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CSU ya no exigirá exámenes de colocación

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Los Angeles Times

El sistema de la Universidad Estatal de California planea abandonar los exámenes de colocación de matemáticas e inglés, así como los cursos de recuperación que no tienen créditos y que más de 25 mil estudiantes de primer año han tenido que tomar cada otoño; un cambio radical que se aleja de la manera en que las universidades públicas tradicionalmente han apoyado a los estudiantes que vienen a la universidad menos preparados que sus compañeros.

En una orden ejecutiva emitida hace días, el canciller Timothy White encauzó el sistema universitario público más grande de la nación hacia una renovación de su enfoque en la educación correctiva, la evaluación a los nuevos estudiantes de primer año para prepararse para la universidad y la colocación de cursos, al usar las calificaciones de high school, los resultados de las pruebas ACT y SAT, el desempeño previo en el aula y otras medidas que los administradores dicen que proporcionan una asimilación más precisa e integral del conocimiento de los estudiantes.

CSU ya no forzará a los estudiantes que pueden necesitar ayuda adicional a que tomen matemáticas de nivel de ingreso, el examen ELM, las pruebas de colocación de inglés, o el examen EPT.

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El nuevo protocolo, que entrará en vigor en el otoño de 2018, “facilita oportunidades equitativas para que los estudiantes de primer año tengan éxito a través de los modelos de educación existentes y rediseñados”, escribió White en un memorándum a los 23 presidentes de campus del sistema, quienes serán responsables de trabajar con el profesorado para implementar los cambios.

La orden ejecutiva llega en un momento en que los educadores y los formuladores de políticas en toda la nación están cuestionando la eficacia de los exámenes tradicionales de educación correctiva y de colocación. En el sistema CSU, alrededor del 40 por ciento de los estudiantes de primer año cada año son considerados como no listos para el trabajo a nivel universitario y les requieren tomar clases de recuperación que no cuentan para sus carreras.

Actualmente, los estudiantes que ingresan a un campus de la CSU sin demostrar preparación para la universidad en matemáticas y/o inglés se les pide tomar hasta tres clases tradicionales de recuperación antes de que se les permita inscribirse en cursos que cuentan para sus carreras. (Si los estudiantes no pasan estos cursos de recuperación durante el primer año, se les retira de los exámenes universitarios).

El problema es que estos cursos de recuperación sin créditos cuestan a los estudiantes más dinero y tiempo, mantienen a muchos en el limbo y con frecuencia los frustran hasta el punto de que algunos eventualmente abandonan la escuela, dijeron los administradores. En un estudio reciente sobre el trabajo de preparación universitaria similar en los colegios comunitarios, el Instituto de Políticas Públicas de California encontró que los programas de recuperación, también llamados educación para el desarrollo, no han ayudado a la mayoría de los estudiantes a completar sus programas académicos o vocacionales.

Pat Stall, directora de la escuela de educación de CSU San Marcos, señaló que el cambio ha sido discutido durante varios años y tiene sentido.

“Las matemáticas me mantienen despierta por la noche”, comentó. “Es un guardián, y no tiene por qué serlo”. Stall dijo que los estudiantes todavía necesitan saber matemáticas, pero debe haber un mejor enfoque en cómo se enseña.

“Orientándolas hacia una carrera en particular”, señaló. “¿Qué tipo de matemáticas se necesita para psicología? ¿Qué tipo de matemáticas se necesita para negocios?”. Stall comentó que el cambio será beneficioso para los estudiantes que de otra manera se retrasan por tomar cursos que realmente no necesitan.

“No puedes tener a la gente pasando un año en cursos de remediación que no cuentan para su carrera”, señaló.

Bajo el nuevo sistema, todos los estudiantes de CSU podrán tomar cursos que cuentan para sus títulos desde el primer día. Los estudiantes que necesiten apoyo adicional en matemáticas o en inglés, por ejemplo, podrían ser colocados en cursos “flexibles” que simultáneamente les proporcionen la ayuda de remediación y les permitan completar los créditos generales de matemáticas e inglés requeridos para su graduación.

“Esto tendrá un tremendo efecto en el número de unidades que los estudiantes acumulan en su primer año de universidad”, dijo James T. Minor, estratega senior de Cal State para el éxito académico y la excelencia inclusiva. “Tendrá un enorme efecto en la asequibilidad de la universidad, en el número de semestres al que un estudiante es requerido a inscribirse antes de obtener un título, y tendrá un impacto significativo en el número de estudiantes que en última instancia cruzan una etapa de inicio con un grado en la mano, listos para entrar a la fuerza de trabajo, listos para entrar a la escuela de posgrado o profesional”.

Algunos campus de CSU, como San Marcos y San Bernardino, ya han comenzado a rediseñar sus programas de verano basados en este enfoque.

Funcionarios de CSU dijeron que la orden ejecutiva fue emitida después de una extensa consulta con estudiantes y profesores, quienes pasarán el próximo año preparando un nuevo y creativo currículo y modelos de cursos de matemáticas e inglés para estudiantes de primer año. Los esfuerzos están destinados a ayudar a los estudiantes a obtener sus títulos más pronto, una de las prioridades del sistema de la universidad pública. CSU se ha comprometido a duplicar su tasa de graduación de cuatro años, de 19 a 40 por ciento para el 2025.

Xia escribe para Los Angeles Times. El periodista Gary Warth contribuyó con este reporte.

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