La era de Michelle King finaliza con preguntas sobre el futuro del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles
Los miembros de la Junta de Educación se enfrentan a decisiones difíciles esta semana, después del repentino retiro de la superintendente escolar de Los Ángeles, Michelle King. La junta se reunirá el martes en sesión a puertas cerradas, que será su primera reunión desde que King anunció, el viernes pasado, que padece cáncer y no regresará a trabajar después de su permiso médico de cuatro meses.
La partida de King y el futuro han suscitado dudas sobre su legado, el estado del distrito escolar y el camino a seguir. Muchos están preocupados por la funcionaria, quien deja el cargo de forma impactante y triste, después de un período que comenzó en enero de 2016, con amplias esperanzas y buenos sentimientos.
¿Qué le sucede a la superintendente de Los Ángeles, Michelle King?
King, una persona muy reservada, no reveló nada sobre su enfermedad hasta el viernes pasado, cuando anunció que lucha contra el cáncer y que no volverá a dirigir el segundo sistema escolar más grande del país.
Ni King ni el distrito han proporcionado información adicional. Fuentes cercanas a la situación, que no estaban autorizadas para hablar, dijeron que King concluyó recientemente que su tratamiento no ha progresado lo suficiente como para darle confianza de que pronto podría reanudar sus tareas.
No mucho antes de su licencia médica, King, de 56 años, había empezado a usar un bastón y estaba visiblemente incómoda. En su última reunión de la junta escolar, el 12 de septiembre del pasado año, King tuvo dificultades para moverse.
Nadie ha verificado que el problema de septiembre se debiera al cáncer. Un rumor que circuló fue que se había lastimado mientras vacacionaba con su familia. El distrito nunca confirmó ni negó dicha información.
La licencia médica de King comenzó el 15 de septiembre, sin anuncio público. El 7 de octubre, envió un correo electrónico al personal superior, donde informaba que la veterana administradora Vivian Ekchian asumiría el cargo temporalmente y que su médico volvería a evaluar su estado a finales del mes, mientras se recuperaba de “un procedimiento médico”. El 24 de octubre envió otro correo electrónico al personal, donde señaló: “Anticipo regresar a la oficina después del primero del año”.
En diciembre, sin hacer un anuncio público, la funcionaria fijó la fecha de su regreso de la licencia médica como el 22 de enero, pero quedó claro la semana pasada que no está lista para regresar.
¿Quién está a cargo en el LAUSD?
La superintendente interina, Vivian Ekchian, tiene el control total de las operaciones diarias y lleva a cabo las órdenes de la junta escolar. Ekchian también parece estar preparada para convertirse, por ahora, en el rostro de la administración del distrito.
El lunes, cuando la escuela reanuda después de las vacaciones de invierno, asistió a ceremonias con la presidenta de la junta escolar, Mónica García, en cinco escuelas diferentes en el inmenso distrito para visitar los salones de clase y honrar a los estudiantes y maestros seleccionados por su “asistencia perfecta”.
La apretada agenda pública de Ekchian fue publicada el jueves pasado, un día antes del anuncio de King. El momento sugiere que los altos funcionarios ya estaban al tanto de la decisión de la superintendente, y que habían decidido elevar el perfil de Ekchian para generar confianza entre el público y los empleados del distrito, ya sea antes o después de que se conociera la situación de la funcionaria saliente.
El alcance y la duración de la autoridad de Ekchian son desconocidos. Desde octubre, Ekchian ha tenido la difícil tarea de cumplir con la visión de King para el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), y sin embargo, el plan estratégico a largo plazo era un trabajo en progreso; su apoyo por parte de la nueva mayoría de la junta escolar, que tomó el control en julio, era incierto.
Esta mayoría fue elegida con el apoyo financiero sustancial de los defensores de las charter. El grupo no eligió a King, una empleada de carrera del distrito, y tampoco a Ekchian, quien fue seleccionada por King para mantener la situación hasta su regreso.
¿Qué sucederá ahora?
La Junta de Educación discutirá su siguiente paso durante su sesión privada del martes. La junta probablemente hará un anuncio después de esa reunión. Durante cuatro meses, las preguntas sobre el liderazgo del distrito estaban en el limbo, pero ante el retiro de King, el camino ahora está liberado para nombrar a un sucesor. Sin embargo, se trata de una tarea tensa y complicada.
Los distritos escolares grandes normalmente contratan a una empresa para dirigir un proceso de búsqueda confidencial, que generalmente lleva varios meses o más. Dos de los individuos que acapararán la atención son la superintendente interina Ekchian y la directora académica Frances Gipson, quien tiene menos experiencia pero cuenta con algo de apoyo en la comunidad filantrópica.
Seguramente también haya candidatos no pertenecientes al sistema escolar entre los contemplados para la sucesión.
¿Cuáles son los desafíos en el futuro?
El distrito se enfrenta a una difícil situación financiera, que se ve agravada por la disminución en la matrícula y las obligaciones de fondos insuficientes para la atención médica y las pensiones de los jubilados. Además, los contratos laborales han expirado. En términos más generales, la mismísima misión del LAUSD debe ser moldeada en el futuro: ¿será el revitalizado principal proveedor de educación en la región, un retazo de institución sin poder entre un mar de escuelas charter o una reliquia burocrática en picada?
¿Por qué se la recordará a King?
King fue la primera mujer negra en convertirse en superintendente. Ella perteneció singularmente al LAUSD: comenzó la escuela primaria en el distrito y regresó como una maestra que ascendió en los rangos.
Como directora de Hamilton High fue conocida por resolver problemas difíciles y delicados con paciencia y comprensión. En los siguientes puestos superiores destacaron sus cualidades de funcionaria trabajadora, confiable, leal, y nunca causó problemas.
King inspiraba confianza entre quienes la veían como una de las suyas, pero algunos cuestionaron si tenía la visión o las habilidades políticas para dar forma al distrito en el futuro.
El mandato de King se identificará estrechamente con dos esfuerzos de la mayoría anterior de la junta: aumentar la tasa de graduación y contrarrestar la pérdida de inscripción causada por el crecimiento de las charter, operadas de forma privada.
La tasa de graduación alcanzó niveles récord, pero en medio de dudas sobre el rigor de los atajos que los estudiantes utilizaban para recuperar las clases fallidas.
Una iniciativa de inscripción se puso en marcha durante su mandato. Las ofertas especiales ampliadas incluyeron nuevas escuelas magneto y programas para ayudar a los estudiantes a tener fluidez en dos o más idiomas. Esos esfuerzos aún deben revertir el descenso continuo en la inscripción.
King impresionó a quienes la rodeaban por su genuina voluntad de trabajar tanto con los educadores tradicionales como con los defensores de las charter, los líderes sindicales y los grupos cívicos.
Traducción: Diana Cervantes
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