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A medida que millones pierden el seguro de salud, la administración Trump ofrece poca ayuda

President Trump and Seema Verma, head of Centers for Medicare and Medicaid Services, at a White House meeting in 2017.
El presidente Trump y Seema Verma, jefa de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, en una reunión de la Casa Blanca en 2017, han tomado pocas medidas para alertar a los consumidores sobre sus opciones de cobertura de salud.
(Evan Vucci / Associated Press)
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Mientras millones de personas pierden empleos en el brote de coronavirus, poniendo en peligro sus beneficios de salud, la administración Trump y muchos estados están haciendo poco o nada para conectar a los estadounidenses con otra cobertura de seguro.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU no ha lanzado ningún esfuerzo especial para publicitar la disponibilidad de Medicaid, el programa de seguro médico para niños o los planes de salud que se venden en los mercados creados por la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio.

Asimismo, los funcionarios federales no han hecho ningún nuevo compromiso sustancial de dinero para la divulgación o para ayudar a las personas a inscribirse en la cobertura.

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En California y otros 11 estados que operan sus propios mercados de seguros, los gobiernos estatales han creado períodos especiales de inscripción para dar a las personas más tiempo para afiliarse en la cobertura de salud durante la pandemia.

Pero los defensores de los pacientes en todo el país dicen que muchos gobiernos estatales también han guardado silencio, dejando grupos sin fines de lucro, clínicas de salud que atienden a pacientes pobres y otros luchando por correr la voz a las personas que pierden el seguro médico en el brote.

“La gente está realmente luchando, pero prácticamente no hay comunicación”, expuso Jodi Ray, directora del proyecto de Florida Covering Kids & Families, que trabaja para expandir la cobertura de salud en el estado.

En Texas, que ya tiene la tasa de personas sin seguro más alta del país y ahora está sufriendo uno de los peores brotes, los defensores están cada vez más preocupados de que un número creciente de individuos se esté quedando atrás.

“Hay una necesidad desesperada de información sólida y consistente para el consumidor”, dijo Anne Dunkelberg, directora asociada de Every Texan, una defensora desde hace mucho tiempo para fortalecer la red de seguridad del estado.

La Assn. for Community Affiliated Plans, un grupo comercial que representa a las aseguradoras de salud, estaba tan preocupada por la inacción de la administración Trump que lanzó su propia campaña publicitaria el mes pasado para dirigir a las personas a los mercados en línea.

“Decenas de millones de personas han perdido la cobertura del empleador, pero las agencias federales no están ayudando a conectarlas con los mejores recursos disponibles: los mercados de seguros estatales y federales”, dijo Margaret A. Murray, directora ejecutiva del grupo.

Un portavoz de los Centros federales de servicios de Medicare y Medicaid, o CMS, que supervisa los planes de salud del gobierno, señaló que el mercado federal HealthCare.gov permite a las personas inscribirse en la cobertura si pierden sus beneficios laborales, pero el portavoz no identificó una nueva iniciativa significativa para ayudar a la gente afectada por la pandemia de coronavirus.

Todavía no se conoce el recuento completo de cuántas personas han perdido la cobertura, aunque algunas estimaciones ponen la cifra en millones.

El débil esfuerzo federal para enfrentar esas pérdidas de cobertura marca una desviación notable de la última recesión económica en 2009. En ese momento, la administración Obama respaldó los esfuerzos nacionales para ayudar a los estados a detener la pérdida de cobertura de salud.

La administración Trump ha adoptado un enfoque diferente a la red de seguridad, pidiendo repetidamente en los presupuestos de la Casa Blanca grandes recortes a Medicaid y respaldando los esfuerzos legales y legislativos para eliminar la Ley de Atención Asequible, comúnmente llamada Obamacare.

El último desafío legal a la ley de salud será considerado por la Corte Suprema este otoño. La administración ha pedido al tribunal una decisión que elimine la cobertura para decenas de millones de estadounidenses.

