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El hogar promedio tiene más de 100 tipos de insectos en su interior, según un nuevo estudio

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No entre en pánico, pero su casa probablemente tiene muchos más bichos de los que usted cree.

El hogar promedio contiene más de 100 especies diferentes de moscas, arañas, escarabajos, hormigas y otros insectos; la variedad es aún mayor en las casas ubicadas en vecindarios más ricos, según un nuevo estudio publicado en Biology Letters.

El documento destaca que una inesperada diversidad de vida se encuentra en nuestros propios hábitats interiores, lo cual sugiere que lo “salvaje” no está tan lejos de casa como pensábamos.

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Antes de tomar el matamoscas o el envase de Raid, sepa esto: la mayoría de los insectos en nuestras viviendas no son destructivos o portadores de enfermedades como las termitas, garrapatas y cucarachas. En lugar de plagas, la encuesta encontró principalmente especies benignas, a menudo tan pequeñas que los humanos rara vez las notan.

Los artrópodos entre nosotros “ya estaban allí antes de que se publicara este artículo, y no lo molestaron entonces. Saber ahora que se encuentran ahí no debería cambiar eso”, expuso Misha Leong, entomóloga de la Academia de Ciencias de California y autora principal del estudio. “Seguirán siendo unos compañeros de cuarto tranquilos y respetables”.

Para tener una idea de los tipos de insectos que conviven con los humanos, los entomólogos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte inspeccionaron las casas de 50 voluntarios en el área de Raleigh.

Con lámparas y rodilleras, y armados con pinzas, redes y dispositivos de recolección de insectos llamados aspiradores, los investigadores recorrieron casi todas las habitaciones de cada casa. Allí recogieron todas las variedades de artrópodos vivos y muertos -un grupo que incluye moscas, arañas, escarabajos, hormigas y crustáceos- escondidos en su interior.

En total, el censo de insectos incluyó 10.000 especímenes. Clasificarlos le tomó a los científicos dos años. Los resultados de su encuesta inicial se publicaron en PeerJ, en enero pasado.

“Parece que la gran mayoría de los artrópodos que viven entre nosotros no causan daño directo”, escribieron los autores del estudio, dirigido por el entomólogo Matt Bertone, de la NCSU, en PeerJ. “Desafortunadamente, muchos de los insectos y artrópodos que recolectamos se consideran plagas únicamente por su presencia en el hogar”.

Las casas son como trampas gigantes para las pequeñas criaturas que se arrastran y vuelan. Si bien algunas especies dependen de entornos construidos, la mayoría simplemente terminan en el interior por accidente, después de seguir una luz atractiva o buscar algo para comer. Los resultados son a menudo trágicos -para el bicho-.

Y aunque los humanos a menudo tratan de mantener sus hogares libres de insectos y arañas, nuestras viviendas no están tan aisladas del exterior como algunos podrían esperar.

El nuevo estudio sugiere que la riqueza de un vecindario puede ser un mejor predictor de la diversidad de insectos en interiores que, por ejemplo, la limpieza de un hogar.

Todo comienza con las plantas presentes en el patio trasero.

En general, las personas con más dinero plantan jardines más extensos, un hecho que, según los estudios, puede atraer una mayor variedad de pájaros, lagartos y murciélagos.

Este llamado “efecto de lujo”, la idea de que los factores socioeconómicos influyen en la biodiversidad local, también se extiende a los insectos.

Incluso las propiedades sin muchas plantas tenían una gran cantidad de especies de insectos en su interior si se encontraban en un vecindario rico, donde la cercanía con parques exuberantes y vecinos con amplios jardines era más probable. Los límites de propiedad, por supuesto, no son importantes para los insectos.

“En resumen, no sólo importa cuánta vegetación tienes en tu jardín, sino cuánta presencia hay en los jardines y otros hábitats cercanos”, escribieron los autores del estudio.

Los investigadores planean expandir su censo de insectos en interiores más allá de la muestra bastante limitada de Carolina del Norte.

En Raleigh, las viviendas encuestadas fueron todas estructuras independientes, en vecindarios de ingresos medios y altos. Ahora el trabajo debe expandirse a una gama más amplia de barrios y tipos de viviendas, escribieron los autores.

Leong y sus colegas ya han tomado muestras de casas en la Amazonía peruana, Suecia y San Francisco, incluidas las de empleados de la Academia de Ciencias de California. Las próximas paradas son Australia, Madagascar, China y, con suerte, estaciones de investigación en la Antártida.

Este tipo de encuesta podría ayudar a los científicos a comenzar a entender cómo la urbanización y los paisajes alterados por los humanos configuran la ecología y la biodiversidad.

Por ejemplo, si los científicos observaran casas con infestaciones de insectos, ¿qué encontrarían?

Que quizá estas ocurren porque las viviendas carecen de diversidad de artrópodos. Si las cucarachas o las termitas se apoderan de un lugar, tal vez sea porque no había suficientes insectos para detenerlas, explicó Leong.

“Eso es algo que no sabemos, pero es un concepto ecológico que la biodiversidad generalmente previene las infestaciones”, remarcó. “Creo que sería genial ver si eso se aplica en interiores”.

Un estudio futuro intentará descubrir qué especies viven realmente como nuestros compañeros de habitación y cuáles son las especies de vagabundos que simplemente vienen de visita. Si se encuentra una especie en al menos el 50% de las habitaciones de la casa, es más probable que se reproduzca y prospere en interiores, indicó Leong.

En última instancia, los entomólogos quieren saber si las reglas de la ecología son las mismas en los entornos construidos que en la naturaleza, dijo. “No podemos simplemente descartar ambientes artificiales o alterados por humanos como completamente artificiales, porque hay muchas dinámicas ecológicas en juego”, agregó.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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