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Esto es lo que Canelo y Gennady Golovkin tienen que hace diferente en el desempate 

(Ethan Miller / Getty Images)
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Empaquen más hielo. Revisen los bancos de sangre más cercanos. Asegúrense de que hay más cirujanos plásticos cerca.

Gennady Golovkin y Canelo Álvarez estarán peleando otra vez.

La pelea promete ser más violenta que su encuentro inicial en septiembre, que terminó en empate. Si pelearon como si tuvieran caballos de combate la última vez, ahora parece que tendrán tanques de guerra en el ring para la secuela del 5 de mayo.

Las revanchas de duelos feroces son usualmente versiones pequeñas de las originales. Las autopsias después de las primeras peleas de las primeras citas usualmente reflejan un nivel de violencia innecesaria, contra productiva y que provoca que los peleadores se ajusten.

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Los peleadores son bravos, no son estúpidos.

La revisión del entretenido pero insatisfactorio empate demuestra algo más. Aunque Golovkin y Álvarez se causaron el uno al otro en 12 rounds salvajes un nivel de violencia fuerte, nada de esto fue suficiente.

La ruta de la victoria para cada uno requiere más y más golpes, más poder y más sangre.

Van a entregar otro buen espectáculo. Golovkin y Álvarez no son peleadores que le dan prioridad a la seguridad, sino que son ambiciosos, y como evidencia es que esta semana acordaron a un duelo de revancha.

Ya sea como pienses que la pelea en septiembre fue evaluada por los jueces, el veredicto fue justo.

Golovkin fue muy cauteloso en los primeros rounds, mientras trataba de cerrar la distancia de su rival que huía, pero también respetaba el poder. Álvarez capitalizó la cautela de Golovkin y lanzó varios golpes fuertes al cuerpo.

Golovkin perdió los primeros tres asaltos en la tarjeta de Adalaide Byrd- Byrd tuvo la pelea 118-110 a favor de Álvarez- pero también esa fue la misma puntuación en las tarjetas de los otros dos jueces. Don Trella lo anotó 114-114. Si Golovkin hubiera obtenido alguno de esos primeros rounds en la tarjeta de Trella, hubiera ganado por decisión dividida.

Álvarez permitió a Golovkin tomar control de la pelea en los rounds de en medio. Dave Moretti le dio a Golovkin todos los rounds del tercero hasta el noveno, mientras que Trella anotó solo uno de esos siete rounds a favor de Álvarez.

Álvarez hizo fallar mucho a Golovkin y lo contragolpeó muchas veces, pero tuvo problemas para eludir toda la avalancha de golpes de su rival. La disparidad del volumen de los golpes se reflejó en la puntuación.

El déficit requirió que Álvarez tuviera que ganar los últimos tres rounds en las tarjetas de Trella y también en las de Moretti para rescatar el empate.

A pesar de que fue una buena pelea, los dos peleadores estuvieron molestos con el resultado. Mientras las puntuaciones se leyeron, Golovkin parecía sorprendido y se forzó a sonreír. Álvarez se lamentó.

“Gané siete, ocho rounds en la pelea, fácilmente”, dijo Álvarez.

Golovkin dijo que fue un robo. “Terrible”.

El remedio para Golovkin es simple: comenzar más rápido.

Álvarez tendrá un trabajo más difícil. Tiene un historial de bajar en las peleas, pero de alguna forma tendrá que mantenerse más activo ante Golovkin, quien aún tiene muy buena condición a sus treintas.

Álvarez trabajara en mejorar su condición física, pero como dijo una vez Floyd Mayweather en un duelo ante Óscar de la Hoya. “Siempre estás en la mejor condición física de tu vida, pero siempre te estás cansando”.

Álvarez tiene la obligación de nuevamente ganarse el público, quien vio como Golovkin era el ganador, pero que también tenía un “estilo más mexicano”.

La pelea fue violenta pero Golovkin se quejó de que Álvarez se movía mucho.

“A mí me gusta el estilo mexicano”, dijo Golovkin. “Quiero una pelea de verdad, con distancias cortas. Quiero un show con drama grande”.

Si quiere ganar la pelea de desempate, no será esa una opción. Tendrá que ser un requisito. Para él y para Álvarez.

For the original story in English please click here.

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