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El iracundo testimonio de Kavanaugh puede salvar su nominación, pero socava su imagen de juez imparcial de la Corte Suprema

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La poderosa defensa del juez Brett Kavanaugh contra una acusación de agresión sexual de hace décadas puede haber salvado su cuestionada nominación, pero sus palabras molestas y partidistas de esta semana, también pueden haber dañado su capacidad para ser visto como un juez justo en el tribunal más alto de la nación.

Kavanaugh dijo que escribió su declaración, completamente por su cuenta. Y a diferencia de gran parte de la nación, afirma que no vio el testimonio de Christine Blasey Ford, la profesora de psicología de California que les dijo a los senadores que estaba “100%” segura de que cuando era adolescente, Kavanaugh la había atacado cuando se encontraba en estado de ebriedad durante una fiesta de su escuela ubicada en los suburbios de Maryland a principios de los años ochenta.

Decidido a limpiar su nombre, no solo argumentó que Ford, a quien apenas había conocido, lo había identificado erróneamente como el atacante, sino que describió la acusación como un ataque políticamente motivado por demócratas vengativos, que surgió del “frenesí de la izquierda” para “hacerme explotar y derribarme”.

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A finales de septiembre, la confirmación de Kavanaugh permanecía en duda. El Senado liderado por los republicanos se cedió ante la presión y pospuso el voto de confirmación por una semana, mientras que el FBI realiza una investigación limitada de las acusaciones contra él por parte de Ford y otras dos mujeres.

Sin embargo, de confirmarse, sus comentarios televisados a nivel nacional permanecerán en la memoria de los estadounidenses, como mínimo, socavando la noción de que las decisiones del tribunal superior reflejan una lectura justa e imparcial de la Constitución, la historia y los precedentes, y no las tendencias políticas de los nueve jueces. En particular, el propio temperamento judicial de Kavanaugh ha sido cuestionado.

“Habrá daños en la corte y su reputación”, dijo Erwin Chemerinsky, decano de la Facultad de Derecho de la UC Berkeley.

Señala que este episodio sigue al fallo Bush vs. Gore en 2000, que resolvió las elecciones presidenciales a favor del republicano George W. Bush, así como la acción de 2016 de los republicanos del Senado que bloquearon una audiencia para el candidato del presidente Obama al Tribunal Supremo, Merrick Garland, y manteniendo el asiento abierto hasta que Donald Trump asumió el cargo.

“Tengo la sensación de que todo esto le habrá dado a los republicanos el control de la corte que han querido durante décadas, pero han dañado enormemente a la institución en ese proceso”, dijo Chemerinsky.

Los observadores legales dijeron que Kavanaugh casi había dado marcha atrás a su mensaje anterior a los senadores durante su primera comparecencia ante el Comité Judicial a principios de este septiembre. Luego, hizo hincapié en que ha sido un juez independiente en el Tribunal de Apelaciones del Circuito de D.C., y todo esto lo hizo en en tono tranquilo y mesurado.

“La Corte Suprema no puede ser vista como una institución partidista”, dijo entonces. “Los jueces del Tribunal Supremo no se sientan en lados opuestos de un pasillo. No se reúnen en salas separadas. Si es confirmado para el tribunal, sería parte de un equipo de nueve personas, comprometido a decidir casos de acuerdo con la Constitución y Leyes de los Estados Unidos”.

El jueves 27, sin embargo, Kavanaugh mandó un mensaje muy diferente, y en voz alta, en tonos que a su vez eran enojados, burlándose y despreciando a los senadores demócratas que se encontraban a su derecha.

Este “ha sido un golpe político calculado y orquestado, alimentado con aparente ira reprimida contra el presidente Trump y las elecciones de 2016, una ira que se ha alimentado injustamente contra mi historial judicial, es una venganza de los Clinton y para esto se han utilizado millones de dólares de los grupos de oposición de izquierda”, dijo.

