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El nuevo fiscal de San Francisco se enteró de su cargo mientras visitaba a su padre en la cárcel

Chesa Boudin
Chesa Boudin, cuyos padres fueron encarcelados como radicales en la década de 1970, es el fiscal de distrito electo de San Francisco. (Mark Z. Barabak / Los Angeles Times)
(Mark Z. Barabak / Los Angeles Times)
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Cuando Chesa Boudin se enteró de que había ganado una ajustada carrera para convertirse en el nuevo fiscal de distrito de San Francisco, estaba volando de regreso a casa después de visitar a su padre en una prisión al norte del estado de Nueva York.

Boudin tenía sólo 14 meses de edad cuando sus padres, activistas de izquierda, fueron encarcelados por su participación en un robo a mano armada, donde tres hombres resultaron asesinados. Su visión cercana del sistema de justicia penal dio forma a su carrera como un defensor público que prometió hacer reformas importantes si resultaba elegido como principal fiscal de la ciudad.

Aunque ingresó en la competencia como el perdedor, terminó con más votos que la fiscal de distrito interina Suzy Loftus, quien contaba con el respaldo de la clase dirigente demócrata de California. Después de varios días de conteo de votos, Boudin se quedó con el 36% de estos, frente al 31% de Loftus (otros dos candidatos se repartieron el resto de la votación).

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Al elegir a Boudin, los votantes de San Francisco se sumaron a una ola de victorias a nivel nacional por parte de los candidatos a fiscales de distrito que prometieron una desviación profunda de las políticas punitivas de la ley y el orden del pasado.

Boudin describió su victoria como un barómetro del movimiento liberal para reenfocar el sistema de justicia penal en la rehabilitación, más que en el castigo. “Esto envía un mensaje bastante fuerte y claro de que la guerra contra las drogas, y las políticas y retóricas duras contra el delito de la década de 1990 y principios de los 2000 están terminando”, declaró desde su casa, en el vecindario Outer Sunset de la ciudad. “Muestra que hay una sed masiva de cambio”.

Loftus, quien recibió el respaldo del alcalde London Breed, el gobernador Gavin Newsom y los dos senadores del estado, felicitó a Boudin en un tuit donde prometió cooperar con su oponente. “No gané la elección, pero ganamos el apoyo de tantos san franciscanos que exigen que nuestra ciudad trabaje más eficazmente y en conjunto para construir seguridad”, tuiteó.

En los últimos años, los votantes de todo el país han aceptado candidatos que manifiestan la intención de reducir las penas de prisión, reformar las prácticas de libertad bajo fianza y ser más juiciosos sobre presentar cargos contra los acusados, según el Vera Institute for Justice, una organización sin fines de lucro de justicia penal con sede en Brooklyn, Nueva York.

En 2018, candidatos a fiscales de distrito con mentalidad reformista fueron elegidos en Texas, Missouri, Alabama, Carolina del Norte y Maine, según esa entidad. Este año, candidatos en Mississippi y Virginia se unieron a la lista.

Scott Colom indicó que, cuando estaba haciendo campaña en el Distrito 16 del Tribunal de Circuito de Mississippi, inicialmente se sorprendió de que tanta gente coincidiera con su opinión de que muchas personas con problemas de drogas y de salud mental estaban siendo enviadas a prisión. “Esto viene de los votantes”, señaló Colom, quien ganó su elección. “A medida que más candidatos triunfan, aumenta el número de individuos que tienen valor para postularse y cada vez más defensores públicos buscan ser fiscales de distrito. Eso no era lo común, que las personas con ese tipo de experiencia pasen al otro lado”.

Casi la mitad de los estadounidenses tienen vínculo con alguien que ha sido encarcelado, un dato que ha convertido la reforma de la justicia penal en un tema cada vez más importante para los votantes, independientemente de su adhesión partidaria.

“Lo que me emociona no es sólo que estamos eligiendo fiscales que se postulan con estas plataformas de reforma, sino que hay una mayor comprensión como país de que no podemos continuar por este camino de encarcelamiento masivo”, señaló Jamila Hodge, directora de proyecto del Vera Institute. La ex fiscal, Hodge ahora ayuda a los fiscales de distrito a convertir sus plataformas de campaña con mentalidad reformista en políticas una vez que son elegidos.

En California, tales candidatos han tenido resultados mixtos en las urnas. El año pasado, Diana Becton se convirtió en la primera persona y mujer negra en dirigir la oficina del fiscal de distrito de Contra Costa, después de prometer centrarse en la reforma de las fianzas y la justicia restaurativa. Pero los candidatos que prometieron reformas en los condados de Alameda, Sacramento y San Diego, no lograron derrocar a los titulares.

Los particulares antecedentes de Boudin parecieron jugar a su favor. Sus padres eran miembros del grupo izquierdista radical Weather Underground, y comenzaron a cumplir sus condenas a mediados de los años 80. Su madre fue liberada en 2003, y su padre podría permanecer tras las rejas por el resto de su vida.

Boudin, de 39 años, cree que su experiencia de la vida real resonó entre los votantes de la ciudad. “Les hizo apreciar que esta no es sólo una oportunidad para obtener ganancias políticas o poder, es una trayectoria de vida para mí”, expresó. “Esto es algo que me ha afectado, en lo cual he pensado y trabajado casi toda mi vida; no una cuestión que me interesó en la facultad de derecho”.

Aunque no era el candidato favorito del establishment político de California, Boudin recibió importantes apoyos de destacados políticos y fiscales liberales de otros estados, como la fiscal de distrito de Chicago Kim Foxx, el fiscal de distrito de Filadelfia Lawrence Krasner y el senador Bernie Sanders, de Vermont. El candidato presidencial tuiteó sus felicitaciones por la “victoria histórica” de Boudin y escribió que “ahora es el momento de transformar profundamente nuestro sistema de justicia penal, racista y quebrado, poniendo fin al encarcelamiento masivo, la guerra fallida contra las drogas y la criminalización de la pobreza”.

Boudin planea escuchar mucho y tiene la intención de establecer un programa de justicia restaurativa para las víctimas de delitos, señaló.

Becario Rhodes y egresado de la Facultad de Derecho de Yale, Boudin espera que más fiscales con ideas afines sean elegidos en otras ciudades estadounidenses en 2020. El deseo de cambio “no se limita a San Francisco”, anticipó.

“Creo que la gente entiende que la enorme cantidad de dinero que estamos gastando en castigos no nos brinda más seguridad y realmente está destruyendo nuestra humanidad colectiva de maneras profundas, contundentes y a largo plazo”, consideró.

El ambiente político de San Francisco es diferente al de otras ciudades, añadió por su parte Jason McDaniel, profesor de ciencias políticas en la Universidad Estatal de San Francisco. Es tan azul que ha elegido por mucho tiempo a demócratas liberales como fiscales de distrito. Ello incluye a George Gascón, quien renunció abruptamente a ese puesto en San Francisco el mes pasado, para postularse por el mismo cargo en el condado de Los Ángeles. “Lo que muestra esta elección es que los votantes no se asustan por los candidatos que van aún más a la izquierda de los demócratas liberales para proponer un cambio bastante radical en la forma en que funciona el sistema de justicia penal”, indicó McDaniel. “Es una continuación de algo que hemos visto en San Francisco durante un par de décadas, pero que cobra fuerza en todo el país”.

Según McDaniel, la prueba real será si los candidatos como Boudin pueden llevar a cabo las reformas profundas que han prometido. “¿Obtendrán la aceptación de los trabajadores de base en el sistema de justicia penal?, eso no está garantizado”.

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