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Los administradores de Cal State afirman que es posible otro aumento de matrícula

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La Universidad Estatal de California se enfrenta a problemas presupuestarios difíciles sin soluciones rápidas, y los administradores se están preparando para aumentos de matrícula, recortes de programas y otras opciones impopulares que parecen inevitables.

El plan presupuestario del gobernador Jerry Brown para 2018-2019, dado a conocer a principios de este mes, propuso una fracción de lo que los administradores dicen necesitar en fondos estatales para respaldar el sistema universitario público más grande del país. Los 23 campus del sistema están bajo presión para inscribir a más estudiantes y graduarlos más rápido, además de estar al día con las demandas salariales del profesorado y un retraso acumulado en el mantenimiento de edificios, valuado en $2 mil millones.

El canciller Timothy P. White abordaría estos temas el martes en su discurso anual sobre el estado de la universidad durante una reunión de la Junta de Administradores en Long Beach. El estado cubre una proporción más pequeña de los costos de Cal State de lo que solía hacer, y la cantidad de alumnos que desean asistir excede las habilidades del campus para acomodarlos. El otoño pasado, Cal State debió rechazar a unos 31,000 candidatos totalmente calificados. La inscripción total ha aumentado a más de 484,000 alumnos.

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Existe una polémica propuesta para aumentar la matrícula en $228 dólares para los estudiantes del estado, llevando el costo anual a $5,970. Los alumnos no residentes a tiempo completo verían un incremento de aproximadamente $900, elevando el total anual a $12,780. Sería el segundo incremento consecutivo después de un congelamiento de seis años en las alzas de la matrícula.

La Universidad de California, enfrentando presiones presupuestarias similares, también está considerando aumentar la matrícula. Después de las protestas estudiantiles y un acalorado debate, los regentes votaron la semana pasada para aplazar la decisión hasta mayo, con el fin de aumentar la presión sobre la Legislatura para que incremente los fondos estatales para el sistema universitario.

Se espera que las discusiones en Cal State también sean difíciles. Los administradores, en una reunión de noviembre pasado, expresaron consternación ante la posibilidad de otro aumento de matrícula. “No se les pedirá a los síndicos que aumenten la matrícula, de ser necesario, hasta al menos el mes de mayo”, indicó White el lunes, al reconocer las crecientes preocupaciones en los últimos días. “Esto permitirá a todos obtener una comprensión más profunda de las perspectivas financieras del estado, presentar nuestro caso a los responsables de las políticas y reconocer los esfuerzos realizados para agilizar las operaciones en toda la universidad”.

Pero las opciones financieras son limitadas, señalaron los administradores. Según el plan presupuestario actual de Brown, esperan obtener solo $92.1 millones de los $263 millones que dicen necesitar en fondos estatales adicionales, lo cual elevaría el presupuesto operativo anual total de Cal State a $6,800 millones. Además señalaron que $39.9 millones de los fondos adicionales que buscan se usarían para inscribir el equivalente de 3,641 estudiantes adicionales de tiempo completo, y $75 millones para poder duplicar la tasa de graduación de carreras de cuatro años al 40% para 2025 (una tarea ambiciosa que, se estima, costará $450 millones en total).

La atención médica del empleado y otros costos obligatorios por sí solos consumirían la mayor parte del financiamiento adicional. Un aumento de la matrícula, según una propuesta presentada a la Asociación Estudiantil de Cal State, generaría $90.5 millones en nuevos ingresos, después de tomar en cuenta los costos adicionales de ayuda financiera.

Cabildear a los legisladores estatales para obtener más fondos sigue siendo la máxima prioridad para los próximos meses, aseguraron los administradores. Sin fondos estatales adicionales o ingresos de matrícula, los fideicomisarios y los líderes del campus tendrían que tomar algunas decisiones difíciles.

“La posibilidad de reducciones en el presupuesto del campus es real”, según un informe preparado para los administradores por el director financiero de Cal State y el vicerrector adjunto para el presupuesto. “Esto incluye la disponibilidad de menos secciones de cursos, una disminución en la matrícula estudiantil, menos estudiantes que reciben ayuda financiera, límites al asesoramiento académico y servicios de asesoramiento de bienestar psicológico, y los impactos negativos en las operaciones y el mantenimiento de las instalaciones centrales de la planta”.

Los estudiantes y el profesorado dicen que están frustrados con el impasse presupuestario anual, que muchos remarcan evita lidiar con problemas de financiación sistemáticos a largo plazo. “Esto es déjà vu, una vez más. Como hemos visto tantas veces antes, en lugar de presionar, la administración ofrece formas de ‘ajustarse’ a la propuesta del gobernador, lo cual siempre significa que los estudiantes pagan más y obtienen menos, y miles de otros no reciben nada porque son rechazados”, declaró Lillian Taiz, profesora emérita de Cal State Los Ángeles y miembro de la California Faculty Association.

Los administradores también discutirán propuestas sobre cómo acomodar a más estudiantes y redirigirlos a los campus menos concurridos de Cal State. Si bien esa universidad ha aumentado la matriculación en 31,000 estudiantes de tiempo completo desde la recesión, lo correspondiente a dos campus nuevos, la demanda continúa superando la capacidad.

Seis de los 23 campus de Cal State -Fresno, Fullerton, Long Beach, San Diego, San José y San Luis Obispo- son tan populares que cada especialización y programa ha tenido alumnos calificados interesados de los que pueden ser recibidos por la facultad, el personal y los recursos del campus.

La reunión durará dos días.

Traducción: Diana Cervantes

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