Señalando a los Demócratas, alegó con enojo, “algunos de ustedes estaban al acecho”, listos para revelar la acusación secreta de Ford justo cuando el comité y el Senado estaban a punto de confirmarme para un puesto vitalicio en la Corte Suprema.

“Mi familia y mi nombre han sido totalmente destruidos por acusaciones falsas”, aseguró, refiriéndose a las acusaciones de otras dos mujeres que se presentaron una vez que Ford hizo pública su denuncia hace dos semanas.

Kavanaugh tenía motivos para temer que el presidente pudiera presionarlo para que se retirara, pero el ataque del juez contra los demócratas hizo eco de lo que Trump había dicho dos días antes.

Hablando en Nueva York, el presidente describió las acusaciones de agresión sexual en contra de su candidato a la Corte Suprema como un “trabajo encubierto” orquestado por los demócratas. “En realidad son estafadores”, dijo.

Después de que el juez habló en la audiencia del comité, el presidente reafirmó su apoyo en un tweet: “El juez Kavanaugh le mostró a Estados Unidos exactamente por qué lo nominé. Su testimonio fue poderoso, honesto y fascinante. La estrategia para destruirlo que han utilizado los demócratas es vergonzosa y este proceso ha sido una farsa total”.

Los críticos liberales, sin embargo, dijeron que Kavanaugh demostró que no tenía el temperamento adecuado para el trabajo que está siendo nominado.

“Me dio la impresión que sus comentarios partidistas y su tono enojado y poco profesional no correspondían a la posición que buscaba”, comentó Jill Dash, vicepresidente de la American Constitution Society, un grupo legal progresista. “Poner a alguien en el puesto con una venganza partidista y furiosa hará un daño real a la institución. No es así como esperamos que un juez de la Corte Suprema se comporte”.

La senadora demócrata por el Comité Judicial, Dianne Feinstein, quien fue criticada por sostener la acusación de Ford en forma confidencial durante semanas, a pedido de Ford, dijo el viernes que estaba sorprendida de que Kavanaugh se haya unido al ataque político de los republicanos.

“Francamente, en mis 25 años en este comité, nunca había visto a un candidato para ningún cargo comportarse de esa manera”, aseguró.

Él “le gritó a los demócratas”, dijo, y su sugerencia de que la acusación de Ford tenía algo que ver con una forma de venganza de los demócratas por Clinton era simplemente “increíble”.

“No fue alguien que reflejara un temperamento imparcial que uno quisiera ver en un juez. Este era alguien que estaba enojado y beligerante “, dijo Feinstein. “En marcado contraste”, agregó, fue Ford quien “demostró un temperamento equilibrado”.

Los defensores de Kavanaugh sostienen que el juez estaba justamente enojado por lo que ellos también caracterizaron como acusaciones falsas e injustas que fueron diseñadas para destruir su reputación.

“Ambos testigos hicieron un buen trabajo. Pensé que Brett Kavanaugh era convincente. Estaba enojado porque estaba defendiendo su honor”, dijo John Malcolm, un experto constitucional de la conservadora Heritage Foundation.

“Te pasas toda la vida construyendo una reputación. ¿Cómo no estar enojado al ver destruida tu imagen con acusaciones injustas y de último minuto que olían a un trabajo partidista?”, se preguntó.

Si Kavanaugh es confirmado, dijo Malcolm, él irá al tribunal superior “con una nube colgando sobre él”, pero una nube que no le impedirá ser un juez fuerte y justo.

Malcolm señaló la experiencia del juez Clarence Thomas, quien fue confirmado hace casi 27 años después de una audiencia similar del Comité Judicial, televisada a nivel nacional en torno a las acusaciones de una ex asistente, Anita Hill, quien aseguro que la había acosado sexualmente.

“Sí, este asunto va a estar pegado a él de la misma manera en que el juez Thomas lo ha tenido sobre su cabeza durante 25 años”, confío en que no lo afectará como juez. Él no se convertirá en un pirata partidista. Será un juez justo, de principios e independiente, y ese es exactamente el tipo de justicia que queremos”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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