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OPINIÓN: No se les puede permitir a los padres usar la educación en el hogar para esconder el abuso infantil

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Carta al editor: Para seguir siendo viable, una democracia debe garantizar que sus hijos reciban educación. La meta principal por supuesto es producir adultos sanos, informados, bien adaptados y productivos.

La mayoría de las escuelas públicas desempeñan bien esta función. Pero como muestra de las cosas que no han salido bien, está la familia Turpin, ya que el estado ha permitido que los padres que enseñan a sus hijos en el hogar, desprecien los objetivos educativos dignos.

¿Por qué? Considere cómo la mayoría de las escuelas de casa promocionan la instrucción basada en la fe. El estado demasiado a menudo permanece sin restricciones relacionadas con la religión, no vaya a ser que los piadosos conservadores se refugien en la 1 Enmienda.

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No es de extrañar que los Turpin inicialmente informaran que su educación en el hogar era religiosa. ¿Qué mejor manera de evitar el escrutinio de los inspectores estatales? El trágico caso de los niños Turpin debe impulsar el monitoreo estatal de las escuelas en el hogar de la misma manera que el resto de las escuelas públicas.

Aaron Mills, Solana Beach, Calif.

Carta al Editor: En su editorial afirma que las indulgentes regulaciones a la educación en el hogar permitió a David y Louise Turpin abusar de sus 13 hijos en su casa. Estoy indignado por el horror que los niños soportaron - y por el afán de generalizar que las familias que usan la educación en casa, como merecedores de un mayor escrutinio.

Soy el producto de una familia hogareña, y ahora soy un oficial militar de carrera con una educación avanzada de postgrado. También soy partidario de la educación en el hogar.

Los padres que educan a sus hijos en el hogar hacen un gran sacrificio personal para asumir el costo financiero y emocional de educarlos personalmente. No pedimos nada de recursos del estado, sino solo que se nos permita la libertad de invertir en nuestros hijos.

Los Turpins no eran padres que educaban en el hogar. Si las acusaciones contra ellos son ciertas, son monstruos que violaron múltiples leyes y la dignidad humana básica. Otra regulación sobre los padres de la educación en el hogar no los hubiera detenido.

Chase Spears, Owings, Md.

Carta al editor: Estoy triste por otra historia de terror sobre el abuso de niños. Sí, California y otros estados deben proporcionar una red de seguridad de inspecciones para evitar el abandono infantil o algo peor. Sin embargo, no estoy de acuerdo con que los padres que educan a sus hijos en el hogar no tengan que cumplir con los requisitos estatales de evaluación.

Tengo dos padres amigos que educan en casa y que con mucho gusto se someten a los requisitos de prueba del estado. Estoy de acuerdo con ellos en que estas pruebas son tremendas herramientas de diagnóstico para medir la efectividad de su instrucción. Usan estos datos de prueba para mostrar qué tan avanzados están sus hijos que aquellos que se encuentran en la escuela pública local.

No perciben esas pruebas como un arma para demostrar el fracaso, sino como una herramienta para ser mejores instructores de sus hijos.

Bob Bruesch, Rosemead

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