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Newsom declara la emergencia por sequía en todo el estado, e insta a conservar el agua

Sprinklers water the front lawn of a house in Encino.
Aspersores riegan el césped delantero de una casa en Encino.
(Michael Owen Baker / Para The Times)
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El gobernador Gavin Newsom declaró el martes una emergencia por sequía en todo el estado, y pidió a los californianos que se esfuercen para conservar el agua, frente a una de las condiciones más severas registradas en el estado.

“A medida que el oeste de EE.UU enfrenta un posible tercer año de sequía, es fundamental que los californianos de todo el estado redoblemos los esfuerzos para ahorrar agua en todas las formas posibles”, enfatizó Newsom.

Si bien la mayoría de los 58 condados de California se encuentran en estado de emergencia por sequía desde julio, la proclamación de Newsom agregó formalmente los ocho condados restantes y reforzó aún más el pedido para que todos reduzcan voluntariamente el uso de agua en un 15%. La declaración señala que la Junta Estatal de Control de Recursos Hídricos puede adoptar regulaciones de emergencia para prohibir el desperdicio de agua, como el lavado de aceras o caminos de entrada, permitir que el agua potable inunde las alcantarillas o las calles, o lavar un automóvil sin una boquilla de cierre.

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La declaración se produjo cuando los funcionarios estatales del agua anunciaron que los californianos habían reducido su uso de agua un 5% en agosto, una mejora modesta con respecto a julio, que tuvo una reducción del 1.8%.

La proclama ordena a los proveedores de agua locales que implementen sus planes de contingencia a “un nivel apropiado a las condiciones locales, que tenga en cuenta la posibilidad de un tercer año seco consecutivo”.

Los ocho condados agregados a la declaración de emergencia son Imperial, Los Ángeles, Orange, Riverside, San Bernardino, San Diego, San Francisco y Ventura.

Las cifras mensuales de conservación de agua, que se dieron a conocer durante una reunión de la Junta Estatal de Control de Recursos Hídricos, mostraron que partes del estado ya están cumpliendo o acercándose al llamado del gobernador para reducir el uso de agua.

El uso de agua disminuyó un 18.3% en agosto en la región de la costa norte y un 9.9% en el Área de la Bahía de San Francisco. En la región de la costa del sur de California, que alberga a más de la mitad de la población del estado, la gente utilizó un 3.1% menos de agua en agosto que en el mismo mes de 2020. Aunque todavía está lejos del objetivo de Newsom, fue significativamente mejor que en julio, cuando el uso de agua en la región se redujo un minúsculo 0.1%.

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Es alentador ver que los esfuerzos de ahorro de agua de julio a agosto se duplicaron. Ello realmente demuestra que se necesita tiempo para […] que el mensaje se difunda y que se vea la respuesta”, expresó Joaquín Esquivel, presidente de la junta estatal de aguas. “Notamos buenas señales, pero debemos continuar para asegurarnos de conservar lo suficiente”.

Se pronostica que una serie de tormentas traerán lluvia y nieve a gran altura al norte y centro de California a fines de octubre; sin embargo, no serán suficientes por sí solas para sacar al estado de la sequía.

El Departamento de Recursos Hídricos del estado ha dicho que debido a que el año pasado fue extremadamente caluroso y seco, se necesitaría un 140% de la precipitación promedio en todo el estado en 2022 para lograr la escorrentía media en todo el estado. La agencia remarcó en un informe que esto refleja el “déficit de humedad” en toda la región.

El Distrito Metropolitano de Agua (MWD, por sus siglas en inglés) del Sur de California respondió a la declaración de sequía del gobernador en el estado pidiendo a todas las comunidades que ayuden a conservar los recursos hídricos limitados.

Adel Hagekhalil, gerente general del MWD, dijo que la gente del sur de California hizo un gran trabajo con un uso más eficiente en los últimos años. “MWD ha trabajado junto a ellos para ajustar las operaciones y aumentar los pedidos de ahorro en el uso, a fin de garantizar que la región tenga agua y supere esta sequía”, señaló Hagekhalil en un comunicado. “Pero dada la gravedad cada vez mayor de las condiciones, todos debemos intensificar y reducir de inmediato nuestro uso aún más”.

La junta directiva de la entidad considerará el próximo mes si insta a las agencias de agua, miembros en todo el sur de California, a “implementar la conservación obligatoria en sus comunidades, como se describe en sus planes de contingencia por escasez de agua”.

Según Hagekhalil, estos planes específicos de la comunidad ayudarán a promover la conservación, y MWD planea expandir sus programas, ofreciendo reembolsos que alienten a los clientes a realizar cambios para ahorrar agua.

El año pasado se registró una de las sequías más severas en más de un siglo en California. Según los totales de precipitación en todo el estado, el año hídrico que terminó el 30 de septiembre fue el segundo más seco del que se tenga registro, solo superado por 1924. Los funcionarios estatales señalan que los últimos dos años hidrológicos han sido los más secos registrados en un período bienal, superando el sequía de 1976-1977.

La investigación científica ha demostrado que el calentamiento del planeta con la quema de combustibles fósiles está intensificando las sequías en el oeste y reduciendo los caudales de los ríos, más allá de las disminuciones que se hubieran visto sin el calentamiento global.

Los principales embalses en el norte de California, desde Shasta Lake hasta Folsom Lake, cayeron a niveles extremadamente bajos. El gobierno federal declaró escasez de caudal en el río Colorado por primera vez; ello obligó a cortes sustanciales en el suministro de agua para Arizona, Nevada y México.

Debido a que California enfrenta el potencial de otro invierno seco, destacó Esquivel, será especialmente importante que la gente se esfuerce más por conservar el agua.

