo un halo de protección propia”, precisó nuestra entrevistada. “Ahora, estamos representando al país en dos instancias importantes sin que este gobierno esté de acuerdo, porque no creo que esté contento con que esta película se encuentre en el nivel en que se encuentra”.
“Pero llega también es un momento en el que el gobierno anda medio cabizbajo por muchos golpes propios que lo han colocado en una situación comprometida”, reflexionó. “Eso hace que esté protegida de alguna manera”.
Sea como sea, Fonzi considera fundamental que se entienda que los pueblos son los que tienen que determinar ciertas situaciones. “Sobre todo hoy en día, con lo del gas, con lo de ver el genocidio en vivo, con mi hija que abre el teléfono y ve bebés muertos”, comentó, aludiendo sin duda al conflicto entre Israel y Palestina.
“En este mundo en el que vivimos, con cinco locos malos y desalmados que tienen todo en sus manos, películas como esta vuelven a recordarnos que somos nosotros los que tenemos que poner el pecho para poder determinar qué es lo que se hace y qué es lo que no se hace”, agregó.
En ese sentido, Fonzi se encuentra convencida de haber logrado un núcleo laboral y familiar que se guía por la conciencia. Hay que recordar que ella misma fue pareja de Gael García Bernal, con quien tuvo dos hijos, y que su actual novio es Santiago Mitre, quien dirigió recientemente “Argentina, 1985” (2022), la cinta nominada al Oscar que se basaba en el juicio a los militares de la dictadura.
“Para mí, la base de todas las cosas es hacer el bien y tratar de mejorar la vida de los demás”, nos dijo la portena. “Yo trabajo en un clima de amorosidad total; no comulgo en absoluto con el conflicto. Todo tiene que estar bien alineado, y todo el mundo tiene que estar confiado de que le puedes dar algo”.
“Hago lo mismo con mis hijos”, añadió. “Y sé que mi hija está muy orgullosa, muy contenta [con todo esto]. La primera vez que vio la película entera, al lado de Fito Páez, que es muy amigo mío, se me quedó mirando en el auto de una manera muy especial, porque entendió lo que hago cuando no estoy en casa”.