Poco después de que Trump asumió el cargo, la administración recortó fondos para ayudar a las personas a inscribirse en la cobertura del mercado a través de la ley.

Los funcionarios de la administración, liderados por el administrador de Seema Verma, han respaldado firmemente los esfuerzos de los estados conservadores para restringir el acceso a Medicaid, incluso mediante la imposición de requisitos laborales. Los tribunales federales han bloqueado los requerimientos de trabajo, por considerarlos incompatibles con el propósito de Medicaid de proporcionar cobertura de salud, pero el martes, la administración solicitó a la Corte Suprema que revierta eso.

“La agenda política de CMS en los últimos años ha sido crear barreras para la cobertura de Medicaid”, dijo Joan Alker, directora del Centro de Georgetown para Niños y Familias. “No sorprende que no veamos ningún esfuerzo nacional para informar a las familias sobre sus opciones de cobertura pública”.

En diferentes circunstancias, una emergencia nacional como la pandemia podría haber causado que los funcionarios federales reconsideren, señaló Larry Levitt, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Kaiser Family, una organización sin fines de lucro, que estudia la política de salud de EE.UU.

“Hubiera esperado grandes campañas de divulgación, anuncios de servicio público y esfuerzos para ayudar a las personas a registrarse”, manifestó Levitt. “Pero debido a que la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio sigue siendo un juego político, lo que normalmente pensarías que haría un buen gobierno simplemente no está sucediendo”.

El número de personas que han perdido la cobertura es incierto en parte porque muchas de las que no tienen trabajo probablemente han encontrado formas de retener la cobertura. Algunos pueden haber cambiado al plan de salud de un cónyuge. Otros podrían haber encontrado su propio camino hacia Medicaid o un plan de salud subsidiado en un mercado de seguros creado por la ley de salud de 2010.

Fred Ammons, director ejecutivo de Community Health Works, que ayuda a los georgianos no asegurados a encontrar cobertura, dijo que muchas personas que llamaron durante la pandemia ya están familiarizadas con las opciones de seguro médico del gobierno, quizá porque los empleadores les han compartido la información.

Pero Ammons advirtió que los recursos limitados para educar a los nuevos desempleados probablemente obstaculizarán los esfuerzos para llegar a los recién no asegurados, muchos de los cuales podrían no darse cuenta de que la asistencia del gobierno puede estar disponible.

“Cada vez que se tiene una recesión importante en la economía, hay personas que no cuentan con experiencia previa sobre programas públicos”, dijo Cindy Mann, quien supervisó Medicaid y el Programa de Seguro Médico para Niños, o CHIP, en la administración de Obama.

Esa es una de las razones por las cuales el Congreso y la administración de Obama en 2009 proporcionaron a los estados fondos adicionales para llegar a CHIP, un plan de salud del gobierno para los hijos de padres trabajadores que ganan demasiado para calificar para Medicaid pero no lo suficiente para pagar un seguro comercial.

“Se entendió que incluso si lo ofreces, es posible que no lo usen”, dijo Donna Cohen Ross, quien supervisó el esfuerzo de divulgación de 2009.

Hoy, algunos estados con gobernadores demócratas están siguiendo el mismo patrón, intensificando los esfuerzos para garantizar que los residentes que pierden la cobertura laboral puedan encontrar otras opciones.

Covered California, además de crear un período de inscripción especial durante el brote de coronavirus, también ha aumentado la publicidad en $3 millones al mes y está trabajando con la agencia de empleo estatal para que cada cheque de desempleo enviado a un californiano sin trabajo incluya información sobre la inscripción en Covered California o en Medi-Cal, el programa estatal de Medicaid.

“La gente necesita ser alentada, empujada e informada sobre cómo cuidarse”, manifestó Peter Lee, director de Covered California, y señaló que esta estrategia no sólo ayuda a proteger a las personas, sino que también atrae a clientes más jóvenes y saludables que, a su vez, ayudan a mantener las primas bajo control.

El mercado del estado está planeando aún más marketing y divulgación el próximo año, dijo Lee.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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