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Asistentes de entrenador de Lakers y USC, entre 10 acusados en caso de corrupción

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Hace dos meses, Tony Bland caminó hacia un cuarto de hotel en Las Vegas, para ser parte de una reunión de negocios clandestinos.

El entrenador asociado de básquetbol en USC quiso reasegurar a Christian Dawkins, un exagente deportivo para que empezara su propia firma, que su “fuerte influencia” podría convencer a jugadores de los Trojans para contratar a Dawkins como su agente.

Dawkins y Blank hablaron con otros dos hombres sobre cómo indemnizar al entrenador por sus servicios. El agente deportivo se retiró de la reunión con Bland y un sobre que contenía $13,000, prometiendo que se los daría al entrenador.

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Lo que Bland y Dawkins no sabían era que el hombre que trajo el dinero a la reunión era un agente del FBI encubierto investigando fraude y corrupción en el básquetbol colegial. Cámaras escondidas y un micrófono grabaron cada palabra.

El martes, Bland, Dawkins y ocho hombres más fueron acusados en la Corte del Distrito de Estados Unidos en Nueva York como parte de una investigación amplia. El entrenador de USC está siendo acusado de varios crímenes, que incluyen conspiración, soborno y fraude.

La investigación está muy lejos de terminar. El FBI ha establecido una línea de teléfono en la que los que tengan este tipo de información se puedan comunicar, y William Sweeney, el director asistente a cargo de la oficina de la FBI en Nueva York, mandó un aviso a los entrenadores que aún están envueltos en casos similares: “Tenemos sus libros de jugadas”.

También fueron acusados el asistente de Arizona, Emanuel Richardson; el entrenador asociado de Auburn y exasistente de los Lakers, Chuck Person; el asistente de Oklahoma State, Lamont Evans; el asesor de inversiones Munish Sood; el fabricante de ropa Rashan Michel; el ejecutivo de Adidas, James Gatto y dos personas más afiliadas a esa compañía.

El FBI arrestó a Bland en Tampa, Florida, en la mañana del martes, según una vocera de la agencia. Bland compareció en la corte federal en Tampa y fue puesto en libertad bajo una fianza de $100,000.

Durante la conferencia de prensa, Joon H. Kim, fiscal del Distrito del Sur de Nueva York, nombró las alegaciones como un viaje al “vientre oscuro del básquetbol colegial”.

“Entrenadores en algunos de los mejores programas aceptan sobornos en efectivo”, dijo Kim el martes. “Mánagers y asesores financieros dan vueltas sobre los prospectos como los coyotes”.

La FBI ha estado investigando la influencia del dinero ilícito entre entrenadores y atletas en el basquetbol a nivel colegial desde 2015. Para poder construir un caso, las autoridades usaron dos agentes encubiertos, numerosos micrófonos escondidos en los cuerpos de las personas y un testigo, según documentos de la corte.

“La investigación ha revelado varias instancias en la que los entrenadores han usado esa influencia para direccionar a jugadores y sus familias a retener ciertos consejeros en particular, no por méritos de esos consejeros, pero porque los entrenadores estaban siendo sobornados por ellos para hacerlo”, decía la queja.

Los fiscales dijeron que durante una conversación grabada, Bland mencionó la oportunidad de guiar a los jugadores de USC a ciertos agentes como una “mina de oro”.

Los fiscales también acusaron a Bland de facilitar pagos en efectivo de $9,000 a familias de dos jugadores de básquetbol de USC. Eso viola las reglas del NCAA. Los dos jugadores, que no fueron nombrados, fueron identificados en la queja como “Jugador-8” y “Jugador-9”, un novato y un estudiante de segundo año que es considerado una promesa en ascenso.

Durante la reunión en un restaurante en el campus de USC el 31 de agosto, que fue grabado por un agente encubierto del FBI, Bland le dijo a Dawkins, el agente deportivo, y Sood, el jefe ejecutivo de una firma de asesoramiento sobre inversiones, que si ellos continuaban pagando las familias de jugadores de USC y reclutas, el entrenador se aseguraría que los jugadores contrataran a Dawkins.

“Definitivamente puedo obtener a los jugadores”, les dijo Bland a los otros en la reunión. “Y puedo definitivamente moldear a los jugadores y ponerlos en sus regazos”.

