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Buscan relanzar el proyecto Minuteman para vigilar la frontera, en respuesta a la caravana centroamericana

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Con las promesa de informar de cuanta gente entra de manera ilegal a Estados Unidos y avergonzar a los líderes estatales, unos 20 simpatizantes de la seguridad fronteriza se reunieron el sábado por la mañana cerca de Jamul, en el condado de San Diego.

El grupo, que incluye miembros del movimiento Minuteman, coordinó voluntarios para vigilar las regiones fronterizas designadas durante 24 horas.

La vigilia, que comenzó a las 9 a.m. el sábado, está destinada a ayudar a los oficiales federales, dijo el líder de Minuteman, Tim Donnelly.

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Al informar sobre cruces fronterizos no autorizados, los observadores esperan ayudar a los oficiales fronterizos, dijo Donnelly, quien es candidato republicano para el octavo distrito del Congreso, que cubre gran parte del área desértica al norte del Condado Imperial.

El ejercicio de vigilar la frontera fue en parte una reacción a la caravana de centroamericanos que recientemente viajó a través de México para ingresar a EE. UU.

También fue una advertencia para el gobernador Jerry Brown, quien firmó la Ley de Valores de California, que limita la aplicación de la ley en el estado a ciertos tipos de cooperación con funcionarios federales de inmigración. La ley ha sido criticada como un esfuerzo para hacer del estado un santuario para los inmigrantes indocumentados.

“Mi esperanza es que volveremos a encender el movimiento [Minuteman] y que la gente volverá a ayudar [a los agentes fronterizos] por períodos más largos”, dijo Donnelly.

Los voluntarios vestidos de camuflaje, con botas, mochilas y otros equipos militares, recibieron instrucciones sobre seguridad, como evitar las serpientes de cascabel antes de salir del campamento de Pio Pico.

A los voluntarios se les dijo que, de ser posible, evitaran las confrontaciones con los que cruzaban la frontera y que ayudaran a los que estaban en peligro.

“No tenemos nada en contra de aquellos que están cruzando desesperados, para escapar de la opresión”, dijo Donnelly. “Pero al mismo tiempo, entre esas personas vienen personas malas, personas que vienen a hacer daño, como Luis Bracamontes, quien recientemente fue condenado a muerte aquí en California por ejecutar a dos agentes del sheriff en Sacramento”.

Mientras expresaba su simpatía por la difícil situación de quienes cruzaban la frontera, Donnelly y otros criticaron a Brown, quien dijo, había violado el juramento de su puesto.

“No se trata de ondear banderas estadounidenses”, dijo Donnelly. “Se trata de asegurar la frontera y enviar un mensaje a las autoridades políticas, y a Jerry Brown.

“Jerry Brown debería ser arrestado por ser un tirano, por ser un traidor, por ayudar e instigar a extranjeros ilegales y albergarlos en violación de la ley federal, que es la ley suprema cuando se trata de inmigración”.

Lisa Collins, del condado de Orange, dijo que ha sido miembro del grupo Minuteman desde 2005, cuando aumentó el problema de la inmigración ilegal.

“Creo que no uno no se puede quejar sobre un tema a menos que esté dispuesto a hacer algo al respecto”, dijo Collins.

Ben Bergquam dijo que estaba allí para mostrar su solidaridad con el grupo, aunque no participó en la vigilancia fronteriza. Es cofundador y portavoz del Movimiento Estatal Fight Sanctuary.

“Represento a los padres de Angel que perdieron a sus seres queridos a manos de extranjeros ilegales que están siendo protegidos por políticos como Jerry Brown”, dijo Berqguam.

El grupo se está preparando para lanzar una iniciativa estatal para derogar la legislación del “estado santuario” de California, dijo Bergquam.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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