Para parte de la última sequía entre 2012 y 2016, el entonces gobernador Jerry Brown ordenó una reducción obligatoria del 25% en el uso de agua urbana. Muchos californianos respondieron y tomaron medidas, como reemplazar el césped por plantas tolerantes al bajo riego. Estos cambios en los hábitos hídricos tuvieron un efecto duradero en la reducción del consumo.

Para Esquivel, la conservación será vital “a largo plazo mientras luchamos contra el cambio climático”. Él y otros en la junta de agua estarán observando las cifras de conservación en los meses de invierno, una época en la que se usa menos agua debido a temperaturas más bajas y menos riego al aire libre.

“Ciertamente, el 5% no es el 15%. Y realmente necesitamos ver el doble de conservación”, destacó Esquivel, quien añadió que los reguladores estatales del agua seguirán “trabajando con las comunidades para ver que en verdad se adopte el ahorro de agua como una forma de vida”.

Los proveedores de agua en diferentes partes de California han adoptado distintos enfoques para fomentar la conservación en función de sus circunstancias locales. San José Water Company, por ejemplo, está tomando medidas para implementar un plan obligatorio de conservación de agua e intenta obtener el visto bueno de los reguladores estatales para comenzar a cobrar recargos por sequía a los clientes si no cumplen con el requisito de conservación del 15%. La compañía de agua atiende a alrededor de un millón de personas en gran parte de San José y otras comunidades circundantes. “Como no hemos alcanzado el 15%, ahora pensamos en los siguientes pasos”, reconoció la vocera de la empresa, Liann Walborsky, en una entrevista telefónica. “Es fundamental que la gente conserve. Creo que algunas personas se están tomando esto en serio, otras no. Pero la condición es grave”.

Funcionarios de varios distritos de agua locales hablaron durante la reunión, discutiendo los pasos que están tomando para alentar a la gente a consumir menos. Para algunas agencias, los esfuerzos han incluido el relanzamiento de sitios web sobre la sequía, emitir anuncios para promover la conservación y enviar más empleados a patrullar para detectar posibles desperdicios.

Según Piret Harmon, gerente general del Distrito de Agua de Scotts Valley en el condado de Santa Cruz, los clientes en el área redujeron el uso de agua en aproximadamente un 20% durante la última sequía y han sostenido esa reducción, un paso importante para una zona que depende completamente de los suministros locales.

“Nuestra comunidad ha seguido ahorrando, así que para nosotros el 15% que se pide esta vez es un poco diferente. Aprecio mucho el espíritu de la medida, pedir a los clientes que ahorren más”, expresó Harmon. “Pero confunde un poco a nuestros clientes, que nos dicen: ‘¿Qué significa esto? Lo he hecho todo. ¿Qué más quieren pedirme que haga?’”

Harmon agregó que todos los clientes del distrito ahora usan medidores que les permiten ver su uso individual de agua en incrementos de 15 minutos. Ello les ha ayudado a detectar fugas y desperdicios de agua. El distrito también intenta que más personas respalden el ahorro de consumo, dijo, organizando un desafío con una rifa y premios.

Algunas personas en el área ya están haciendo grandes esfuerzos, comentó, incluyendo recolectar agua mientras se duchan para luego regar las plantas con ella. “Cada individuo es único, y cada región también”, enfatizó Harmon a los miembros de la junta del agua.

Esquivel aprecia ese punto. “Especialmente si la gente ya ha invertido y está conservando tanto como puede en su hogar, entonces bien”, comentó Esquivel. “Realmente se trata del mensaje enviado para todos. Específicamente ese número del 15%, que no está destinado a traducir en concreto a lo que debería aspirar cada distrito, o incluso cada hogar. Pero sí es una forma de establecer una métrica y un objetivo para decir: ‘Esto es lo que vamos a tratar de alcanzar como estado para impulsar la conservación’”.

Para evaluar los esfuerzos de ahorro, la junta estatal de agua está rastreando el uso mensual de más de 400 proveedores de agua urbana en todo California.

Algunos de los que hablaron en la reunión destacaron que ahorrar agua también puede ayudar a ahorrar mucha energía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. “Sabemos en California que el agua y la energía están indisolublemente vinculados”, señaló Heather Cooley, directora de investigación del Pacific Institute. “Al implementar una eficiencia integral del agua urbana, podemos reducir significativamente nuestro uso futuro de agua y el uso de energía asociado, así como las emisiones de gases de efecto invernadero”.

Cooley recientemente fue coautora de un informe, junto con otros investigadores del Pacific Institute y Next 10, sobre el nexo agua-energía en California. Descubrieron que los esfuerzos de conservación y eficiencia del agua en áreas urbanas podrían reducir significativamente el uso de electricidad relacionada y el de gas natural, de aquí a 2035.

Los investigadores notaron que el sistema de agua de California, desde sus bombas hasta las plantas de tratamiento, es responsable de aproximadamente el 20% del uso total de electricidad en todo el estado. Mejorar la eficiencia del uso del agua en las áreas urbanas ofrece el mayor potencial para reducir el uso de energía relacionada con el agua y las emisiones que contribuyen al calentamiento global.

“El uso de agua agrícola es mucho mayor que el del sector urbano de California, pero el uso urbano consume nueve veces más energía y produce nueve veces más emisiones de gases de efecto invernadero”, precisó Cooley durante un seminario web reciente. “Hemos realizado mejoras significativas en la eficiencia del agua, especialmente en la eficiencia urbana, pero se puede hacer mucho más. La conservación y la eficiencia urbanas pueden ayudarnos a cumplir con nuestros objetivos relacionados con el agua, tanto como con los energéticos y climáticos”, concluyó.

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