Kim describió los presuntos sobornos como una “inversión de negocios” para Dawkins y Soon.

Los acusadores también alegaron que ellos trabajaron con tres individuos conectados con Adidas para hacer llegar dinero a familias a cambio de comprometerse a jugar con las escuelas que tienen patrocinio con la compañía.

Los fiscales acusaron a Gatto, el director de mercadeo global deportivo de básquetbol de Adidas, y otros de sobornar atletas de secundaria en por lo menos tres veces este año. Esos sobornos incluyeron el dar $100,000 a una de las familias de un prospecto a cambio de comprometerse a jugar en Louisville y eventualmente endorsar Adidas.

En una reunión grabada, Dawkins dijo” “Si cuidamos a todos, controlamos todo, podemos hacer millones de un muchacho”.

A principio de año, Dawkins fue despedido de ASM Sports y su licencia de agente fue revocada por la Asociación Nacional de Jugadores de Básquetbol después que alegaciones de que acumuló decenas de miles de dólares en cargos no autorizados en una tarjeta de crédito de un jugador.

Milton Blanton, el vicepresidente del cumplimiento atlético de USC, dijo que Bland ha sido puesto en licencia administrativa y la escuela ha iniciado una investigación interna.

“USC tiene prioridades muy altas en cuestión de cumplimientos atléticos y está tomando esta situación muy seriamente”, dijo Blanton en una declaración. Por consiguiente, hemos contratado el exdirector de la FBI, Louis J. Freeh y su firma, Freeh Group International Solutions, para trabajar en conjunto con nosotros en conducir una investigación interna por este caso para que entonces podamos tomar una acción rápida y apropiada”.

En la declaración, el director atlético de USC, Lynn Swann dijo que la escuela estaba “conmocionada” al saber de la supuesta participación de Bland.

Ni Blando o el entrenador de básquetbol de USC, Andy Enfield respondieron el martes para comentar.

Bland tiene una cita para aparecer frente a la Corte del Distrito de Estados Unidos en Nueva York el 10 de octubre.

USC había contratado a Bland de San Diego State en abril de 2013. En ese tiempo, el San Diego Union-Tribune reportó que el nuevo trabajo pagaría más de $300,000. Bland creció en el Sur de Los Ángeles, llevó a Westchester High a un campeonato estatal y jugó en el colegio en Syracuse y San Diego State. Se le refiere a él como un “reclutador elite” en su biografía de la página web de USC.

USC se auto-impuso sanciones en su programa de básquetbol en 2010, en medio de una investigación por parte de la NCAA que encontró un jugador de básquetbol que había tomado beneficios inadmisibles. La investigación concluyó que el guardia O.J. Mayo y gente cercana a él habían aceptado dinero en efectivo, alojamiento, transportación, un celular, un televisor, relojes, zapatos y ropa de Rodney Guillory, un promotor de eventos representando una agencia deportiva.

El equipo fue castigado y no jugó en la postemporada del 2009-10, perdió una beca anual por dos temporadas, le fueron quitados 21 triunfos de la temporada 2007-08 y tuvo que regresar $206,000 por haber participado en el torneo de NCAA. El NCAA aceptó los castigos y ordenó a USC desasociarse de Mayo y Gillory.

Para la temporada 2011-12, USC había caído a un récord de 6-26. Los Trojans no volvieron a tener un récord ganador hasta hace dos temporadas.

Enfield reconstruyó el programa con olas de reclutamientos fuertes, ayudado en parte por Bland. USC alcanzó el torneo de NCAA dos temporadas atrás y ganó solo dos juegos en la temporada pasada. Esta temporada, USC es una de las favoritas en el Pac-12 Conference.

Kim dijo que las autoridades no habían informado la Asociación Nacional de Atletas Colegiales de la investigación hasta el martes.

“No tenemos tolerancia en este tipo de comportamiento”, dijo el presidente de NCAA, Mark Emmert. “Entrenadores tienen una posición única de confianza con los estudiantes-atletas y sus familias y estas acusaciones de soborno, si son ciertas, sugieren un extraordinario y despreciable rompimiento de esa confianza”.

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