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“Paciente 206”: El hombre culpado de casi la mitad de los casos de coronavirus de Sri Lanka decide hablar

Sri Lankan auto rickshaw driver Prasad Dinesh
Prasad Dinesh, vinculado por las autoridades de salud a casi la mitad de los más de 2.600 casos de coronavirus de Sri Lanka, se sienta en su casa de Ja-Ela, Sri Lanka, el 1 de julio de 2020.
(Eranga Jayawardena / Associated Press)
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Durante meses permaneció en el anonimato, pero ahora Prasad Dinesh, vinculado por las autoridades de Sri Lanka a casi la mitad de los más de 2.600 casos de coronavirus del país, está tratando de limpiar su nombre y despojarse del estigma de la adicción a la heroína que está en la raíz de su terrible experiencia.

Después de que Dinesh, de 33 años, diera positivo en el examen del coronavirus en abril, se envió a un grupo de marinos a su aldea como parte de un grupo de trabajo dirigido por militares y cuyo objetivo era hacer frente a la pandemia. Cuando intentaron poner en cuarentena a los contactos de Dinesh, se produjo un caos, seguido de una cadena de acontecimientos que condujo al menos a 1.100 infecciones adicionales de coronavirus.

Estos casos, declararon las autoridades, provenían de una sola persona: Dinesh.

Refiriéndose a él sólo como el “Paciente 206”, los funcionarios del gobierno arremetieron contra Dinesh en la televisión y los medios sociales, culpándolo de al menos tres grupos de casos de coronavirus, incluidos unos 900 efectivos de la marina que se infectaron después de que algunos participaran en el operativo en la ciudad de Dinesh, Ja-Ela, a unas 12 millas al norte de la capital, Colombo.

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Sin embargo, Dinesh dice que su drogadicción, considerada un delito en Sri Lanka, lo convierte en un chivo expiatorio.

“No puedo aceptar que sea responsable de infectar a tantos, incluidos los marinos”, dijo Dinesh a la Associated Press, después de haber regresado a casa tras su liberación de una estancia de un mes en un hospital.

Antes de que la pandemia llegara a Sri Lanka, lo que provocó un bloqueo en toda la isla, Dinesh trabajaba como conductor de un rickshaw. Pero ahora no puede encontrar trabajo.

“Nadie me da trabajo cuando se da cuenta de que soy el Paciente 206”, manifestó.

El portavoz de la policía Ajith Rohana dijo que Dinesh había socavado la lucha de Sri Lanka contra COVID-19. “Él es el punto de inflexión y ha hecho un gran daño a nuestro país”, dijo Rohana.

Las autoridades dicen que el 5 de abril, Dinesh fue capturado por los residentes del pueblo por un robo y entregado a la policía. Dinesh no ha impugnado las acusaciones de que él y otros irrumpieron en una casa de una aldea cercana para tomar cocos que podrían vender para comprar heroína.

En la comisaría, Dinesh tenía fiebre y una herida en la pierna que sufrió durante el robo, por lo que las autoridades lo ingresaron en un hospital cercano, donde dio positivo en la prueba del coronavirus y permaneció durante 31 días. La policía que hizo el arresto, los amigos de Dinesh y más de 100 personas de su vecindario recibieron la orden de ponerlo en cuarentena en su casa.

Pero no todos cumplieron.

Temerosos de que el virus se propagara rápidamente en la zona densamente poblada, la Marina de Sri Lanka envió marineros para ayudar a los trabajadores de la salud. Cuando los marineros se acercaron, algunos del grupo de Dinesh entraron en pánico.

“Estaban trepando a los árboles, intentaban saltar una valla, trataban de bañarse, querían saltar a un canal”, expuso en una entrevista televisiva el Almirante Jayanath Colombage, ex comandante de la Marina y miembro del grupo de trabajo nacional para combatir el coronavirus.

De las 28 personas incautadas de la comunidad y puestas en cuarentena, 16 dieron positivo. Dos semanas más tarde, algunos marineros involucrados en la operación también resultaron positivos.

El portavoz de la Marina, el teniente comandante Isuru Suriyabandara, defendió a la Marina, diciendo que había desplegado tropas bien entrenadas con equipo de protección que estuvieron en cuarentena durante 21 días después de la operación.

La primera infección de marineros fue reportada el 22 de abril. Se habían ido de permiso a un pueblo a unas 140 millas al noreste de Colombo. Eso hizo que los funcionarios de salud provinciales aislaran 12 pueblos cercanos.

Al día siguiente, otros 30 marineros dieron positivo.

Con el virus propagándose a diferentes partes del país donde los marineros estaban de permiso, las autoridades ordenaron a las tropas de todas las ramas del Ejército que se reportaran en sus campamentos.

Al final, unos 900 marineros de la Marina dieron positivo, con otras 50 personas infectadas que también forman parte de ese grupo. Hay dos grupos más que igualmente culpan a Dinesh, tuvieron al menos 150 casos de coronavirus, según las autoridades, lo que hace un total de al menos 1.100 infecciones atribuidas a Dinesh.

Eso es casi la mitad de los 2.665 casos confirmados en todo el país, incluyendo 11 muertes.

“¿Qué se puede hacer? Es nuestra culpa por consumir drogas...” dijo, refiriéndose a su hábito de la heroína.

Dinesh reveló que había consumido heroína desde 2002 pero que nunca se convirtió en “un adicto grave”. Sin embargo, durante el encierro del coronavirus, usó la droga con más regularidad, y se unió a otros tres usuarios en el robo para recaudar dinero para comprar más heroína.

Las autoridades han utilizado las consecuencias de la redada en el pueblo de Dinesh para aumentar las medidas antidrogas en los barrios bajos y los apartamentos urbanos. Las autoridades aseguran que unas 300.000 personas, alrededor del 1.5% de la población, son adictas a las drogas.

Dinesh, sin embargo, dice que ya no es parte de ese grupo estigmatizado. Un resultado beneficioso de estar infectado con el coronavirus señaló, fue que su hospitalización le ayudó a dejar el hábito de la heroína.

Agregó que tuvo dolores corporales durante unos dos días. “No sufrí consecuencias graves porque no era un adicto severo”, dijo.

“Ahora he dejado completamente [las drogas]”, aseguró. “Ni siquiera fumo un cigarrillo. Ahora estoy siempre con mis dos hijos y juego con ellos. Me siento bien”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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